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Imperio de tahúres. Por Claudio Zamora

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Conocí al más famoso tahúr venezolano hace unos cuantos años, Félix Vargas Chacón mejor conocido como “El Cumanés” visito el Colegio de Abogados de la mano de su amigo Pedro Jesús Roland quien falleció algunos años después y era parte de la peña de abogados bohemios de aquel momento de la que yo comenzaba a formar parte, me pareció un personaje fascinante, elegantemente trajeado de manera permanente, una imponente humanidad y una elegancia en el trato que no daba luces de un pasada de estafas y delitos, tanto así que sus memorias se titulan 40 años en el delito. En sus gratas veladas y para clamar mi curiosidad e insistencia me regalo algunas suertes con las cartas que me dejaron hipnotizado. Para no despertar dudas de sus habilidades nos pidió que le lleváramos juegos de barajas originales y debidamente selladas con precinto y celofán, luego de eso se sentó enfrente y me invito a jugar, lo único que se me ocurrió fue elegir el juego de truco, que para un oriental es como invitar a jugar futbol a un carioca o póker a un gringo de Las Vegas. Revolvió y barajo las cartas de decenas de maneras distintas y con una habilidad que no se le detallaban en sus dedos las mismas, cada vez que repartió y aun cuando corte el mazo de varias formas, siempre se dejó para él Perico, Perica y espadilla, las mejores cartas de la partida, entre risas de la concurrencia regresamos las cartas a su caja de cartón donde nunca debieron salir. Lo mismo ocurría en los Ferris que viajaban para Margarita en los años 80 cuando era el boom del Puerto Libre, había una pandilla de jugadores de Ajiley que dejaban sin un centavo a los ludópatas que se les antojaba desafiarlos, aquí el truco era más sencillo, un jugador que invita a 3 jugadores de los cuales sólo uno es la víctima y el trio esta combinado para desplumar al inocente que llegando al puerto de Punta de Piedras había que regalarle para el pasaje de regreso, cuando no perdían hasta el reloj y prendas de oro. Quien asume el riesgo de jugar bajo las reglas de tramposos y en su partida, no puede terminando el juego denunciar los engaños y triquiñuelas que ellos mismos aceptaron de manera tacita al sentarte en la mesa del tugurio. Las trampas de las pasadas elecciones tenemos años denunciándolas, presentando todo tipo de pruebas que demuestran lo fraudulentas que han sido buena parte de las elecciones de los últimos años cuando el Chavismo perdió el favor popular y sólo se han mantenido en el poder utilizando un sistema electoral viciado, amañado y estafador. El arrebato de la Gobernación de Barinas a Supergafo, sólo ratifica una situación que sabía más del 80% de los venezolanos que decidieron no participar de esa ópera bufa. La pérdida de la misma no estaba en los planes del gobierno, pensaban que por ser la cuna de los Chávez estaba garantizada la conservación de este feudo y se encontraron con la sorpresa que la gente les dio la espalda. Escondieron unas actas de totalización con ayuda de los militares del Plan República, trasladan el reconteo de los votos a la capital, utilizando al cómplice legal de la pandilla como es el TSJ, paralizan el reconteo de los votos, inhabilitan para volver a participar al candidato ganador y ordenan repetir las elecciones para el próximo mes de Enero. No es necesario explicar el tamaño de la ilegalidad de estas actuaciones, pero no queda otra que recordarles a los Ludópatas Electorales que si decidieron jugar la partida con esa pandilla de tahúres estafadores no pueden a estas alturas denunciar las reglas que tácitamente y expresamente aceptaron, como decían las viejitas de antes Después de ojo sacado, no vale Santa Lucia. Así que esperen que se repita el robo de Andrés Velásquez de las pasadas elecciones o el apresamiento o inhabilitación a cualquier nuevo candidato con posibilidades de triunfo, así lo hizo Ortega en Nicaragua y no se ha caído el mundo. Si no existieran las prostitutas, no existirían los cabrones. Generación y consecuencia. Seguiremos conversando. [email protected]