El nombramiento del llamado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, como jefe de un «equipo especial» en el estado Zulia donde cumplirá tareas electorales de cara a las presidenciales del 28 de julio, no es poca cosa para el presidente de la firma consultora Poder y Estrategia, Ricardo Ríos.
La designación para un estado opositor que gobierna Manuel Rosales se suma a la convocatoria «apurada» de los comicios presidenciales por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), que además fijó un escaso margen para etapas importantes del cronograma como la actualización del padrón de votantes (un mes) y la postulación de las candidaturas (21 al 25 de marzo).
Para el consultor político, el gobierno de Nicolás Maduro, consciente de su bajo apoyo popular (10% le da Poder y Estrategia y 14% Datincorp), jugará sus mejores cartas para desestimular el voto opositor en las presidenciales fijadas para el 28 de julio, un día en el que el chavismo conmemorará 70 años del natalicio de su líder, el difunto Hugo Chávez.
Matemática y política
«El tema es matemático y político. Matemático es que Maduro tiene 10% en nuestras encuestas. Si se filtra el voto por quienes definitivamente van a votar y quienes escogieron candidato, eliminas el no sabe no responde o ninguno, da que Maduro puede llegar a 20%. Ese podría ser su tope, quizás a 25% en la campaña y Machado aglutina casi 70% del voto que en estos momentos está bajo incertidumbre, porque si ella no es la candidata, probablemente ese voto se disperse. Sin embargo, la popularidad de Maduro es muy baja», señaló a Efecto Cocuyo.
El consultor político sostiene que políticamente, para afrontar dicha realidad matemática, el chavismo enfilará sus baterías para que en las presidenciales participe poca gente de la oposición y que, además, quienes lo hagan voten por candidatos distintos, para una dispersión de las preferencias, lo que favorece a la candidatura de Maduro.
Ríos advirtió que en dicho escenario hay riesgos, por lo que no será la única estrategia de Miraflores.
«La forma más efectiva de lograr los objetivos es desilusionar, desmotivar. ¿Cómo? Dando a entender que por vía electoral no hay posibilidad alguna de triunfo, ya sea porque la candidata favorita está inhabilitada, sea porque la oposición está dividida y eso es algo que explota con bastante eficacia el aparato comunicacional del gobierno. Y un poco también, dando a entender que aunque votes no vas a lograr nada, al poner por ejemplo a Cabello como jefe supremo del Zulia» destacó.
Subrayó que mandar a Cabello para el Zulia, una de las entidades más afectadas por fallas eléctricas, contiene un meta mensaje según el cual: haga lo que haga la ciudadanía, el chavismo se impondrá sobre el voto popular.
Acotó que todos los elementos citados marcarán la campaña electoral de Maduro con un entorno que trabajará de manera compacta por su reelección, pese a las diferencias internas.
¿Qué hará la oposición?
«El liderazgo opositor que no participó con Jorge Rodríguez en la convocatoria de la Asamblea Nacional (AN 2020), digamos Machado y la Plataforma Unitaria Democrática, le corresponde trazar una estrategia. O es la estrategia de Machado, presionar para que la habiliten que es extremadamente improbable o bien que ella, junto con otros factores, acuerden un candidato que pase la alcabala, que tampoco es sencillo, y logren una candidatura viable», apuntó Ríos.
Aunado a ello, advirtió, tendrán que lidiar con un sector que asegura ser opositor con una narrativa muy parecida a la del gobierno de Maduro y otro que «está casi coqueteando con la abstención».
«La otra opción es que Machado termine no participando, quizás no llamando a abstención directamente, pero no participando y no apoyando a nadie. Presionando para unas condiciones que nunca se den y en ese caso la Plataforma Unitaria, o un sector de ella, decida participar con alguna candidatura», añadió.
Afirmó que la oposición que suscribió los acuerdos de Barbados,y no firmó el acuerdo con propuestas electorales firmado en la AN de 2020 y entregado al CNE, facilitará la reelección de Maduro en la que medida en que no llegue a acuerdo para participar de forma unitaria en las presidenciales del 28 de julio