Venezuela, digamos mejor, el Gobierno no fue pa´ el baile de las Américas. Se quedó como quien dice, “con los crespos hechos”. Desde 1994 que Bill Clinton instaló la primera Cumbre de las Américas, Venezuela nunca había faltado. Siempre estuvo presente “¿Estará ahora?” Era la pregunta que los políticos preocupados se hacían dado el acontecer político interno del país. ¿Quién tenía la respuesta? Indudablemente que el anfitrión Joe Biden, actual Presidente de los EEUU. A él correspondía como bien ha quedado demostrado, el negar rotundamente la invitación por violación de la Carta Democrática. En cuestiones de alta política hay que ser consecuente, salgan sapos o salgan ranas, hay que ser de una sola pieza, de ninguna manera mecerse en un chinchorro empujado por el dedo gordo del pie. El Gobierno creía que lo invitarían pues el Jefe del gobierno baila y bate muy bien la salsa, pero parece que muchos factores aparte de la OEA le pusieron abrojos en el camino. Entre esos factores estaban las ONG, por lo que estas sin preverlo están ahora, como quien dice, en ·pico de zamuro, vale decir serán puestas en tres y dos, porque la curva de adentro lleva aire de ponchado y poco o nada valen Cabrera con sus hits ni Galarraga con sus jonrones Plomo y pa´l cuartel, General Velutini. La Asamblea Nacional está ahora más que nunca, mirando con malos ojos a las organizaciones NO gubernamentales. Los diputados socialistas dicen que reciben financiamiento de otros países, lo cual es inaceptable. Reciban o no ayuda foránea, es evidente que las ONG no gubernamentales cumplen a cabalidad una tarea difícil pero loable, una labor que es bienvenida desde todos los ángulos porque hablan y hasta gritan a favor de los desasistido, a favor de los vulnerables, a favor de los que nada tienen, ni siquiera voz (AF
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