Nos interesa estudiar principalmente el aspecto organizativo de la innovación social, incluyendo la conformación de los equipos de trabajo. No menos importante es la participación del Estado, pero ese tema no lo abordaremos en esta oportunidad. Desde hace mucho tiempo se ha venido trabajando el tema de lo que he dado en llamar comunidades innovacionarias, pero la idea no termina de dar frutos, porque lograr la participación de la gente tiene muchos obstáculos, siendo el principal la ausencia de capital social. Debe ponerse mayor énfasis en la conformación de redes de colaboración, para que se incentiven la interacción, la reciprocidad y la confianza, al realizar actividades colectivas. La innovación social, en Latinoamérica, debe ser una prioridad.
EL CIRIEC-España, es un centro de investigación económica, asociado a una red internacional en la cual también participan otros centros de investigación de varios países latinoamericanos. Publica una Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa interesada en la temática de la innovación social en Latinoamérica, con buenos artículos de fácil comprensión. Recomendamos su lectura. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es otra fuente de información que vale la pena consultar en este campo de la investigación científica. Ha venido trabajando en el concepto de innovación social desde el 2004, en armonía con los ODM/ODS.
Según la clara definición de la CEPAL (Rodríguez & Alvarado, 2008), la innovación en el campo social se refiere “a la forma de hacer las cosas, a la organización del grupo y de la comunidad para hacer frente a sus necesidades, y por ello para la difusión de las innovaciones se requiere el contacto y el intercambio entre las personas que participan de los proyectos innovadores”; de ahí que sea tan importante la organización en redes de todos esos actores sociales y que cubra los niveles local, regional y nacional. La CEPAL pone énfasis en la perentoriedad de coordinar acciones entre el Estado, el mercado y la sociedad civil para lograr el desarrollo latinoamericano.
Dos ámbitos de aplicación que nos motivan a profundizar en el concepto de innovación social, bajo el enfoque del CIRIEC, son el de las ciencias sociales (cultura) y el de las políticas públicas (Hernández-Ascanio et al., 2016). En cuanto a la primera, la orientación se centra en los valores, los sistemas de creencias y las prácticas sociales, todos ellos elementos del “contexto en el que emerge la innovación”; es decir, el aspecto cultural. Nos identificamos con diversos autores que siguen esta línea de pensamiento, porque relacionan cambio social, innovación social y nuevas tecnologías; y, específicamente, pensamos en aquellas usadas en la creación de capital social.
En el ámbito de las políticas públicas, el enfoque del CIRIEC es la “movilización ciudadana y la promoción de la cohesión social a nivel local”. Seguramente, muy pronto, la Tecnología Social SAI habrá de jugar un importante rol, tanto en este ámbito de la innovación social como en el de las ciencias sociales. Para ello, es necesario indagar sobre la iniciativa SINGICOM (Social Innovation Governance and Community Building), desarrollada con apoyo de la Unión Europea, entre los años 2001-2004. Igualmente, sobre el proyecto ALMOLIN (Alternative Model of Local Innovation). El Dr. Frank Moulaert, profesor de Ordenación del Territorio, es el autor del modelo.
Referencias:
Hernández-Ascanio, J. et al. (2016). El concepto de innovación social: ámbitos, definiciones y alcances teóricos. CERIEC-España.
Rodríguez, A. & Alvarado H. (2008). Claves de la innovación social en América Latina y el Caribe. CEPAL.
Para descargar la versión más actualizada del libro completo (incluyendo todas las columnas publicadas a la fecha), haga clic en el siguiente enlace: Capital Social, José María Rodríguez, PhD. Además, para una introducción al tema, recomendamos ver el video CAPITAL SOCIAL: https://youtu.be/gRXjjZkCrzo.