La investigación detectó presencia de larvas en el agua almacenada
Agua cruda, sin ningún tipo de tratamiento, consumen los habitantes de esta comunidad asentada en la antigua población de Soledad, ahora Ciudad Orinoco, de acuerdo estudios realizados por la Universidad de Oriente en su Núcleo Bolívar. El informe arrojó que el 87.5% de las familias de este sector anzoatiguense se abastece de agua sin tratar, que almacenan en tanques.
(Prensa Udo Bolívar).- El 55.4% de los habitantes de la comunidad rural de El Tamarindo en Ciudad Orinoco, municipio Independencia del estado Anzoátegui, presenta una alta prevalencia de parásitos intestinales.
Así lo determinaron estudios recientes realizados por el Departamento de Parasitología y Microbiología de la Escuela de Ciencias de la Salud “Dr. Francisco Battistini Casalta” de la Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar, en cuales se evaluaron alrededor de 72 familias que habitan esta comunidad anzoateguiense.
El doctor Rodolfo Devera, coordinador de esta área médica universitaria, destacó que estos estudios forman parte de la asignatura Parasitología del VI semestre de la carrera de Medicina, y de las labores de investigación y extensión del departamento.
Señaló que tras mucho trabajo, y por la participación estudiantil, se logró retomar las actividades de docencia, investigación y extensión hacia las comunidades, dando cumplimiento al lema de la UDO: “Del Pueblo Venimos y Hacia el Pueblo Vamos”. Fueron varios años que se mantuvo paralizada este tipo de actividades de campo, debido a la crisis económica, y luego por la pandemia, dijo este investigador docente, quien agradeció todo el apoyo al jefe de la dirección de salud de Independencia, Reinaldo García, para ejecutar esta investigación de campo.
Los estudios, además, determinaron que el 87.5% de las familias en este sector consumen agua sin ningún tipo de tratamiento.
“Casi todas las familias almacenan agua en tanques de cemento, plásticos y de metal, a pesar de recibir el agua por tubería, directamente bombeada del río”, arrojó este estudio socio sanitario y económico.
Asimismo, se determinó que el 65 de las viviendas evaluadas presentaron pozo séptico, y el 69,4% de las familias coloca sus desechos sólidos (basura) a cielo abierto.
Esta comunidad rural se ubica a escasos 500 metros del peaje norte del Puente Angostura, con una población de 620 habitantes y 162 viviendas, de acuerdo al último censo realizado por el consejo comunal del sector.
La comunidad El Tamarindo tiene su origen por el año de 1962, impulsado por la construcción del Puente Angostura. Su nombre se debe al hecho que durante la construcción del Puente una de las oficinas estaba cerca de una mata de tamarindo, lo que permitió que las comunidades cercanas adoptaran ese nombre.
Mucha pobreza
La situación de la comunidad es precaria. El estudio familiar realizado mostró que de las 72 casas encuestadas, el 63,9% de las familias pertenecían al estrato IV, según el método de Graffar, es decir al estrato de pobreza.
Además, se realizaron estudios de pediculosis (piojos) de la cabeza, teniendo que de los 45 nuños, con edades entre 1 y 17 años, evaluados unos 17 tenían el insecto (huevos, adultos y ninfas), significando una elevada prevalencia de 37.8%.
Durante estas jornadas de evaluación socio-sanitaria se encontraron lavas de culicidios en recipientes de agua almacenada. Esto, significa la existencia que el índice de vivienda en la comunidad fue de 30,6%, lo que representa un riesgo elevado para dengue (según la OMS). y por extensión para otras enfermedades o arbovirosis, como Chikungunya y Zika, trasmitidas por Aedes aegypti.
La proliferación de mosquitos y zancudos obliga al 38,5% de la población en esta comunidad hacer uso de mosquiteros, otro tanto quema gasoil o cartón donde vienen los huevos como repelente.
Esta jornada, también, participaron la Licda. Ytalia Blanco, Licdo. Iván Amaya y la Dra. Ixora Requena, además, del apoyo prestado por el vocero de la comunidad José Villanueva.
De acuerdo al informe se hace necesario seguir educando a la comunidad en torno a los riesgos que se tienen por la presencia de larvas, y la posibilidad de brotes de dengues y otras enfermedades. Se recomienda a la comunidad mantener tapados los recipientes de almacenar el agua. (CM CNP 9.261)