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Protestan en la ULA contra salarios que mantienen en pobreza a profesores, empleados y obreros universitarios

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Los estudiantes denunciaron la precaria situación en la que viven docentes, empleados administrativos y obreros por los salarios de pobreza que perciben

El Observatorio de DDHH  de la ULA denunció una política del Estado para reducir a los universitarios a la «pobreza extrema», tras la muerte de un vigilante de esa casa de estudios que vivía en un salón porque no tenía para pagar un alquiler

 Antonio Suárez, vigilante de la ULA, falleció tras complicarse de una neumonía de larga data. Vivía en un salón de la universidad. «Su drama es el de miles de venezolanos y trabajadores ulandinos, con salarios precarios y sin ningún tipo de seguridad social», denunció el decano de Faces-ULA Raúl Huizzi

Este 31 de enero estudiantes protestaron frente a la sede del rectorado en la Universidad de los Andes (ULA) para denunciar la precaria situación que viven docentes, trabajadores y obreros.

Con pancartas en las que se leían mensajes como «hay hambre» y «hay miseria y pobreza», denunciaron los salarios de «pobreza» que están causando estragos en todo el personal universitario. 

El Observatorio de Derechos Humanos de la ULA indicó en su Twitter que los universitarios exigieron al Ministerio del Poder Poder Popular para la Educación Universitaria una mejora en los salarios, así como un presupuesto justo para la institución y respeto a los Derechos Humanos.«Los universitarios están en situación de indigencia», expresaron, al tiempo que denunciaron la política del Estado  para «reducirlos a la pobreza extrema»

Abandono y precariedad

Recientemente se conoció que un vigilante de la ULA que tenía dos años viviendo en un salón de clases por falta de recursos falleció de neumonía.

Antonio Suárez el nombre del trabajador, a quien se le permitía vivir en el recinto universitario ya que no podía pagar un alquiler. 

El decano de Faces ULA, Raúl Huizzi, denunció en un escrito que Suárez tenía una neumonía de vieja data, entre otras patologías agravadas por su precaria situación económica.«Antonio Suarez vivió en los últimos años un verdadero suplicio por los problemas de salud agravados por la de precariedad de la condición económica que se impuso a los trabajadores ulandinos en la orfandad de una merecida seguridad social y de salud. En sus carreras para proveer su alimento muchas veces caminaba del núcleo hasta el hospital para aprovechar la generosidad de algún amigo que le brindaba un plato caliente de almuerzo. Su salud se fue deteriorando, y carente de vivienda, se refugió en la garita de la entrada del núcleo donde las frías noches merideñas ayudaron a resentir sus pulmones hasta que la hospitalidad de sus compañeros de trabajo lo trasladaron a un salón en FACIJUP que se convirtió en su morada hasta su traslado al hospital, donde finalmente su estado de salud ya no dio para más y finalmente falleció. El drama de Antonio Suarez es el de muchos venezolanos y trabajadores ulandinos, con salarios precarios y sin ningún tipo de seguridad social que ha minado de dolor y sufrimiento a un país que nunca mereció esta tragedia», se lee en el texto que publicó Huzzi en el diario La Frontera Digital

La muerte de Suárez fue ampliamente comentada y lamentada en redes sociales por la comunidad universitaria y exestudiantes.