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Hoy es día de los Fieles Difuntos y los cementerios de Ciudad Bolívar dan pena

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Personas que tienen a sus familiares en los cementerios Centurión y Metropolitano de la capital bolivarense se quejan de la falta de mantenimiento, denuncian robo de parcelas y destrucción de tumbas

Jesús González / Manuel Monroy

Ciudad Bolívar. El Día de los Fieles Difuntos, también conocido como Día de los Muertos, es una celebración tradicional cristiana que se lleva a cabo en muchos países de América Latina, incluyendo Venezuela, cada 02 de noviembre.

Durante este día, las familias venezolanas acuden a los cementerios para visitar las tumbas de sus seres queridos fallecidos. Llevan flores, velas y fotografías para decorar las tumbas y rendir homenaje a sus difuntos. También es común que se realicen misas y encuentros familiares en honor a los fallecidos.

Es tradicional por esta fecha que los gobiernos locales dupliquen labores de mantenimiento a los camposantos y; también, algunos familiares acudan a limpiar las tumbas de sus seres queridos.

El Cementerio Municipal de la plaza Centurión de Ciudad Bolívar, ubicado en la calle El Pilar, data su construcción de 1824, según crónicas locales y, podría decirse que es el primer cementerio de la antigua Angostura, lamentablemente, ha sido, lteralmente, abandonado.

En el cementerio Metropolitano de Ciudad Bolívar, la situación no es diferente, observamos tumbas profanadas y donde abundan urnas abiertas, con restos de cadáveres a la vista de quien allí va, así lo denuncia Starling Aular, quien visito el cementerio Metropolitano de nuestra ciudad, colmado de monte abundante y basura. En este camposanto el robo de parcelas es también un grave problema, sustraen cadáveres previamente enterrados con la finalidad de reutilizar las fosas para nuevos entierros; también ocupan parcelas vacías adquiridas con anterioridad por otras personas.

Costo de las flores

A propósito del el Día de los Muertos, en las inmediaciones del cementerio de Centurión, donde ya no hay mucha afluencia de familiares “como en otros tiempos”, señaló una vendedora de flores. “Debe ser por la falta de plata”,un ramo de flores naturales tiene un precio de entre 80 y 100 bolívares y, un arreglo similar pero con una rosa, cuesta 125 bolívares. También hay oferta de arreglos con flores artificiales en 25 dólares.

De igual manera, se puede conseguir arreglos pequeños de flores naturales y artificiales en tres dólares.

Denuncian robo de parcelas

Durante el recorrido por este viejo camposanto, pese a que la iglesia y parte del muro perimetral ha sido refaccionado; se puede notar, el estado de abandono y descuido por parte de familiares y autoridades. Muchos de los monumentos han sido destruidos y tumbas profanadas.

En este sentido, conversamos con Yadira Márquez, quien expresó que tiene a su familia ya fallecida en este cementerio. Denunció que, la semana pasada cuando visitó a una de las tumbas, pudo darse cuenta que le habían “quitado una fosa”. Explicó que en la tumba de su familiar, había dos nuevos muertos.

Advirtió que existe la documentación legal que su familia es la propietaria de esa parcela. Especificó que las tumbas nuevas tienen fecha de 02 septiembre y de octubre. Considera que este cementerio está abandonado por la alcaldía y también por familiares que ya casi nunca visitan a sus muertos.

Aseguró que cuando limpian el monte “queman parte de la basura sobre las tumbas ocasionando su deterioro”. Llama a las autoridades y al alcalde Sergio Hernández, a velar por la seguridad e integridad de los difuntos allí enterrados.

De La misma manera, Nellys Rodríguez, afirmó que siempre visita al tumba de su padre y considera que el cementerio está totalmente abandonado “por los familiares y por el gobierno municipal”.

Llama a las autoridades a que mantengan limpio el cementerio. De igual forma señaló que este cementerio cierra a las 12 del mediodía, lo cual es contraproducente “porque aleja a quienes en la tarde sacan un tiempito para visitar a sus seres queridos enterrados en este cementerio con mucha historia y tradición”. 

Hoy, quienes asistimos a los cementerios, vamos en un estado de temor, primero por ser atacado por algún animal rastrero, otro es que de unos de esos matorrales pueda aparecer un delincuente y nos atraque, ya que el monte se presta, para que los delincuentes se enconchen en ellos.