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La improntitud de los Tribunales de Justicia. Por Américo Fernández

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Toda vez que los organismos del Estado no obran justicia con prontitud como obliga la Constitución, tenemos dolorosamente que acudir a medios de comunicación social para ver si algún día encuentran respuestas claras, reclamos como  los de mi nieto Alfonso Mareschi Fernández que pide al Juez respectivo decida la desocupación del inmueble de la calle Pichincha frente al liceo Tomás de Heres, de su propiedad, heredado de su padre fallecido en Italia en 2015.   Resolví escribir esto cuando el señor Najib García, quien   ocupa desde hace más de seis años sin pagar los alquileres que el muchacho reclama para poder proseguir sus estudios paralizados por falta de recursos. El señor Najib se fue  con su familia a vivir de lo lindo en Estados Unidos y la casa-quinta que  ofreció comprar y nunca compró sino que se puso a vivir en ella  y ahora dada su ausencia, cuida un guardián armado y amparado ¿por quién? 

La Madre y su único hijo han gastado todos sus ahorros en abogados y no ha habido formas ni argumentos jurídicos que muevan la piedra atravesada en la senda de la justicia.  El magistrado del Poder Judicial, Maikel Moreno, durante la Apertura del año Judicial, exaltó como un gran logro, la prontitud de  los Tribunales de Justicia que, en este caso, no veo por ningún lado.  Por lo contrario, observo una demora realmente desesperante.  Ahora, leo en la prensa  el siguiente titular sobre lo mal que funcionan algunos tribunaes:

“Hay que acabar con las mafias judiciales y la corrupción de algunos magistrados”

El vicepresidente de la Comisión preliminar del Comité de Postulaciones Judiciales de la Asamblea Nacional (AN), José Gregorio Correa, en el marco de la instalación del Comité Preliminar de Postulaciones  para elegir a los nuevos miembros del Poder Judicial, afirmó que “es necesaria una reforma y reestructuración del Poder Judicial».

 «Hay que acabar con las mafias judiciales, con las matracas, con la corrupción que impera en ciertos procesos judiciales», Hay que darle un parado a determinados casos de corrupción, ya que eso crea impunidad, y la impunidad crea injusticia». 

El pasado lunes 17 de enero el Parlamentario ratificó su apoyo ante la propuesta planteada dentro del Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, de someter a todos los funcionarios que administren la justicia en el país a una evaluación y control anual.

«Nosotros estamos de acuerdo en que todos los funcionarios que administran la Justicia sean sometidos a su evaluación y a su control anual. Eso es parte de la reforma que tenemos que hacer, nosotros entendemos que tenemos que darle mecanismos y seguridad a los ciudadanos». (AF).