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Asquerosa corrupción | por Américo DeGrazia

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“No nos faltan recursos, nos sobran ladrones”. 

                        Mafalda

Américo De Grazia 

Upata 27 de Marzo del 2023 

Todos los días explota una alcantarilla en la red de cloacas del régimen de Maduro. El show de esta semana fueron 3 mil millones de dólares robados a PDVSA. Para que tengamos una idea de lo que esto representa, basta decir que la hidroeléctrica de Guri le costó a Venezuela 2 mil millones dólares, con esos recursos hubiésemos podido hacer una represa más grande que la construida por la democracia. Chávez le canceló a Ternium Sidor, por devolverle la siderúrgica, 1400 millones de dólares; con lo robado, hubiésemos hecho dos Sidor. Las 11 alcaldías del Edo Bolívar mas la gobernación, manejan un presupuesto anual no mayor a 42 millones de dólares al año, con lo saqueado a PDVSA le hubiésemos dado recurso  a estas instituciones para pagar todas sus operaciones 71 veces; convirtiendo a Guayana en una tacita de oro. 

Hoy nadie pone en duda que las últimas dos décadas del régimen en Venezuela, representan los más obscenos, vulgares y vomitivos hechos de corrupción jamás vistos y registrados en el país, desde la llegada de Colón, hasta nuestros días. El purulento ejercicio hizo metástasis. El origen del mal, puede resumirse en una frase acuñada por el historiador inglés Lord Acton al decir, “el poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente”. Así comenzó este ladronismo demencial inaugurado por Chávez y exponenciado por Maduro. El cóctel venenoso de la corrupción viene servido en una copa generosa donde se amalgaman todos los poderes en un solo grupo o persona, acompañado de una sobredosis de nepotismo, una porción infinita de reelección indefinida, dos cucharadas de retaliación política, unas ramitas de odio y polarización, granizado con narcisismo y lujuria de poder. 

Queda evidenciado una vez más, que la ruina en Venezuela, no se origina con las sanciones sino con los ladrones. Maduro le llora a la ONU para administrar los 3000 millones de dólares destinados a la ayuda humanitaria, mientras en PDVSA se roban curiosamente una cifra similar. En Venezuela no son tiempos de llorar, sino de facturar. 

Cuidado, cualquiera que sustituya a Maduro y su grupo, sin cambiar conscientemente de modelo, está condenado a naufragar en el mismo vertedero cloacal. Razón por la que desde Guayana insistimos en separar los poderes dándole origen soberano a cada uno de ellos. Acabar con la reelección, regular el nepotismo y privilegiar la institución, antes que el ego del funcionario. Hay que debatir el país que deben heredar nuestros hijos.