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La importancia del Glutation en la Covid-19. Por Dr. Gilberto Figarella, Medicina Interna

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El coronavirus tiene un patrón de infección variado, pero se sabe que produce una insuficiencia respiratoria grave que, en un alto porcentaje de casos, requiere la necesidad de cuidados intensivos. Según los datos disponibles, entre el 20-25 por ciento de las personas infectadas por la COVID-19 progresan hacia un síndrome de distrés respiratorio agudo que cursa con neumonía. Esta afectación pulmonar puede ir desde moderada a muy grave. Prueba de ello fue el colapso que se produjo en la primera ola de las UCI de todo el mundo.

Tras su paso por el hospital los pacientes se recuperan, pero ese periodo de recuperación varía mucho de unos pacientes a otros y no hay indicadores específicos que guíen su evolución.
Y es que la mayor parte de los problemas respiratorios que aparecen en los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 se debe a la afectación pulmonar, derivada del síndrome de liberación de citocinas.
Tal y como se explica la infección por SARS-CoV-2 provoca la patología por coronavirus 2019 (COVID-19) y se puede asociar a una evolución clínica grave, incluido el síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA). Esta situación se acompaña de una liberación masiva de citoquinas, lo que se ha denominado tormenta de citoquinas, desarrollo de un estrés oxidativo sistémico y un estado protrombótico.


QUÉ ES EL GLUTATIÓN?
El Glutatión es un antioxidante muy poderoso que juega un papel clave en el fortalecimiento del sistema inmunológico y el correcto funcionamiento del organismo.
El Glutatión es una molécula que produce el cuerpo por sí solo, pero que se puede perder muy fácilmente si hay mala alimentación, agentes contaminantes, estrés agudo, medicamentos, infecciones, radiaciones, entre otras razones que se suman a la lista.
El Glutatión contiene tres compuestos básicos o aminoácidos:
1.- Cisteína, responsable de estimular el sistema inmunológico
2.- Glicina, parte integral de la síntesis de otros aminoácidos
3.- Glutamina, neurotransmisor que envía las órdenes del cerebro hacia otras células nerviosas del cuerpo.
El poder del Glutatión radica en la presencia de los grupos químicos de azufre (SH).
Seguramente habrás escuchado la fama de “maloliente” de este compuesto, pero en este caso su función es actuar como un papel pegajoso donde todas las células malas del cuerpo se adhieren.
Funge como un filtro para radicales libres, toxinas como el mercurio y otros metales pesados.
Generalmente, se recicla en el cuerpo pero cuando los agentes contaminantes son muy tóxicos, la molécula de glutatión disminuye, el filtro falla y es ahí cuando se producen las enfermedades.

IMPORTANCIA DEL GLUTATIÓN EN LA PROTECCIÓN CONTRA LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS

El Glutatión tiene un rol fundamental en la prevención de enfermedades crónicas debido a su función antioxidante.
Su rol es retardar el proceso de oxidación de otras moléculas y eliminar las toxinas que producen patologías como el cáncer, infecciones y hasta el envejecimiento.
La enfermedad se presenta cuando hay demasiado estrés oxidativo o exceso de toxinas en el organismo.
En esta situación, la producción del glutatión se agota en el cuerpo y ya no hay una línea de protección contra los radicales libres, infecciones y eliminación de toxinas.
Este proceso de desintoxicación sucede cuando las toxinas se adhieren al glutatión, para transportarlas a la bilis y desecharlas a través de las heces.
Por ende, la molécula también es una de las partes más críticas en el sistema de desechos del cuerpo.
Aunado a esto, el glutatión es de gran importancia para fortalecer el sistema inmunológico, combatir infecciones y prevenir el cáncer.
Asimismo, investigaciones científicas han arrojado que tener niveles altos de glutatión en el cuerpo disminuye el daño muscular, reduce el tiempo de recuperación, aumenta la fuerza y resistencia, así como modifica el metabolismo de la producción de grasa al desarrollo muscular.

COMO PODEMOS ELEVAR LOS NIVELES DE GLUTATIÓN

Aunque la producción del glutatión es un proceso natural del cue

rpo humano, hay una serie de alternativas para elevar los niveles de esta molécula antioxidante en el organismo para mantenerse joven y saludable, física y mentalmente.
A continuación, te presentamos 9 tips que ayudarán a incrementar sus niveles:

CONSUMIR ALIMENTOS RICOS EN AZUFRE

Llevar una alimentación balanceada es fundamental para tener salud física y mental, sinónimo de calidad de vida.
Incorporar las frutas, vegetales, proteínas y reducir la ingesta de comidas procesadas te ayudará a disminuir la producción de toxinas.
Ahora bien, como los grupos químicos de azufre son claves en la molécula de glutatión y la eliminación de toxinas, puedes consumir alimentos ricos en azufre como ajo, la cebolla y las verduras crucíferas: brócoli, col rizada, coliflor, berros; entre otros.

PROBAR LA PROTEÍNA DE SUERO BIOACTIVA

Esta proteína de suero es una gran fuente de la cisteína, uno de los tres componentes básicos del glutatión. Sin embargo, debes asegurarte de que la proteína sea bioactiva y esté hecha de proteínas no desnaturalizadas.
En este sentido, elige una leche no pasteurizada y producida en la industria que no contenga pesticidas, hormonas o antibióticos.
Una opción es Immunocal, una proteína de suero de leche no desnaturalizada bioactiva que suministra los aminoácidos necesarios para que funcione el cuerpo.

EJERCITARSE

El ejercicio físico aumenta los niveles de glutatión en el organismo fortaleciendo el sistema inmunológico al tiempo que potencia las defensas antioxidantes del cuerpo, así como también ayuda a activar el sistema digestivo lo que mejora el proceso de desintoxicación.
No se necesita ser un atleta para ejercitarse. Puedes comenzar a un ritmo de leve a moderado por 30 minutos al día, pero si prefieres hacer un entrenamiento de fuerza solo tres días a la semana por 20 minutos también es válido. Escoge una actividad que te guste y el ejercicio no será castigo.

N-ACETILCISTEÍNA

El consumo diario de ciertos suplementos ayuda a elevar los niveles de glutatión. Uno de ellos es el N-acetilcisteína que es una forma del aminoácido cisteína encargada de reducir el estrés oxidativo.
Pacientes diagnosticados con asma, enfermedad pulmonar y personas con insuficiencia hepática al borde de la muerte por sobredosis de Tyleno, pueden utilizar la N-acetilcisteína como complemento del tratamiento de la enfermedad.
De igual forma, este suplemento ayuda a prevenir el daño renal por los colorantes utilizados durante los estudios de rayos X.
En este contexto, se ha estudiado el papel de la acetilcisteína (NAC) en el manejo del paciente con COVID-19. “La NAC es una molécula conocida por su efecto mucolítico, pero además posee actividad antioxidante directa e indirecta como precursor del glutatión reducido (GSH). La acción antioxidante media en la regulación de las citoquinas inflamatorias dependientes del estado redox, reduciendo el estado inflamatorio.

5-. ÁCIDO ALFA LIPOICO

La presencia de este ácido en el organismo permite que haya mayor producción de energía, controla los niveles de azúcar en la sangre, estimula el proceso de desintoxicación y potencia la salud en el cerebro.
Generalmente se produce de forma natural, pero puedes aumentar su nivel con suplementos cuya dosis diaria dependerá de si eres una persona sana o tienes algún tipo de lesión.

6.- NUTRIENTES DE METILACIÓN

Estos los puedes conseguir en el ácido fólico y vitaminas B6 y B12, son fundamentales para aumentar los niveles de producción de glutatión en el organismo. El consumo de nutrientes de metilación mantendrá en equilibrio el estado químico del cuerpo.
De acuerdo con ciertas investigaciones, la metilación así como la producción y reciclaje de glutatión son las dos funciones bioquímicas más importantes en el organismo.
De ahí la importancia de incorporar la ingesta supervisada de folato y vitaminas B6 y B12.

EL SELENIO

Es un nutriente antioxidante que el cuerpo obtiene a través del consumo de alimentos como carnes, pescados y mariscos, cebollas, espárragos, semillas de girasol, cereales integrales, entre otros.
La cantidad diaria de selenio depe

nderá de tu edad y afección particular.

Este mineral además de ayudar al cuerpo a producir y reciclar glutatión, tiene una función importante en la protección frente a infecciones. De igual forma, activa el metabolismo al momento de procesar los lípidos.

8.- APROVECHAR LOS ANTIOXIDANTES

Beneficio para el cuerpo es consumir antioxidantes que trabajen juntos para reciclar esta molécula. En este punto se incluyen las vitaminas C y E, fundamentales en el reciclaje de la molécula madre de los antioxidantes.

Además de las pastillas de vitamina C, también la puedes encontrar en frutas como:

Naranjas, limones, piñas, fresas, Mango, melón, moras, patilla.

Mientras que la vitamina E la hallas en aceites vegetales, semillas, nueces, hortalizas y demás alimentos.

9 – CARDO DE LECHE

También llamado cardo mariano, es el extracto de una planta utilizada para tratar afecciones del hígado. Desde hace muchos años se emplea para aliviar síntomas de enfermedades hepáticas como cirrosis, hepatitis e ictericia.
El consumo supervisado del cardo de leche ayudaría a elevar los niveles de glutatión en tu cuerpo.
Recuerda que para prevenir enfermedades, tener buena salud y envejecer con calidad de vida se necesitan óptimos niveles de glutatión en el organismo.

Papel de la N-acetilcisteina (NAC) en la respuesta inflamatoria

Para entender el papel que puede tener la NAC en restablecer los niveles normales de la respuesta inflamatoria, se explica cómo resultado de una estrecha interrelación entre el estrés oxidativo y la inflamación, en cuya respuesta contribuyen varios mediadores, entre los que se encuentran IL-1beta, IL6, TNF-a, y kappa B (κB) / factor nuclear kappa B (NF-κB), que median en la regulación dependiente de redox de las citocinas inflamatorias”

Efecto positivo de la NAC

Se insiste en que se tienen que basar en la evidencia científica. “Los beneficios que reporta este fármaco, que es conocido como inhibidor del estrés oxidativo, está en su acción como antioxidante. En el seno de una enfermedad infecciosa con una respuesta inflamatoria de un alto componente grave, un fármaco antioxidante es potencialmente beneficioso. Hay datos experimentales que lo confirman, pero es verdad que no disponemos de un estudio clínico que confirme a nivel de pacientes su eficacia y su beneficio en estos casos. Aún no está confirmado”.

Recomendación

Hasta los momentos no podemos ampliar nuestra recomendación porque falta la evidencia científica que necesitamos para hacerlo.
Vía de entrada. Fisiopatología
Por lo que se sabe hasta ahora, la vía que utiliza el SARS-CoV-2 para adentrarse en el organismo es la respiratoria. Infecta a las células endoteliales uniéndose al receptor de la ECA2 para acceder al interior celular.
Una vez que el virus se introduce en el organismo, se activa tanto el sistema inmunitario innato como el adaptativo, que a su vez son los responsables de producir el síndrome de liberación de citocinas. Es importante destacar que modular esta respuesta inflamatoria descontrolada es clave para controlar la progresión de la enfermedad a sus fases más graves.

Modular la respuesta

En este sentido, las intervenciones terapéuticas empleadas han obtenido resultados variables. Por esta razón, es importante encontrar la forma de poder modular la respuesta inflamatoria descontrolada en la que intervienen distintos elementos. Una vez que se conozcan estos mecanismos se podrá actuar sobre ellos con distintas dianas terapéuticas.
En el punto de mira están los receptores ECA2, que se encuentran en la superficie celular y que compiten por los mismos sustratos, la angiotensina I y II. El equilibrio entre la ECA y la ECA2 es propio de cada persona, pero si prevalece la ECA puede haber una mayor inflamación.
Según se ha demostrado en varios estudios, como (ACE2) in SARS coronavirus-induced lung injury. Nat. Med. 2005, 11, 875–879, la infección por el SARS-CoV-2 regula a la baja la abundancia de ECA2 en las superficies celulares y produce una acumulación excesiva y tóxica de ANGII, puede provocar insuficiencia respiratoria y miocarditis fulminante.
Citoquinas implicadas
El aumento de la IL-6, la principal citoquina causante de la inflamación en el caso de COVID-19, permite el desarrollo de estrés oxidativo mitocondrial, así como un desequilibrio en el sistema redox. El fallo endógeno del principal antioxidante intracelular, el glutatión, y el aumento de la glutatión reductasa pueden ser las bases de las formas graves y de la muerte por COVID-19.

Además, el desequilibrio redox en las células del epitelio alveolar, su apoptosis, el aumento de la inflamación y, en consecuencia, la alteración del intercambio gaseoso, también provocan un aumento local de los niveles de angiotensina-2 tras la inactivación de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA-2) por el virus del SARS-CoV-2.

Primeras respuestas

Una de las primeras respuestas inmunitarias durante la infección vírica es la producción de citocinas y quimiocinas por parte de las células inmunitarias. En las primeras fases de la infección por el SARSCoV-2 se han detectado niveles elevados de IL-8, que resulta ser un fuerte quimioatrayente para los neutrófilos.

Una vez activados por la infección, los neutrófilos son rápidamente reclutados a las localizaciones de la inflamación en los pulmones, donde producen y secretan citoquinas, enzimas, incluyendo la elastasa (NE), especies reactivas de oxígeno (ROS) por explosión oxidativa, y finalmente liberan ADN para formar trampas extracelulares de neutrófilos (NETs).

Citocinas proinflamatorias

En los pacientes con infección grave por coronavirus, se ha asociado un mayor número de neutrófilos con la gravedad de la enfermedad, debido probablemente a la producción de grandes cantidades de citoquinas proinflamatorias, lo que hace que se forme la denominada tormenta de citoquinas.

La actividad de la elastasa puede explicar, en parte, el aumento significativo del dímero D y la hemorragia pulmonar observados en los pacientes con COVID-19. Cualquier medida que pueda suprimir la activación de los neutrófilos podría mejorar los resultados de los pacientes con COVID-19.

Inmunidad celular

También hay que tener en cuenta que la inmunidad celular es necesaria para que el huésped luche frente a una infección vírica, que está regulada por un equilibrio oxidante-antioxidante.

Este equilibrio se mantiene gracias a los antioxidantes, incluido el glutatión. En las células inmunitarias de las personas mayores o inmunodeprimidas las ROS aumentan con la disminución del glutatión, lo que provoca una desregulación de las respuestas inmunitarias, en particular de las funciones mediadas por las células T. Además de las funciones deprimidas, se ha descubierto que el número de linfocitos, incluidos los linfocitos T CD4+ y CD8+, disminuye linealmente con la edad.

Acción en la COVID-19

Ante el SARS-CoV-2, la NAC puede restablecer los niveles normales de la respuesta inflamatoria, en dos direcciones. Una se centra en restaurar las respuestas normales de las células inmunitarias a través de la inhibición de la apoptosis de las células T, lo que puede hacer que se reduzca potencialmente la incidencia o la gravedad de la neumonía asociada a la infección vírica. La otra se basa en que, ante los bajos niveles de GSH que se han visto en los casos graves de la enfermedad, sería destacable buscar el modo de restaurar los niveles de glutation reducido (GSH) para poder proteger de la COVID-19 a las personas que son más vulnerables.

Antioxidante maestro

El glutatión existe en estado reducido (GSH) y oxidado (GSSG). El glutatión (GSH) tiene la función de antioxidante maestro en todos los tejidos. En la alta concentración de la forma reducida (milimolar) destaca su papel central en el control de muchos procesos como la desintoxicación, el plegamiento de proteínas, la defensa antiviral y la respuesta inmunitaria. La regeneración de GSH a partir de GSSG es catalizada por la glutatión reductasa.

Se sabe que los antioxidantes, como la N-acetilcisteína, aumentan el contenido intracelular de GSH, secuestran los radicales libres y protegen el ADN, las proteínas del citosol y los lípidos de las membranas celulares. Por eso, se ha estado añadiendo al tratamiento estándar en pacientes con COVID-19.

Inmunidad adaptativa

Bajo esta premisa, algunos autores plantean la hipótesis de que la NAC podría actuar como un potencial agente terapéutico para los pacientes con infección por SARS-CoV-2, teniendo en cuenta datos previos sobre su papel en la inhibición de la replicación de otros virus, el aumento de la cantidad intra y extracelular de L-cisteína, de la cantidad de glutatión en sangre, del número de CD4+ y CD8+ y una menor pérdida de células T.
Las actividades farmacológicas de la NAC y su función en los mecanismos de progresión de la enfermedad la convierten en un agente terapéutico para la COVID-19, ya que los tratamientos actuales son limitados y, en ocasiones, no son óptimos.
La NAC parece segura, tolerable, asequible y está disponible, lo que aumenta su interés. Aunque la eficacia clínica y los regímenes de dosificación de la NAC han sido probados en entorno de práctica clínica con series de pacientes reducidas, los resultados son prometedores.