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Transición en marcha | por Américo De Grazia

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“Cuando no tienes opción, tú eres la opción”. 

Anónimo. 

 Upata, 29 de abril de 2024.

 Américo De Grazia.

 La transición empezó hace rato, para ello, fué necesario desmontar la corriente inútil del abstencionismo, capitalizar todas las fuerzas, las internas y externas, propias y aliadas; haciendo sinergia con ellas. Hemos asumido la ruta electoral de modo irreversible, con planes ante todo evento, anticipando jugadas; se logró legitimar liderazgos haciendo unas elecciones primarias y se negoció con adversarios sin satanizar el hecho. Ha sido largo el camino recorrido y dura la lección aprendida después de 25 años de catástrofe hegemónica del Chávezmadurismo; sería ocioso pensar que la solución es sustituir a estos, por otro grupo hegemónico distinto pero con la misma praxis. Para llegar a este punto, todos hemos hecho aportes necesarios y penitencias humanas costosísimas.

Tenemos una larga lista de muertos, torturados, presos políticos; de expropiaciones, destierros, confiscaciones; de violación de derechos humanos, de crímenes de lesa humanidad, de exilios, de hiperinflación, hambre y desnutrición, de servicios absolutamente inexistentes, de una dantesca desalarización, de normalizar la anulación de partidos o del secuestros de ellos… más un largo etc.

Someter a los venezolanos en la égida totalitaria del modelo cubano, nicaragüense, ruso o chino, no ha sido tarea fácil para el oficialismo; aún con el caudillismo de Chávez, todos los poderes en sus manos e ingentes fortunas proveniente de obscenas prácticas de la corrupción, no han podido desmontar la cultura democrática sembrada en Venezuela durante los 40 años que antecedieron la tragedia de su demoledora política. Afortunadamente se les agotó el tiempo.

Conservan poder de forma fáctica, recursos económicos insospechados, maniobrabilidad inescrupulosa, pero no tienen al pueblo, ni gente, ni calle. Ya perdieron la razón y la emoción. Nos corresponde ahora, tender puentes de plata, que faciliten su salida, siempre asistidos por la razón, sin excesos innecesarios y con la ventaja de tener hoy, el liderazgo legitimado de María Corina Machado; un candidato presidencial consensuado como lo es Edmundo González; un centro de dirección política como lo es, la Plataforma Democrática; una tarjeta electoral paragua, como la MUD; una mesa de negociación coordinada por Noruega; una Corte Penal Internacional adelantando juicio por crímenes de lesa humanidad; una Comisión especial de la ONU documentando la violación de los DDHH; la fiscalía de EEUU con órdenes de captura por narcos a funcionarios de alto rango; la OIT con serias conclusiones sobre los derechos confiscados a los trabajadores; la UE y Washington con severas sanciones a los burócratas de alto rango; más los Presidentes de Colombia y Brasil con disposición a que su vecina Venezuela, no siga siendo un foco generador de inestabilidad en sus propios predios; mientras los demócratas venezolanos, nos encontramos alineando sinérgicamente todos estos elementos en una fusión de intenciones con el noble fin de restaurar la democracia.

Estamos llamados y obligados normalmente, a no buscar problemas a la solución. El 28 de julio del presente año, comienza una nueva etapa de la transición, las siguientes fases no serán más complejas que las sufridas hasta ahora. La unidad no es una sopa de letras, es una responsabilidad compartida, para ganar, gobernar y construir un eje democrático plural y sostenible, en una unidad de tiempo y espacio para las generaciones presentes y futuras.