La Plaza Farreras que databa de principios del siglo XX, fue transformada en un estacionamiento que sirve a la vez para lavar y pulir carros además de la contaminación buhonera. Y el Parque doña Menca y Raúl Leoni del Jardín Botánico dejo de ser ornamental y recreativo para ser convertido en un vivero y redondos como inútiles tanques de piscicultura alimentados con agua potable de los habitantes del Casco Histórico de la ciudad. El Estacionamiento construido durante la gestión del Gobernador Edgar Vallée Vallée al Sur de la Calle El Porvenir para evitar que los comerciantes continuaran utilizando la Plaza Farreras como Parqueadero, ha sido utilizado para otros fines, desvirtuado del esquema original del Jardín Botánico del Orinoco diseñado y propuesto por su fundador el doctor Leandro Aristeguieta… ¡¡¡Así son las cosas!!! dijera Chivo Negro que en paz descanse (AF).:
Américo Fernández