A propósito del aniversario del fallido intento de golpe, Primero Justicia y dos de sus dirigentes, Guerra y el activista Jesús Armas, decidieron describir «el fracaso del chavismo en algunos pocos números»
«Compañeros, lamentablemente por ahora los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros acá en Caracas no logramos controlar el poder».
Este 4 de febrero de 2021 se cumplen 28 años de la intentona de golpe de Estado que encabezó el entonces teniente coronel y luego presidente Hugo Chávez junto con otros cuatro comandantes contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez. «Día nefasto para la historia de Venezuela. Un grupo de militares se alzaron en armas contra la República», afirmó el dirigente de Primero Justicia, economista y diputado a la Asamblea Nacional de Juan Guaidó José Guerra. «En 1998 Venezuela mostraba signos evidentes de la decadencia de su modelo político y económico, lo que favoreció la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999. Durante más de veinte años del chavismo en el poder, lejos de solucionar la crisis heredada la ha profundizado exponencialmente».
«Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela el 2 de febrero de 1999, con una promesa de cambio y gobernó hasta 2012, luego Nicolás Maduro ha gobernado entre 2013 y 2021. La obra de ambos ha sido un total fracaso», dijo el parlamentario.
Guerra indicó que Chávez emprendió una nueva etapa una vez que resultó ratificado como presidente en el referéndum revocatorio del 2004, en la cual se asume al socialismo como objetivo fundamental. «A partir de allí comienza la estatización de la economía y una deriva todavía más autoritaria. A finales de septiembre de 2007, Chávez lanzó el Primer Plan Socialista de la Nación, también denominado Plan de la Patria, mediante el cual se comenzaría hacer realidad el socialismo».
«Ello resultó en un conjunto de leyes tales como la que regulaban el comercio de bienes, la seguridad alimentaria, la propiedad de la tierra, entre otras, ñas cuales se constituyeron en restricciones y limitaciones al trabajo, la inversión privada y el emprendimiento y adicionalmente contribuyeron a la destrucción de la institucionalidad fiscal y monetaria de Venezuela, al irrespetarse la autonomía del BCV y manejarse el fisco nacional con presupuestos paralelos, sin ningún tipo de control».
A propósito del aniversario del fallido intento de golpe, Primero Justicia y dos de sus dirigentes, Guerra y el activista Jesús Armas, decidieron describir «el fracaso del chavismo en algunos pocos números».
1. Despilfarraron la bonanza petrolera. Entre 1999 y 2020 Venezuela recibió por exportaciones petroleras 991.798.000.000 dólares. De ese monto, Chávez obtuvo 700.000 millones de dólares, a razón de 50.000 millones cada año. Despilfarraron ese monto gigantesco y además endeudaron al país. La deuda externa creció de 35.087 millones a 128.505 millones de dólares desde 1999 hasta 2012, el último año de gobierno de Chávez. Luego el monto bajó ligeramente a 112.000 millones de dólares, de acuerdo con Guerra.
«Entre 1999 y 2020 Chávez y Maduro recibieron por exportaciones petroleras $ 991.798 millones que despilfarraron y además se endeudaron, la deuda que en 1998 era $35.000 millones saltó a $112.000 millones en 2020», señaló el diputado Guerra.
2. Una fuerte contracción del ingreso y la economía. En 2020 el tamaño de la economía venezolana fue de 60.000 millones de dólares, equivalente a un ingreso por habitante de 2.000 dólares anuales, mientras que en 1998 la economía tenía un tamaño cercano a 110.000 millones de dólares y un ingreso por habitante de 5.500 anuales.
3. Acabaron con la industria petrolera. El manejo de la industria petrolera ha sido un autentico desastre. Consistió en extraer recursos de ella sin invertir para mantener o aumentar la producción. Entre 1998 y 2020, la producción de petróleo disminuyó 81%. La tendencia a la caída de la producción es visible desde 2007 y se profundizó en 2014.
«Destruyeron la producción petrolera. Entre 1998 y 2020, la producción de petróleo disminuyó 81%. Liquidaron a la gallina de los huevos de oro», expresó Jesús Armas.
4. La inflación acabó con el bolívar y el salario y potenció la pobreza. Una pésima gestión macroeconómica acabó con el bolívar, generó una hiperinflación, pulverizó el salario y exacerbó la pobreza. Chávez recibió el dólar en Bs. 574 y en diciembre de 2012 el dólar costó Bs. 2.395.000 (agregando los 3 ceros de la reconversión monetaria de 2008). Con Maduro el bolívar literalmente ha desparecido. En diciembre de 2020 un dólar costó Bs 107.300.000.000.000 (agregando los 8 ceros de las dos reconversiones monetarias).
El salario mínimo cayó de 417 dólares a apenas dos dólares mensuales entre los años 2001 y 2020.
«El indicador más duro es sin lugar a dudas la pobreza. Tras 22 años de socialismo Venezuela paso de casi un 30% de pobreza en 1998 a 96% en 2020», agrega Armas.
La pérdida del valor y de la confianza en el bolívar ocasionó que la mayoría de los venezolanos buscaran proteger sus ingresos y rescatar su capacidad de compra refugiándose en el dólar. Hoy la desigualdad se ha profundizado en el país, dividiendo a los venezolanos en tres grupos: los que tienen un ingreso fijo en divisas, los que logran conseguir algunos dólares rebuscándose, y los que sencillamente no tienen acceso a la moneda estadounidense y siguen ganando en bolívares.
5. Y dejaron a Venezuela sin reservas. La bonanza petrolera despareció en medio del control de cambios. Venezuela se quedó sin reservas internacionales, está en moratoria de la deuda externa desde noviembre de 2017 y desde ese año no tiene acceso al crédito internacional.
Las reservas internacionales pasaron de estar sobre los 40.000 millones de dólares en el año 2008 a estar en por debajo de 10.000 millones, según Primero Justicia