«Ante esto, los partidos deben reprogramar su funcionamiento, hacer ingeniería, dejar de mirar su ombligo, sus propios problemas internos que para la población no son primordiales. Eso es vital si queremos superar esta oleada de antipoíltica donde solo pierde la ciudadanía».
El politólogo Piero Trepiccione explicó este lunes que en Venezuela hay una nueva oleada de antipolítica donde el ciudadano, ante innumerables errores cometidos por los diferentes sectores de la política, ha perdido interés en este tema. Por ello el experto pide a los partidos «reprogramarse» y «dejar de mirar su propio ombligo» para superar esta crisis.
Así lo dijo esta mañana en Globovisión. «En Venezuela hemos tenido diferentes oleadas de antipolítica, promovidas por determinados sectores para cuestionar liderazgos de partidos, otras por desencanto, otras por exagerada polarización que hace que la gente se desentienda de los asuntos públicos. Ahora, en este momento hay una nueva oleada de antipolítica en la que se cuestiona abiertamente el fin de los partidos, el liderazgo y eso le hace daño a nuestro sistema de peso y contrapeso, porque cuando el ciudadano se desvincula del ejercicio que tiene como ciudadano se rompe ese esquema de contrapeso que debe caracterizar a toda democracia».
«Ante esto, los partidos deben reprogramar su funcionamiento, hacer ingeniería, dejar de mirar su ombligo, sus propios problemas internos que para la población no son primordiales. Eso es vital si queremos superar esta oleada de antipoíltica donde solo pierde la ciudadanía».
En sus palabras, la polarización ha venido disminuyendo porque la gente se ha agrupado en torno a determinadas temáticas lejanas a la polarización ideológica; y eso ha venido flexibilizando las acciones de las fuerzas políticas que «se han tenido que adaptar a esta nueva realidad para generar una institucionalidad que marque el paso en estos nuevos tiempos por venir».
Sobre la reanudación del diálogo entre el gobierno y la oposición, y otros sectores, el analista estimó que la gente ya no los ve como antes porque ninguno de los procesos anteriores han dado resultados para el país y destacó:
«Hay que conectar el tema del diálogo con la antipolítica porque una buena parte de nuestra antipolítica viene dada por la frustración colectiva ante la precariedad de resultados de estos procesos. Es vital retomar el diálogo, pero que estos efectivamente aporten soluciones prácticas y pragmáticas al desarrollo económico».
«Hay un menor margen de permisividad en sentido de tiempo y resultados concretos que puedan obtenerse, por los fracasos anteriores».
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