La defensa de Ramírez argumenta que la ONU y la Unión Europea mantienen que en Venezuela no se respeta el estado de derecho y se utiliza una ley contra el terrorismo para perseguir a disidentes.

La Justicia italiana mantiene en vilo la decisión de  extraditar o no a Venezuela a Rafael Ramírez, el ex zar del petróleo venezolano y quien fuera uno de los hombres más poderoso del país de la mano de Hugo Chávez.

Rafael Ramírez, ex presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) entre 2004 y 2013 y exministro de Petróleo del presidente Hugo Chávez (1999-2013), está exiliado en Italia. El régimen de Nicolás Maduro, el heredero de Chávez, lo busca bajo cargos de presunta corrupción.

Según un despacho de la agencia EFE, el abogado de Rafael Ramírez, , Roberto De Vita, espera que en un mesa salga una decisión de la justicia española acerca del pedido de extradición.

En suspenso

Este martes se celebró la audiencia en el Tribunal de Apelación de Roma para decidir sobre la solicitud de extradición de Ramírez presentada por el régimen venezolano.

El fiscal general adjunto de la Corte de Apelaciones había emitido el pasado julio un dictamen favorable, pero hoy, después de escuchar a la Defensa del exministro venezolano, «ha decidido pedir una sentencia contraria», aseguró De Vita.

«Ha sido una audiencia larga, sobre todo intensa, por los argumentos tratados y el debate», añadió el abogado italiano.

La defensa de Ramírez ha argumentado que «es necesario tomar conciencia del hecho de que la ONU y la Unión Europea mantienen que en Venezuela no se respeta el estado de derecho, que se han demostrado violaciones de derechos humanos, que Ramírez es un político perseguido».

Y también que en Venezuela «se utiliza la ley contra el terrorismo para perseguir a personas que, como Ramírez, no tienen nada que ver».

Justicia socialista

El pasado año, el chavista Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) anunció que declaró «procedente» solicitar a Italia la extradición de Ramírez. La sentencia enjuiciarlo penalmente en Venezuela por la presunta comisión de los delitos de «peculado doloso propio, evasión de procedimiento licitatorio y asociación (para delinquir)».

Ramírez, un acérrimo opositor a Maduro, argumenta que es un perseguido político de un gobierno de derecha que traiciona a Chávez.

Maduro llegó a admitir que eran ciertas unas denuncias de la oposición contra Ramírez, pero que protegieron al entonces presidente de Pdvsa y ministro «por solidaridad automática».

En la primavera (boreal) pasada, Ramírez afirmó que demandaría a Maduro y a su fiscal general, Tarek William Saab por lo que calificó como un «linchamiento moral» en su contra.

En enero de 2018, la Fiscalía venezolana había informado de que emitiría una orden de aprehensión contra Ramírez, pese a que entonces no residía en el país y no se tenía certeza sobre su paradero.

Ramírez era un estrecho colaborador de Chávez. Era responsable de la política petrolera venezolana hasta quedar relevado al frente de PDVSA en 2013 por Nicolás Maduro.

Hoy acusa a Maduro de traicionar el supuesto legado del fundador de la llamada revolución bolivariana.

El Estímulo con información de Agencia EFE