Dicho en pocas palabras, el eneagrama de la personalidad es una herramienta que nos permite descubrir cómo sentimos, cómo pensamos y cómo actuamos, ayudándonos a seguir un proceso de transformación, desde adentro y que abarque tanto nuestros hábitos como nuestros patrones de comportamiento. Sin pretender cambiar nuestro eneatipo por otro que nos guste más (lo cual es imposible), nosotros mismos podemos inducir esas transformaciones que nos harán crecer personalmente. Consideraremos, en esta oportunidad, a los ENEATIPO 5 (El Observador), con una personalidad investigadora, planificadora, perceptiva, objetiva, innovadora y distanciada.
Como parte de la tríada mental o del pensamiento, a los CINCO los motiva la Seguridad y tienen un estilo social Reservado. Se sienten más seguros retirándose: “Estaré a salvo si me mantengo apartado de los demás.” (Riso & Hudson, 1999: 55). Esta combinación de un objetivo motivador (i.e., el deseo de seguridad) de los CINCO, como integrantes de la tríada mental, con un estilo social (i.e., una postura retirada o reservada), demuestra la complementación entre los centros de inteligencia: emocional (2, 3 y 4), mental (5, 6 y 7) e instintivo (8, 9 y 1) y los llamados grupos hornevianos: humilde (1, 2 y 6), combativo (3, 7 y 8) y reservado (4, 5 y 9). Un esquema potente.
Los CINCO recurren al distanciamiento emocional, para no compartir y mucho menos llegar a involucrarse en las emociones de los demás, aumentando así su independencia y autocontrol. Investigan temas específicos con gran interés y profundidad, desconectándose del entorno. De ese modo, logran además una mayor estabilidad psicológica, al mismo tiempo que respetan la privacidad de los demás. Bajo estrés, sin embargo, pudieran inclusive intentar aislarse hasta de sus familiares cercanos, produciéndose un distanciamiento psicológico. La avaricia o codicia de privacidad, huyéndole a las exigencias sociales de la vida, es la emoción dañina de los CINCO.
Aun cuando los eneatipos se consideran universales, el componente cultural también debe ser tomado en cuenta en el análisis de las relaciones sociales. “Los analistas relacionales conciben la cultura como un conjunto de nociones compartidas que se entrelazan apretadamente con las relaciones sociales y les sirven de herramientas y coacciones, en vez de constituir una esfera autónoma.” (Tilly, 1998 :21). Por ejemplo, no es igual una discusión entre una pareja de latinos (ENEATIPO 5, ambos, para enfatizar en la importancia de la privacidad) que entre una latina y un anglosajón. El ámbito de la vida personal pudiera no interpretarse igual en ambas culturas.
En el análisis de los vínculos sociales, los CINCO llevan ventaja, por su capacidad innata: “No podemos observar de modo directo esos vínculos, solo podemos inferir su existencia a partir de cosas que son observables …” (Erickson, 2017: 284). Debe tenerse sumo cuidado, sin embargo, con las ilusiones ópticas, al percibir la realidad. En tal sentido, sirva la ilusión de Ebbinghaus como una alerta, para no confiar solo en nuestras habilidades perceptivas. Les reitero que, para aprender a establecer y mantener vínculos saludables, utilizando el eneagrama, les ofrezco una consulta totalmente personalizada, gratis, 30 minutos, por WhatsApp (1.613.890.9432) o Zoom.
Referencias:
Erickson, E. (2017). Networks and network theory: Possible directions for unification. In: Social Theory Now. Edited by: Claudio Benzecry, Monika Krause and Isaac Ariail Reed.
Riso, D. & Hudson, R. (1999). The wisdom of the enneagram: The complete guide to psychological and spiritual growth for the nine personality types.
Tilly, C. (1998). Durable inequality.
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