Como esas familias en conflicto que sólo se unen alrededor del féretro de un familiar cuando la muerte toca a la puerta, así se ha pretendido unir al país alrededor del Referéndum sobre la reclamación territorial con Guyana.
A los venezolanos son muy pocas cosas que pueden unirnos, el país está profundamente fraccionado por la desgracia de gobierno que nos ha tocado, a la crisis interna se suma el desmembramiento familiar a causa de la migración ya casi llegando a un tercio de la población, bajo estos porcentajes, es muy difícil una persona que no tenga algún familiar, amigo o cercano fuera del país.
Lo más doloroso es que nuestra migración es de sobrevivencia, al contrario de la recibida en los años setenta que llegaba al país para aprovechar las oportunidades de una de las economías más boyantes del momento, la actual es para huir del hambre, la miseria y la falta de perspectivas para la juventud.
Junto con la selección vinotinto que vive sus momentos de gloria temporal que esperamos sea permanente, hay muy pocas cosas que nos unen, el diferendo ha sido una de ellas, lo que nos divide en torno al tema es el procedimiento de rescate, como la discusión entre arrojarle un flotador, una cuerda, buscarlo en bote y mandarle un salvavidas baywatch al que se está ahogando, así mismo nos encontramos en Venezuela el reducido grupo que analiza, el otro grueso lamentablemente sigue a los punteros del rebaño y se deja conducir mansamente.
La estrategia de consultar en lo interno algo que tendrá repercusiones en lo externo tiene el mismo efecto de arrepentirte de tus crímenes en la silla eléctrica.
Preguntarle a la gente si quiere rescatar el territorio en disputa, si desconoce el tratado que consumo el despojo, si reconoce el otro que fijo las nuevas reglas, si desconoce el tribunal que tramita el juicio y está de acuerdo en asumir ese territorio como propio anexándolo a la conformación territorial con todos los derechos para sus residentes, es en mi criterio tan inocuo como hacer lo mismo con los Peruanos y Bolivianos por el territorio perdido en la guerra del Pacifico con Chile y que dejo a estos últimos sin salida al mar, o preguntarle a los mexicanos si quieren recuperar más de la mitad del territorio perdido con Estados Unidos (California, Nevada, Utha, Nuevo México, Arizona, Colorado, parte de Oklahoma, Kansas y Wyoming).
La estrategia del gobierno no es más que política, tratar de rescatar seguidores perdidos en torno a un tema sensible, no tendrá ningún efecto externo, por lo pronto estamos citados a una audiencia ante el tribunal que queremos desconocer para analizar una petición del Guyana en torno al referendo, no soy brujo pero declararan su invalidez y su alejamiento de los patrones diplomáticos aceptados universalmente, debemos reconocer que es tarde para patalear cuando no nos defendimos en el momento, si no presentamos el examen, no podemos desconocer al profesor o al colegio como defensa, porque seguimos asistiendo a clases. “Después de ojo sacado, no vale Santa Lucia” Seguiremos conversando. [email protected].