Ariadna García @ariadnalimon
La moneda con la que más se hacen transacciones en el país es el dólar. Distintas firmas locales estiman que alrededor de 70 % de las operaciones se hacen con dólares, pero, paradójicamente, la mayoría de las personas entrevistadas pedía recuperar el valor del bolívar, que el año pasado se devaluó 95 %.
Caracas. Luego de años de promesas por parte de las autoridades de recomponer la economía, que lleva siete años de contracción y que según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sumaría otro año este 2021, los venezolanos piden nuevas medidas que frenen la devaluación de la moneda y que recupere los salarios.
En un recorrido entre dos extremos de la ciudad, los reclamos de la gente eran similares: mayores soluciones, que frenen el declive de la economía. En la plaza Bolívar de Caracas, cerca de donde se ubica el Palacio Federal Legislativo, controlado actualmente por el partido gobernante, las opiniones en contra de una nueva reconversión no se matizaron, por el contrario, de forma enérgica rechazaron el uso de viejas medidas que siguen sin resolver la hiperinflación.
“Una nueva reconversión es el caos porque la moneda de nosotros está ya devaluada y el poder adquisitivo en el suelo. No creo que sea prudente una nueva, no creo, no estoy de acuerdo”, dijo una mujer que caminaba por la plaza Bolívar. A su juicio, la solución es “estabilizar los sueldos y mantener la moneda, darle el valor que necesita. No perdamos el valor del bolívar”, apuntó.
La moneda con la que más se hacen transacciones en el país es el dólar. Distintas firmas locales estiman que alrededor de 70 % de las operaciones se hacen con dólares, pero, paradójicamente, la mayoría de las personas entrevistadas pedía recuperar el valor del bolívar, que el año pasado se devaluó 95 %.
“No es conveniente porque no soluciona nada. El efectivo peor todavía, los bancos están de mampara porque usted va para el banco y no soluciona nada, ni el personal, ni gerente. La solución sería que se sentara el ministro de Finanzas y asesores de Sudeban, que saben cómo es el tema y buscar una mayor solución a esto”, expresó Nicolás Domínguez.
Para Nicolás y para el resto de la población, los bancos son solo una oficina a la que acuden eventualmente en busca de efectivo, que se queda insuficiente para los pagos del día pues los retiros están limitados, en algunos casos, a 10 millones de bolívares. Pero la banca es uno de los sectores más golpeados por la crisis económica y también hace maromas para sostenerse. La Federación de Trabajadores Bancarios y Afines (Fetrabanca) dijo la semana pasada a La Prensa que en el país solo funciona 10 % de los cajeros automáticos debido al cierre de oficinas y a los pocos billetes que llegan a las agencias.
La dificultad para obtener efectivo hace que las personas paguen en las camionetas de transporte urbano con billetes de un dólar para obtenerlo, incluso si pierden hasta 30 % en la transacción. Juan Carlos es uno de ellos, quien considera que si es necesario aplicar una reconversión debería hacerse. “Lo más accesible es cambiar un dólar y que te den el vuelto en efectivo, muchos camioneteros lo hacen o los que venden chucherías”, dijo. A su juicio, una solución es: “todo el mundo habla de dolarización ya prácticamente es un hecho”.
En agosto de 2018 el gobierno de Nicolás Maduro aplicó una reforma monetaria que quitó cinco ceros al bolívar y lo llamó “bolívar soberano” por unos meses. Pero los billetes perdieron valor rápidamente debido a la hiperinflación que hay en el país desde finales de 2017. Econométrica explicó en un estudio, publicado en junio, que cuando el bolívar soberano salió en circulación en agosto de 2018 sus tres principales billetes Bs. 100, Bs. 200 y Bs. 500, equivalían a $1,69, $3,38 y $8,44, respectivamente. Al finalizar ese año valían sólo $0,14, $0,27 y $0,68.
Los billetes del cono monetario no han dejado de perder valor. En junio de 2019 el Banco Central de Venezuela emitió una primera ampliación del cono con piezas de Bs. 10.000, Bs. 20.000 y Bs. 50.000, en ese momento los nuevos billetes eran equivalentes a $1,52, $3,04 y $7,61 respectivamente. Al cierre de 2020 los billetes prácticamente habían perdido todo su valor respecto al dólar, estima Econométrica.
Desde hace meses economistas indican que es inminente que se aplique una nueva reconversión en el país debido a que las transacciones, que ganaron más y más ceros, se han vuelto inmanejables, sobre todo para las empresas y comercios, que deben dividir las cuentas en varias operaciones para que los puntos de venta puedan leer las cifras.
José Briceño prefiere esperar a que ocurra para conocer el impacto de la medida. “Eso es lo que se sabe que al finalizar este año podría venir una nueva reconversión, habría que evaluar qué impacto puede tener en la capacidad adquisitiva de los padres de familia y madre de familia y en la calidad de vida”.
Algunas personas rechazaron contestar. Incluso un hombre que pasaba por la plaza Francia de Altamira alcanzó a gritar: “eso es un dolor de cabeza, yo no quiero hablar del país ya”. Agobiados por una crisis económica que se ha prolongado por siete años y una de las hiperinflaciones más largas que cumplió tres años en 2020. Econométrica advierte que sin ajustes estructurales en la economía el futuro de una nueva reconversión será similar al de las dos anteriores.
Cámara en las entrevistas: Luis Morillo. Con edición de Gleybert Asencio.