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REPORTAJE | Venezuela, un país sediento rodeado de embalses

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En los últimos 20 años se han invertido 9.000 millones de dólares en obras de infraestructura que mejorarían el servicio de agua potable, no están operativas porque no es suficiente tener dinero, hay que tener talento para usarlo correctamente y con propiedad administrativa para que el dinero alcance

Por Graciela de los Angeles Portillo

Expertos en el tema del agua aseguran que la falta de mantenimiento en la infraestructura, la disminución de reactivos para potabilizar el agua y la designación de personas en instituciones del Estado sin capacidad para llevar a cabo proyectos son las razonas por las cuales hoy en día en Venezuela existe una crisis en la distribución y calidad del agua potable, a pesar de estar rodeada de embalses.

Para José De Viana, ex presidente de Hidrocapital la falta de agua potable no es un asunto de inversión, sino de gerencia. A su juicio en el país hay una importante infraestructura instalada la cual no ha recibido el mantenimiento que debería.

“La única explicación que tiene que haya suministro intermitente es que la producción de agua es aproximadamente la mitad de la capacidad de diseño”, aseguró a Radio Fe y Alegría Noticias.

De Viana puso como ejemplo el caso particular de la ciudad de Maracaibo, ubicado al occidente del país, donde se abastece con dos acueductos dispuestos a trasladar agua desde la fuente (embalse de Tulé) hasta la ciudad, “eso es suficiente para ofrecer un servicio continuo de agua las 24 horas al día”, dijo.

Insistió en que entonces “no es un problema de capacidad, no es un problema de fuente”, porque existen.

Agregó que en los últimos 20 años se han invertido 9.000 millones de dólares en obras de infraestructura que mejorarían el servicio de agua potable. Sin embargo, las mismas no se encuentran operativas.

“¿Y porque no están operativas? Porque no es no es suficiente tener dinero, hay que tener talento para usarlo correctamente y con propiedad administrativa para que el dinero alcance”, cuestionó De Viana.

110 embalses

En un análisis especial realizado por el investigador Douglas Rodríguez-Olarte para el Observatorio de Ecología Política, detalla que en Venezuela existen cerca de 110 embalses mayores, es decir aquellos que se caracterizan por tener presas o diques entre 5 y 15 metros de altura y capacidad para 3.000.000 de metros cúbicos de agua.

Fuente: OEP.

El 95% de estos embalses mayores se ubican al norte del río Orinoco, estado Bolívar, “donde la cuenca del río Apure contiene el mayor número de embalses y destacan las cuencas de los ríos Tocuyo, Tuy y Unare con el mayor número de embalses construidos (4)».

También hay cientos de embalses pequeños y miles de lagunas artificiales que se encuentran a los pies de las cordilleras de Mérida y de la Costa. 

Rodríguez-Ollarte asegura en su análisis que “esa enorme cantidad de estructuras artificiales (embalses) abastece con agua potable a decenas de millones de personas”, o al menos esa es la teoría.

El peor valorado

Durante el 2021 el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) realizó tres mediciones donde se determinó que el servicio de agua fue el peor valorado de ese año, según las personas consultadas.

Estas encuestas periódicas se realizaron en Caracas, Barquisimeto, Ciudad Bolívar, Barcelona, Valencia, Maracaibo, Barinas, San Cristóbal, Porlamar, San Fernando de Apure, Punto Fijo y Mérida.

De acuerdo con el OVSP el primer estudio se llevó a cabo en enero de 2021 donde las opiniones negativas sobre el desempeño del servicio de agua ocuparon un 61,0% de respuestas.

Fuente: OVPS.

En ese caso, las tres primeras ciudades obtuvieron más del 80% de valoración negativa sobre la calidad, iniciando con Punto Fijo (83,6%), Porlamar (82,6%) y Maracaibo (82,4%).

“Entre los ciudadanos que expresaron opiniones desfavorables sobre el funcionamiento del servicio de agua en sus hogares, casi la mitad (49,6%) aseveró que la inconstancia fue la principal razón de su valoración negativa”, se lee en el informe del OVSP.

No obstante, la falta del suministro a pesar de poseer tuberías también representó un porcentaje importante de respuestas (22,3%) entre el grupo de usuarios que opinó negativamente sobre el servicio de agua.

Las características organolépticas del recurso, como color, olor y sabor, también fueron otro motivo de calificación negativa, así como percibir residuos en el agua, ocupando un 17,2% de respuestas.

El segundo estudio se realizó en junio de 2021 y la valoración negativa de la calidad del servicio de agua ascendió a un 62,6%.

Sin embargo, las tres primeras ciudades arrojaron porcentajes entre el 70% y el 93%: Maracaibo (92,4%), Porlamar (81,1%), Barquisimeto (73,1%).

En esa ocasión, la inconstancia y la falta del suministro ocuparon valores similares al estudio anterior con el 48,3% y el 20,0%, respectivamente. Las características organolépticas representaron el 20,4% de respuestas.

En el tercer trimestre del 2021, en lo que respecta a la valoración negativa de la calidad del servicio de agua se marcó el porcentaje más elevado para septiembre con un 65,6% de opiniones en las doce ciudades evaluadas por el OVSP.

De los resultados que pudo recabar el observatorio se conoció que Maracaibo se mantuvo como la ciudad con las mayores deficiencias del servicio de agua con un 90,8% de las opiniones negativas, luego está Porlamar con el 84,6% y Barcelona en la tercera posición con el 79,9%.

“Como en los estudios anteriores, la inconstancia fue la principal razón por la que los usuarios opinaron negativamente sobre el servicio, pero con un 55,9% de respuestas, mientras que a falta del suministro ocupó un 16,4% y las características del recurso un 19,3%”, indicó el OVSP.

De acuerdo con los datos obtenidos por el observatorio concluyó que luego de una revisión diaria por parte del Observatorio de Medios y Redes del OVSP, el servicio de agua fue el segundo más reportado en comparación con los otros evaluados (electricidad, gas, aseo urbano y telecomunicaciones) con el 31,6% de registros durante el 2021.

Esta situación ha llevado a que muchas personas en el país adquieran el agua contratando camiones cisternas o deban comprarla embotellada.

Educar para no malgastar

El martes 8 de junio de 2021 la Asamblea Nacional (AN) aprobó en primera discusión el Proyecto de Ley Orgánica de Aguas, cuyo objetivo es unificar en un solo cuerpo la Ley Orgánica de Aguas y la Ley Orgánica para la Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento, ambas vigentes desde 2007.

Willian Gil Calderón, diputado y presidente de la Comisión Permanente de Administración y Servicios, indicó que la Ley plantea el subsidio cruzado, de manera que las tarifas no afecten a la población más vulnerable, sino que sean las industrias y las empresas comerciales las que soportan la mayor carga de pago.

Detalló que la Ley Orgánica de Aguas presenta un capítulo para estimular la conciencia colectiva en el uso del agua.

Diputado Willian Gil. Foto: referencial.

“Son muchos los estados en el país que duplican, incluso triplican el consumo per cápita de agua. Por tal razón, planteamos que se genere la consciencia en nuestro pueblo a través de la educación básica y superior para ahorrar el agua potable y evitar que sea malgastada”, manifestó Gil en esa discusión.

Por otro lado, el diputado José Luis Taly, indicó que el 95% de la población venezolana tiene problemas de escasez de agua en sus hogares.

En ese sentido hizo un llamado a las personas a no acostumbrarse a este problema.

La gente sigue padeciendo

A pesar de la aprobación de dicha ley la escasez de agua persiste en varias zonas del país.

Por ejemplo, habitantes de una comunidad cuyo nombre es Los Rastrojitos, en el municipio Iribarren, estado Lara, hicieron un llamado al gobernador de la entidad, Adolfo Pereira, para que realice un operativo allí y les surtan agua ya que no tienen reservas del líquido.

El llamado lo hicieron el viernes 18 de febrero de 2022 a través de Radio Fe y Alegría Noticias. Para ese momento tenían 15 días seguidos sin el servicio de agua.

Un problema similar reportaron los vecinos de Brisas del Aeropuerto en el centro-oeste de Barquisimeto, quienes dijeron el 18 de febrero que tenían dos semanas sin recibir agua, aunque el jueves 17 les comenzó a llegar, pero turbia y de color marrón.

Este problema de contaminación del agua afecta a unas 480 familias y pone en riesgo la vida de la persona que la consume, dijo Zaida Principal, habitante del sector.

María González, vecina del municipio Guajira, en el estado Zulia, aseguró a Radio Fe y Alegría Noticias que el servicio del agua es el más crítico allí. 

“El servicio de cisterna que da el Gobierno no pasa por algunas comunidades, entonces las personas optan por cavar pozos artesanales, otros cuando llueve tratan de almacenar esa agua de lluvia. Si vas en carreta a arrear (cargar) el agua se debe hacer tres veces: dos en la mañana y una en la tarde para el sustento del día”, dijo González.

Por su parte Maritza Menese, habitante del municipio Maturín en Monagas dice que allí llega el agua por 2 días y no llega más en una semana.

“Tenemos que resolver agarrando agua del caño. A diario tenemos que cargar agua. Hay un vecino que cavó un pozo artesanal, pero esa agua solo sirve para lavar, no para tomar. Agarramos una pimpina y nos vamos a la vía universidad, allí hay unos tubos, uno va agarra el agua para tomar de ahí para resolver”, expresó a Radio Fe y Alegría Noticias.

Ibis Ruiz, vecina del municipio Valera, en el estado Trujillo, comunicó a Radio Fe y Alegría Noticias que a veces les cuesta mucho surtirse de agua.

“Es que se hace por sorteo. La comunidad es muy grande. No podemos tener agua para una semana”, dijo.

Detalló que cuando les llega el agua “viene revuelta”.

Foto: Radio Fe y Alegría Noticias.

“Tenemos que hervirla, colarla como si fuera café para que quede como “estable». A veces cuando no tenemos agua tenemos que esperar la lluvia, si no, los que pueden compran el agua por cisterna. Esto vale 5 dólares y hay personas que no tienen esa cantidad de dinero”, relató.

Retomaron trabajos en Macuto

Para este trabajo periodístico Radio Fe y Alegría Noticias trató de comunicarse tanto con el ministro de Atención de las Aguas, Rodolfo Marco Torres como con el diputado y presidente de la Comisión Permanente de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional, Willian Gil, pero no obtuvo respuestas.

En el caso del estado Lara el gobernador de esa entidad, Adolfo Pereira, sí ofreció una entrevista sobre el tema del agua, en este caso al medio de comunicación Globovisión, donde afirmó que la población que tiene más problemas con el agua en Lara es Barquisimeto y que para el 15 de marzo deben resolver la situación para el casco central.

«Yo creo que ahorita con la victoria temprana que vamos a tener con el sistema Macuto, donde está la base del acuífero del Valle del Turbio, allí hay 8 pozos de agua profunda de los cuales en su condición óptima podemos tener 650 litros de agua por segundo. Habíamos rescatado estos 8 pozos con la almiranta Carmen Meléndez, pero vino la pandemia, la afectación eléctrica y esto trajo como consecuencia el descuido de estos pozos. Lo estamos retomando y esto va a tener como consecuencia positiva que a mediados de marzo nosotros podamos otra vez levantar esos 650 litros por segundo. Quiere decir que el centro de Barquisimeto va a ser abastecido», declaró el gobernador.https://www.youtube.com/embed/OWOT7uSpQSk?feature=oembed&enablejsapi=1

Llega agua sedimentada

José De Viana, también profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) criticó la postura de las autoridades del Estado de culpabilizar a la naturaleza por la turbidez que llega el agua a los hogares venezolanos.

Indicó que el agua que se distribuye debe ser completamente transparente porque la presencia de cualquier elemento o sustancia que se observe quiere decir que no fue tratada correctamente.

“Hay unas plantas de tratamiento en mal estado y por lo tanto no están haciendo su trabajo. La pregunta es ¿Cuándo van a arreglar las plantas de tratamiento para que funcionen correctamente?”, preguntó De Viana.

El ingeniero civil agregó que existe una insuficiencia en los reactivos necesarios para el tratamiento del agua, “la producción de cloro como del alumbre se ha detenido, los cuales anteriormente abundaban. Entonces hay unas plantas potabilizadoras que no trabajan con los reactivos necesarios”.

Por otra parte, dijo que los elementos mecánicos se han dañado y no son reparados.

“Al agua están dejándola pasar prácticamente sin tratarla. No hay que construir ninguna planta nueva, hay que reparar las que ya tenemos”, aseveró.

Un derecho humano

María Eugenia Gil, miembro fundador de la Fundación Agua Clara indicó a Radio Fe y Alegría Noticias que las fallas del servicio del agua potable es una violación a todos los derechos humanos, porque si no se goza de este servicio, costará mucho disfrutar o ejercer los demás derechos.

“Si tú no tienes agua y no te puedes lavar las manos frecuentemente ni para prevenir la COVID-19 entonces estas a riesgo de otra cosa, es decir, hay una cantidad de problemas, no tiene agua para bañarte, limpiar, cocinar…”, denunció.

Para la especialista en temas ambientales y derechos humanos más allá de las consecuencias de no tener un servicio de agua frecuente, el problema es el encarecimiento de un producto que se privatiza por vía de particulares, y que es necesario que la ciudadanía se comprometa con la exigibilidad de sus derechos.

Foto: Radio Fe y Alegría Noticias.

“Tenemos que tener en cuenta en primer lugar ¿Cómo disponemos de ese recurso?, ¿Cómo se están usando los recursos hídricos?, ¿Cómo se distribuye?, ¿Cómo se desinfectan?, es allí donde cada ciudadano debe tener la mejor información al momento”, expresó.

Para Gil, si bien garantizar el servicio de agua corresponde al Estado, el ciudadano debe organizarse así sea en mesas técnicas de agua, pero alguien debe empezar a preguntarse y cuestionar.

“De esa manera se fortalecería el tejido social, para poder exigir con conocimiento”, puntualizó.

El 28 de julio de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la que Venezuela es miembro, reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, los cuales calificó como esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

En Barquisimeto como en La Guajira, Trujillo, Monagas o Caracas las personas sueñan que un día pueden quitarse el sudor del trabajo bañándose con agua limpia de la regadera. Ansían no tener que hacer colas para llenar varios botellones de agua, cargarlos en las manos y el último echárselo “al lomo”, luego sortear varios, cientos, de escalones hasta llegar a casa y colocarlos en cualquier sitio. Quieren, un día, saciar su sed bebiendo agua clara del grifo, como veían en las películas que pasaban en la televisión hace unos años.

Radio Fe y Alegría Noticias