Dicen que a veces no es necesario saber de qué lado ubicarse, basta solamente con ver del lado que se ponen tus enemigos o adversarios. En esta nueva conflagración mundial la mayoría de los países no involucrados han mantenido una diplomática distancia, emitiendo tibios comunicados llamando al dialogo y al fin de las hostilidades, sólo nuestro loco criollo ha realizado una declaración guerrerista de apoyo incondicional a Rusia poniéndose del lado del agresor y ofreciendo incluso apoyo militar. A solo escasos días de la caída de un helicóptero ruso y la muerte de dos de sus tripulantes, un MI17 que junto con los MI35 y los 26 fueron impuestos para su compra por Chávez y José Vicente sin estudios previos ni licitaciones, calificados por los expertos como chatarras repotenciadas con instrumentación analógica y serias fallas de construcción han generado según la ONG Control Ciudadano entre los años 2001 y el 2021 la cantidad de 83 accidentes en aeronaves de las FFAA con un saldo de 169 fallecidos y 55 heridos entre civiles y militares, estos siniestros en periodos de paz y en labores meramente de uso esporádico, no queremos imaginar que pudiese pasar en una operación militar. Sin embargo Nicolás con sus bravuconadas a las cuales se les da la misma importancia que las amenazas de muerte del borracho de la cantina, pretende congraciarse con quien considera su aliado y protector, ante las amenazas permanentes del Departamento de Estado. Repasando las dramáticas noticias y haciendo símiles con lo que ocurre dentro de nuestro país podemos llegar al convencimiento que no hace falta una invasión agresiva de un enemigo externo para destruir un país, a veces con sus propios gobernantes basta para arruinar su infraestructura y vayamos a ejemplos cotidianos y cercanos. En el mes de Julio del pasado año 2021 una buena parte del Puente que une la Calle Los Caribes con las Urbanizaciones Los Aceiticos y Agosto Méndez de la Parroquia La Sabanita se derrumbó, Gobernación y Alcaldía hicieron un simulacro de reparación, movieron unas máquinas, bloquearon con tierra parte de la vía para evitar el paso de vehículos y se retiraron para dejar un pequeño canal para el paso de peatones y motos, esta semana con las lluvias se terminó de derrumbar interrumpiendo totalmente el paso, no fue una bomba ni una explosión programada, fue la desidia de nuestros gobernantes, hace varios días regresaron los apagones de luz, a cualquier hora del día quedamos sin electricidad por varias horas ante un sistema eléctrico decaído y a punto de colapsar, ningún ejercito enemigo ocupo el complejo hidroeléctrico de Guayana, nuestros incapaces gobernantes son los artífices del desastre. En las calles cada día crecen las carruchas de mano que venden agua, como en la colonia y a falta de mulas cada día son más numerosos estos vehículos artesanales que venden agua en las residencias ante más del noventa por ciento de viviendas sin el servicio por tuberías, ningún avión voló los acueductos ni las plantas de tratamiento, Alcalde y Gobernador son los ejecutores de la destrucción, en tanto derrochan recursos del estado en celebraciones de Carnaval y fiestas marginales, devaluadas copias de espectáculos internacionales que no llegan ni a circos de pueblo, para darse un falso baño de multitudes y sentirse queridos y apoyados, sabiendo en el fondo que el pueblo fiel a su herencia indoafricana siempre responde al llamado de la caña y el bochinche, sin que signifique en modo alguno que persigue sus figuras. Ya veremos colapsar las salas Covid de los pocos centros asistenciales ante estos irresponsables actos. Panem et cirsense (Pan y circo) afirmo el poeta Juvenal mil años antes de Cristo y aun se aplica como forma de aplacar al pueblo, con la particularidad que aquí, el pan se acabó hace tiempo y sólo quedan payasos jubilados con rutinas repetidas, sin gracia ni diversión. Seguiremos conversando. [email protected]