Una chemise puede encontrarse en precios que van de los 8 a los 13 dólares. Las camisas de botones cuestan entre 5 y 10 y un pantalón de gabardina de 10 a 15. En cuanto a los útiles, la caja de lápices está en 2 dólares y los colores se consiguen de 1,5 a 4
Por Eileen García -septiembre 16, 2021
Aunque no está definida la fecha exacta del regreso a clases presenciales, padres y representantes ya preparan sus bolsillos para adquirir parte de la lista escolar, un dolor de cabeza tomando en cuenta que los precios aumentan incluso en dólares.
En un recorrido realizado por locales comerciales y ferias en Chacaíto, Sabana Grande y el centro de Caracas se pudo constatar que la dolarización arropó el regreso a clases.
Una chemise puede encontrarse entre 8 y 13 dólares. Los precios varían según el color y la talla. Las camisas de botones, entre 5 y 10 dólares; y un pantalón de gabardina, desde 10 hasta 15 dólares. Los monos y faldas hasta en 12 dólares, mientras que los vendedores ambulantes ofrecen 2 pares de medias por 1 dólar.
En cuanto a los útiles escolares, los precios son más asequibles. La caja de lápices cuesta 2 dólares, los colores, desde 1,5 hasta 4 dólares, y los sacapuntas, desde 0,50, igual que las borras.
Los cuadernos pequeños cuestan 1 dólar y las libretas están entre 1,5 y 2,5 dólares. También las ofrecen en combo: 2 por 1 dólar. “Estas libretas se lograron conseguir a buen precio y se están vendiendo con esa promoción. Es el que más atrae a la gente. Las personas se las llevan de 10 a 20”, expresó Isabella Ramírez, vendedora de un local de feria en Chacaíto.
Ramírez aseguró que gran parte de la mercancía estaba guardada por la ausencia de estudiantes en las aulas desde 2020 por la pandemia, y que mucha fue vendida por combos: una camisa y un mono en 3 dólares o una camisa y pantalón en 5 dólares.
“Así fue que logramos salir de esa mercancía”, agregó.
En comparación con agosto, Ramírez dijo que las ventas han subido considerablemente luego del anuncio de Nicolás Maduro de que el año escolar se iniciaría el 15 de septiembre, mientras que las clases presenciales están pautadas para octubre.
“Las tres primeras semanas estábamos preocupados porque las ventas no estaban cubriendo los gastos que se generan por estar aquí ubicados (inicio del bulevar de Chacaíto). Pero en la última semana las ventas subieron. La mayoría se llevan la lista completa porque los precios están muy bajos. Un papá puede llevarse una lista resuelta con 30 dólares”, añadió.
Sin embargo, su punto de vista como vendedora es muy distinto al de Hilary Márquez, ama de casa y madre de dos niños en edad escolar: “Veo las cosas un poco caras. Pero ¿qué nos queda? Comprarlo”.
La mujer comentó, mientras veía los precios, que para comprar los útiles esperará a que su esposo le envíe el dinero desde el exterior. Estima que por cada niño gastará alrededor de 50 dólares.
“Sin meter los zapatos, medias, colas. Hoy en día no puedo cumplir con la lista como antes. Primero compraré lo más accesible y después, poco a poco, el resto. Un cuaderno Mi Jardín cuesta 5 dólares, y eso pega en el bolsillo porque 5 dólares es medio cartón de huevo y un pedacito de queso. Es algo fuerte”.
Poca oferta de calzados tradicionales
Durante el recorrido se pudo constatar que hay poca oferta de calzado estudiantil. Las vidrieras de las zapaterías muestran modelos de calzado de años anteriores a precios elevados.
Un modelo clásico para los más pequeños de la casa, tanto casual como deportivo, ronda los 20 y 45 dólares en efectivo para todas las edades.
Aunque también hay otras opciones, pero de material menos resistente. Estos se pueden conseguir en 10 dólares. Otros, de modelos actuales pero más deportivos, se adquieren por 15 y hasta 25 dólares
“Los precios tienen un gran aumento. El punto de referencia es un libro que en julio costaba 10 dólares y aquí lo están vendiendo en 15. No me explico por qué. ¿De julio a ahora cuánto ha pasado? Ahorita gasté 11,5 dólares en 4 libretas, 2 cajas de colores, que no son reconocidos, y 1 caja de lápices”, manifestó María Magdalena Cogol, directora de un plantel de educación inicial en Barquisimeto, estado Lara, que visita la capital.
Aseguró que en la escuela donde labora no han enviado la lista escolar a los padres y representantes porque primero realizarán una encuesta para conocer su situación económica y determinar qué materiales utilizarán.
Aunque destacó que la primera meta es contar con los recursos para mantener las mínimas medidas de bioseguridad en la escuela. “Tenemos que tener para el cloro, el desinfectante, el alcohol, los tapabocas y guantes, porque si el Estado no nos provee de eso. Yo como directora tengo que velar por mi personal, ¿y quién corre con esos gastos? El representante”.
¿Regreso a clases seguro?
César Trómpiz, ministro de Educación Universitaria, informó que para el regreso a clases en octubre los salones deberán ocuparse solo en 50% de su capacidad para garantizar niveles mínimos de distanciamiento social.
Reiteró que las clases se impartirán bajo el esquema 7+7, es decir que los alumnos acudirán de forma presencial a los salones únicamente durante las semanas de flexibilización.
Aseguró además que desarrollan un método para garantizar la seguridad sanitaria en las instituciones educativas, y esperan que profesores, trabajadores y obreros estén vacunados.
Sin embargo, la realidad es otra. Cogol criticó que a la fecha la mayoría de los planteles públicos del país no tengan las medidas de bioseguridad necesarias para el regreso a clases.
«Las escuelas tienen más de un año cerradas. Son muchas cosas que tienen que ir cambiando para dar atención a una propuesta del gobierno que también depende de que el representante y el plantel aceptan que están dadas las condiciones para iniciar el nuevo año escolar. Si los planteles, en la parte de infraestructura, aún no están aptos, imagínese», dijo.
Y añadió: «¿Cómo vamos a enfrentar este año escolar? No estamos preparados. No todo el personal está vacunado. Muchos representantes ya me han manifestado que no quieren mandar a sus hijos al plantel porque los ponen en riesgo. Todas las condiciones hay que estudiarlas. Yo pienso que, por ahora, los planteles que no estén en condiciones tienen que seguir a distancia».
@Eileen_Garcia