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La fórmula de Edmundo | por Américo De Grazia

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“Saber lo que hay que hacer elimina el miedo».
Rosa Parks.

Upata 20 de Mayo del 2024
Américo De Grazia

Edmundo González, no es un candidato presidencial más del montón, es una fórmula electoral y sospecho, de gobierno; que nos da a los venezolanos de todas las tendencias, la posibilidad de innovar un país.
Edmundo fue el resultado de los obstáculos interpuestos por el régimen en el largo camino a la transición que nos corresponde recorrer. Aspiramos hacerlo en paz, de manera constitucional, democrática y electoral.
Se puso en en escena de manera curiosa, accidentada y exitosa. Cómo si las circunstancias se alinearan para darle una nueva oportunidad a nuestra nación.

Su presencia deviene en el ocaso de 25 años del fracasado modelo autoritario de la revolución socialistoide. Su candidatura es el resultado asertivo de una dirección política que vapuleada por las circunstancias se legitimó a sí misma al convocar una primarias para la escogencia de un candidato presidencial; fue así, como se legitimó el liderazgo de María Corina Machado. Y con este proceso se avaló el retorno a la ruta electoral; en un contexto histórico del que todos echamos mano a la cultura política sembrada durante 40 años de democracia; sirviendo esta de preámbulo. Repusimos en franca negociación la tarjeta de la MUD, que nos aglutina a todos. Cabe destacar en este episodio la determinante presencia y destacado aporte de Manuel Rosales, sería mezquino no reconocerlo. No sin antes recordar el rol protagónico de la comunidad internacional. Cada cual ejerciendo el papel que le corresponde.

Faltan menos de 70 días para culminar con éxitos esta primera fase de la transición. Las amenazas no van a desaparecer. Por eso, el éxito sereno, conciliador, paternal, diplomático de Edmundo González, hoy como candidato, mañana como presidente de todos los venezolanos debe ser acompañado del esfuerzo unitario para ganar, cobrar la victoria, transitar la odiosa espera constitucional hasta el 10 de enero, y luego gobernar un país en banca rota.
No es fácil, pero tenemos un Edmundo por delante.