Este 10 de noviembre, a eso de las 10:50 de la mañana, un nutrido grupo de jubilados, pensionados y trabajadores activos del sector público, tomó las calles del centro de Caracas para protestar por la falta de seguridad social.
La queja principal fue el pago del primer mes de aguinaldos, depósito que hizo el gobierno que administra Nicolás Maduro el 18 de octubre pasado.
Dicen los afectados que el monto no superó los 14 bolívares, dinero con el que -aseguraron- no compran ni un kilo de queso duro.
Los manifestantes se concentraron en la esquina Corazón de Jesús, en la avenida Fuerzas Armadas, justo a pocos metros de la unidad médica del Ipas-ME.
En ese punto de encuentro pintaron carteles que luego exhibieron durante la marcha que se desplegó por la avenida Universidad, con dirección a la Defensoría del Pueblo, donde el pasado 19 de octubre entregaron un documento argumentando las deficiencias salariares y las exigencias del sector.
Quienes recibieron el documento, en esa oportunidad, les dijeron que en 15 días darían respuestas. La misma promesa les dieron el 27 de octubre cuando se reunieron -con iguales demandas- en las puertas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en la parroquia Altagracia de Caracas.
«Ahorita todo se le pide a los pacientes, la infraestructura está por el piso, bajo salario, tengo que trabajar en otro lado, redoblarme por la situación está muy dura. Una compañera con 27 años de servicio, con lo que le dieron de jubilación le alcanzó para un cartón de huevos, queso y harina», dijo Marleni Rodríguez enfermera del Hospital Clínico Universitario de Caracas, cuando avanzaba por la avenida Universidad.
Edgar Machado, representante del Sindicato de Maestros de Caracas fue enfático: Estamos exigiendo sueldos dignos, no tenemos seguridad social, hoy estamos aquí en el Ipas-Me porque este organismo que mantenemos los docentes no nos atienden, incluso si alguno de los trabajadores del sector educación llega con COVID no lo ingresan.
Pese a que estuvieron en esa sede durante más de una hora, las autoridades no salieron a escuchar los reclamos.
Sin incidentes
Los gritos y demandas se fueron mezclando con el bullicio del parque automotor, entre los que se cruzaban los manifestantes con pancartas que usaron para pedir sueldos y pensiones dignas, medicinas, alimentos y bonos en dólares para combatir enfermedades como el COVID-19.
Fueron avanzando por La Candelaria y Bellas Artes hasta llegar a eso de las 11:20 de la mañana a la plaza Morelos, antesala de la Defensoría del Pueblo.
«Protestamos por la inseguridad social que tenemos, nos pagaron un mes de aguinaldo, que ni alcanzó para hacer un mercado de una semana. El Estado nos está matando a todos los trabajadores. El docente subsidia al estado», repetían los afectados.
«Protesto por el respeto a la dignidad laboral y que el salario sea digno, que los centros hospitalarios estén dotados, tenemos muchas fallas. El salario que nos pagan no se ajusta ni al pasaje, todos los trabajadores públicos, pagamos por trabajar», señaló Gleisida Luna, trabajadora del Ipas-Me.
A su queja se sumó Williams Bracamonte, transportador de alimentos del Hospital J.M. de Los Ríos. «Reclamo primero por el bajo salario, segundo porque hay mucho amedrentamiento hacia el personal por parte de las autoridades y directivos. Muchas personas tienen miedo a protestar. Nos pagaron 37 bolívares que corresponde a un mes de aguinaldo y para lo que me alcanzó es para un kg de alitas y otro de queso. Trabajamos por vocación porque no tenemos incentivo de nada».
Con la bandera nacional y coreando «sueldo digno ya» acompañaron a los dirigentes del sector a entregar -de nuevo- un documento con un listado de puntos, en los que destacaron la seguridad social, mejora de la infraestructura hospitalaria, el reinicio del programa de trasplantes, apoyo a los migrantes venezolanos, que se revise la Ley Orgánica del Trabajo pues no se respeta la inamovilidad laboral y que se actualicen las convenciones colectivas.
La protesta en un principio estuvo vigilada por una unidad del Sebin, pero en su trayectoria solo fue custodiada por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
En al menos 11 estados del país se desarrolló la convocatoria «por la familia» y en defensa del salario digno, de acuerdo a los datos aportados por la Federación de Trabajadores de la Salud, Fetrasalud.
Esta es la tercera protesta que desarrollan los trabajadores y pensionados en mes y medio. De acuerdo al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en septiembre pasado, se documentaron 568 protestas en todo el país, de las cuales 462 fueron por Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca), 81% de la cifra total.
Los principales reclamos siguen siendo sociales y económicos, y guardan relación con el colapso de los servicios de agua potable, electricidad, gas doméstico y la crisis de gasolina.
Destacaron las sector educativo y fueron protagonizadas por maestros, padres y representantes ante el anuncio de reinicio de clases presenciales sin contar con garantías sobre el derecho a la salud y a la vida.
También los jubilados y pensionados de empresas del Estado (Pdvsa, Cantv y otras) realizaron manifestaciones en el ámbito nacional para exigir pensiones dignas, protección social, servicio médico gratuito y de calidad, así como el pago de su fondo de pensiones por el que trabajaron toda la vida.
Efecto Cocuyo Con información de Mairet Chourio