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El fin justifica los medios. Por Américo Fernández

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También se ha dicho  que Fidel  aconsejaba a su gran devoto Hugo Chávez Frías poner  en práctica esa frase y por eso se explica que el Presidente Chávez, como el sucesor,  tolerara y se hiciera el loco con los actos de corrupción de personeros  como  Alejandro Andrade, Raúl Gorrín, Wilmer Ruperti, Alejandro Betancourt, Víctor Vargas, Alex  Saab. Rafael Ramírez y otros que sería largo enumerar.

“El fin justifica los medios” es frase frecuente en ciertos  sectores políticos aunque en el negocio especulativo también es usada.  Lo cierto es que la famosa frase ha sido atribuida “erróneamente” a Nicolás Maquiavelo,  autor de la obra literaria “El Príncipe”, y digo “erróneamente” porque recientemente se ha dicho que es de Napoleón Bonaparte quien la escribió reflexivamente en la primera página en  blanco de la misma obra del insigne personaje de la Italia renacentista.  Pero sea cierto  o no, lo importante es su práctica déspota y amoral en el ajedrez político. En ese sentido  he oído comentar que Fidel Castro sembró su Revolución en Cuba, interpretando muy convenientemente esta frase.  Así, si para lograr un fin importante dentro del proceso revolucionario, había que corromper o comprar a ciertos oficiales del ejército o empresarios influyentes, lo hacía aunque tuviese que drenar el remordimiento más tarde llevándolo al paredón.  Eso habría ocurrido con el General de División Arnaldo Ochoa Sánchez  en julio de 1989.

También se ha dicho  que Fidel  aconsejaba a su gran devoto Hugo Chávez Frías poner  en práctica esa frase y por eso se explica que el Presidente Chávez, como el sucesor,  tolerara y se hiciera el loco con los actos de corrupción de personeros  como  Alejandro Andrade, Raúl Gorrín, Wilmer Ruperti, Alejandro Betancourt, Víctor Vargas, Alex  Saab. Rafael Ramírez y otros que sería largo enumerar.

Dicen que Chávez, reprimido por eso de temer que tolerar la corrupción,  drenó su remordimiento o cargo de conciencia,  con Baduel, quien tenía enemigos dentro del gobierno, incluyendo, obviamente, a Nicolás Maduro quien habría jurado cobrarlas algún día porque Baduel,  siendo Ministro de la  Defensa, se negó reiteradamente a presentarle informe a Maduro cuando éste en calidad de Vicepresidente quedaba encargado de la Presidencia por ausencia de Chávez.  Son cosas que se dicen y comentan en los corrillos y que uno sin querer queriendo, como  dice el Chavo del Ocho, oye,  escucha, y hasta divulga, porque al fin y al cabo es su oficio por ser ojos y oídos del pueblo. Raúl Baduel, el llamado “salvador de Chávez” tras el “Carmonazo” o frustrado Golpe de Estado, murió entre los barrotes de una osvura prisión, pues había sido condenado el 7 de mayo de 2010, a casi ocho años de cárcel acusado de la apropiación indebida de 30 millones de bolívares y 3,9 millones de dólares durante su gestión como ministro. ​ Baduel acusó a los ministros que lo precedieron y lo sucedieron del manejo de este dinero, y aseguró que el motivo de su encarcelamiento fue por oponerse a Chávez, declarando «Soy un preso de Hugo Chávez».​ Luego del referéndum siguió por el país proclamando que la fórmula para cambiar la situación del país ante el poder del actual gobierno, era convocar a una Asamblea Nacional Constituyente nuevamente. Siguió expresando públicamente sus críticas al gobierno del presidente Chávez- uno de los actores, junto a Baduel, del juramento del Samán de Güere- de una manera pública donde decía entre otras cosas que «No podemos permitir que nuestro sistema se transforme en un capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción. Un país puede cometer el error de nominalmente llamarse socialista y en realidad practicar un capitalismo de Estado». (AF)