Para mantener el cerebro -y la mente- en forma, hay que tener hábitos saludables en la dieta y aportarle nutrientes. Estos benefician las capacidades intelectuales y ayudan a trabajar, pero también hay que evitarle aquellos que lo perjudican.
En ese sentido, hay datos que son de gran utilidad. Por ejemplo, para los esfuerzos intelectuales constantes, se ha de mantener una dieta en la que no falten carbohidratos complejos, como las verduras, los cereales y las legumbres y sus derivados: pan, pastas y harinas. Estos aportan energía constante, calman la mente y combaten la fatiga.
Asimismo, es preciso repartir la alimentación cotidiana en, al menos, cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Es uno de los secretos para el buen rendimiento cerebral a lo largo del día. Esta división favorece la absorción de los nutrientes.
Ahora bien, no sólo hay que mantener el cuerpo en forma, sino también la mente. Cualquier actividad vale a la hora de poner las neuronas en funcionamiento. Para ello existen técnicas de entretenimiento cognitivo, algo así como hacer pilates con las neuronas: estirarlas, sorprenderlas, sacarlas de su rutina. Hay que presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones y los sentidos.
Para ello hay que abrir la mente y probar algunos ejercicios propuestos por los científicos de Neurobiología del Duke University Medical Center, con el fin de que el cerebro se vuelva más flexible, ágil y su capacidad de memoria aumente.
Algunos ejercicios para la mente
Leer en voz alta, ya que se activan circuitos distintos a los que se usan para leer en silencio. Cambiar las rutas diarias, es decir, tomar diferentes opciones para ir al trabajo o la casa. Mover las cosas de lugar, ya que al saber donde está todo, el cerebro ya construyó un mapa.
Usar la mano no dominante. Comer, escribir, cepillarse los dientes y peinarse, entre otras tareas, es una buena manera de ejercitar la mente. Otro de los ejercicios es bañarse con los ojos cerrados. Sólo con el tacto, localizar las llaves de agua, buscar el jabón y el champú, de esta manera verá cómo sus manos notarán texturas que nunnca antes habían percibido.
También está aprender algo nuevo. Cualquier cosa puede servir: fotografía, cocina, yoga, un nuevo idioma, armar un rompecabezas.
Claro está, además de estos ejercicios para el cerebro y la mente, es fundamental como se dijo antes, una dieta sana. También los cuidados preventivos, como mantener una buena tensión arterial, el azúcar normal y el estado de ánimo ya que la depresión es otro de los factores que influyen. Aparte, es vital hidratarse y hacer ejercicio físico.
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