Texto por Efe | @EFEnoticias
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La tormenta tropical Ida se degradó este lunes a depresión tropical sobre el estado de Misisipi (EE.UU.) tras devastar como un potente huracán de categoría 4 Luisiana este fin de semana, aunque las amenazas de lluvias fuertes, desbordamiento de ríos e inundaciones continúan hacia el interior del país.
En su boletín de las 16:00 hora local (21.00 GMT), el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. señaló que la actual depresión tropical se mueve hacia el norte-noreste a una velocidad de 15 kilómetros por hora (9 m/h).
Sus vientos máximos sostenidos han bajado hasta los 55 km/h (35 m/h), por lo que se han desactivado todas las advertencias de tormenta tropical y marejada ciclónica, indicó el observatorio.
A es hora su centro fue localizado a unos 35 km (20 millas) al noroeste de Jackson, Misisipi.
De acuerdo con el pronóstico de trayectoria, el eje de este sistema se moverá más hacia el interior sobre el centro y noreste de Misisipi la noche de este lunes. Se trasladará a través del valle de Tennessee el martes y cerca de los Apalaches centrales el miércoles.
En estos momentos “no hay vigilancia ni advertencias costeras vigentes”, expuso el NHC.
Comienzan a evaluar daños en Misisipi y Luisiana
Las autoridades de Luisiana y Misisipi comenzaron este lunes a evaluar los daños en la región tras el paso de Ida, donde más de un millón de clientes permanecen sin el suministro de energía en el primer estado y otros 126.000 en Misisipi, según detalla este lunes la web especializada Poweroutage.us.
Nueva Orleans fue la más afectada y quedó totalmente a oscuras, dependiendo solo de generadores eléctricos, según informó la empresa eléctrica Entergy Luisiana.
La compañía señaló que se presentó un “daño de transmisión catastrófico”, que afectó a sus ocho líneas de transmisión eléctrica en esa ciudad, que el domingo recordó con Ida la llegada hace 16 años, justo en la misma fecha, del mortífero huracán Katrina.
Ida fue uno de los más poderosos sistemas en tocar tierra en la historia de Estados Unidos, según el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards.
Tocó dos veces tierra en una zona insular del sur de Luisiana con vientos de 240 kilómetros por hora (150 millas) y se mantuvo con esa potencia de categoría 4 por varias horas descargando fuertes lluvias que han dejado graves inundaciones.
El gobernador Edwards solicitó a la comunidad mantenerse en sus viviendas mientras se evalúan los daños, al advertir que es peligroso desplazarse por las zonas afectadas.
Kate llegará con fuerza
Por otra parte, el NHC también informó de que otro sistema, Kate, ha disminuido la fuerza de sus vientos aunque continúa siendo una tormenta tropical sobre las aguas abiertas del Atlántico central.
A las 17.00 hora local (21:00 GMT) su centro se localizó a unos 1.295 kilómetros (805 millas) al este-noreste de las Islas Sotavento y que se desplazará por el Atlántico central, por ahora sin amenazas a tierra.
Kate presenta vientos máximo sostenidos de 65 kilómetros por hora (40 millas), con ráfagas más fuertes, y se desplaza hacia el noroeste a 17 kilómetros por hora (10 millas)
Los meteorólogos prevén que ese movimiento continúe hasta el martes, seguido de un giro al noroeste el martes por la noche o el miércoles.
Luisiana evalúa los “catastróficos” daños que ha dejado el paso del huracán ‘Ida’
Pasada la tormenta, los equipos de rescate salieron la mañana de este lunes (la tarde, según la hora peninsular) a ver los estragos que ha dejado el huracán Ida en la ciudad de Nueva Orleans. Han sido los primeros ojos en atestiguar lo que ha dejado la tormenta más salvaje que ha golpeado Luisiana desde 1850. Los trabajos se han visto obstaculizados por los árboles caídos y los escombros ocasionados por ráfagas de viento que alcanzaron los 240 kilómetros por hora desde que el meteoro tocó tierra el mediodía del domingo. “El daño ha sido catastrófico”, ha dicho la mañana del lunes John Bel Edwards, el gobernador del sureño Estado de Luisiana, el más afectado por el huracán que impactó exactamente 16 años después de que lo hiciera el trágico Katrina.
Este sistema de protección, una barrera circular de más de 500 kilómetros de longitud entre compuertas, muros y diques que fue concluida en 2018, parece haber pasado la prueba. Las autoridades han reconocido que la situación sería “mucho peor” sin ese sistema de defensa. “No anticipamos ninguna falla”, dijo la noche del domingo Kelli Chandler, el director regional del organismo que se encarga de vigilar la crecida de los niveles del agua y los riesgos de inundación. Las autoridades de Nueva Orleans, no obstante, han pedido a quienes salieron de la ciudad que no regresen todavía a sus casas por la gran afectación que Ida causó a los servicios públicos.
Efe/BBC/ElPaís