La expresión que encabeza estas reflexiones fue impuesta por uno de los más grises y odiados personajes de este gobierno, una mujer ungida por el difunto, en uno de los principales poderes que apuntalaron los continuos gobiernos de esta malvada y peor llamada Revolución. Cada vez que transcurría un proceso electoral esta mujer cachetona, cruce de “bebe repollito” con Tortuga Ninja, anunciaba sin titubeos los triunfos electorales del gobierno y sus ventajas en el tramposo y manipulado sistema electoral venezolano, lo que producía ataques de ansiedad y profunda decepción en la mayoría de la población, que ha contribuido al aumento del porcentaje de personas que no creen en la vía electoral como manera civilizada para el cambio de gobierno y yo, soy uno de ellos. No podemos negar que Venezuela vivió por largo tiempo un encantamiento con el difunto Chávez, muchos llegaron a pensar que sería El Libertador moderno y que conduciría por la senda del progreso y bienestar a un país tenía todas las herramientas para lograrlo, riquezas naturales en demasía, recursos humanos de los más preparados en el mundo, una población joven y una estabilidad política envidiable. No necesito detallar en que convirtieron a Venezuela el personaje y su pandilla, las ruinas del país están a la vista de todos y la tropa de delincuentes que la saqueo, se encuentra sometida y perseguida fuera de nuestras fronteras, lo que creemos permitirá, descubrir por países serios, la cadena de delitos que envolvieron sus criminales procederes. Hugo “El Pollo” Carvajal, preso en España y a punto de ser extraditado para los Estados Unidos, como jefe del aparato de inteligencia política y militar de Chávez está revelando o más bien confirmando “secretos a voces” que todos sabían, pero nadie confirmaba, como por ejemplo, que el gobierno perdió por lo menos la mitad de los procesos electorales en los cuales participo y que sus triunfos le fueron otorgados por el fraudulento Poder Electoral que elaboro un tinglado de trampas por medio de máquinas y sistemas informáticos, cuyo laboratorio de procesamiento final se encuentra en una base militar de la Isla de Cuba a resguardo y protección de cualquier trastorno político que pudiese ponerlo al descubierto, esa fue una de las primeras y más fuertes inversiones de Chávez, la interconexión del cable de fibra óptica submarino entre Caracas y La Habana. Es que resultaba casi imposible de creer que luego de un ochenta por ciento de impopularidad, de cientos de encuestas nacionales y foráneas que daban 20 y 30 puntos de ventajas a los candidatos opositores sobre los oficialistas, siempre terminaran ganando con holgura, que los resultados se conocieran a escasas horas de cerrado el proceso y que nunca existiesen imprevistos en un país donde los servicios de electricidad, telefónico, internet y cualquier comunicación impersonal está a nivel de cualquier aldea del profundo Amazonas. La Cachetona Alcahueta siempre daba el triunfo al gobierno exclamando que el mismo era “tendencia irreversible” y que ni Dios con todos los santos de la corte celestial, podían modificarlos. En Perú hace muy poco, que no está en las llanuras Africanas sino dentro del mismo continente y con similares estándares de desarrollo, tardaron casi un mes en determinar el ganador de la reciente elección presidencial y aquí daban los resultados casi antes de las elecciones, convirtiendo al Poder Electoral en el con menos credibilidad de todos los poderes a un nivel similar de las películas de Marvel, pero por supuesto con menos diversión. Hoy después de haberla mantenido en el congelador por un par de años tratando de enfriar su mal recuerdo, Nicolás la nombra Ministro de Educación Superior justo en el momento en que las Universidades Publicas se encuentran como las calles de Bagdad después de los bombardeos y no hay presupuesto ni siquiera para aumentar los sueldos de hambre de los profesores que en su gran mayoría se encuentran fuera del país impartiendo sus conocimientos en un Uber o una bicicleta de Pizzas a domicilio. Lo único que se me ocurre es que dará las notas antes de realizarse los exámenes y comprara máquinas para responder los mismos con la huella dactilar y un casco de Psp con sensores neuronales que absorba los conocimientos por atracción magnética y los envíe a la base de datos de control de Estudios, quien a su vez enviara la nota por una aplicación al celular del alumno y al Ministerio de Educación para ahorrarse papel y tóner de impresora. Si Nicolás pudo ganar una elección presidencial en Venezuela donde es más odiado que El Diablo en El Vaticano, cualquier cosa puede lograr la tendencia irreversible de Tibisay. Seguiremos conversando. [email protected]