La posibilidad que crean tus mentiras es inversamente proporcional a la distancia donde las riegues, existen muchos refranes que colorean esta afirmación como el Quien no te conozca que te compre, para que pierda su dinero, La Hermana siniestra que funge de Vicepresidenta afirmó en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo que Venezuela pasó de importar el 80% de sus alimentos a producir un 93% de los mismos, una afirmación tan falsa como esa, sólo se puede hacer a 13 mil kilómetros de distancia donde los únicos Venezolanos asistentes sean los miembros de la comitiva de Pinochos que son llevados para hacerle tribuna a la fábrica de mentiras. Los pocos organismos medianamente independientes y no manipulados como Cavidea, Fedeagro, Ansa y otros afirman que dependemos de las importaciones de alimentos en más de un 80% y no hace falta sólo leer los indicadores, con sólo revisar su despensa podrá comprobar de lo que estamos hablando. ¾ de los productos de la cesta básica son importados aquí en el Estado Bolívar principalmente de Brasil y los pocos con sello nacional son parte de un fraude conocido por los productores-importadores como CASA Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas que importa el producto a granel y los empresarios del gobierno se encargan de empacar con sello Venezolano como si aquí se produjo y elaboro el producto. Una sola prueba basta para confirmar estas aseveraciones, pregúntenle a las madres con hijos en edad de lactancia que marca de leche en polvo adquieren y le responderán que cualquiera porque todas saben igual y es la mera verdad, las 10 y 15 marcas del mercado venden la misma leche en polvo porque viene en el mismo barco y es fabricada por la misma empresa extranjera. Así con los granos, el café, azúcar, aceite, mantequilla e incluso un producto tan criollo como la harina de maíz es producido en Colombia y países vecinos, porque las industrias fueron mudadas a países que ofrecían un poco más de garantías a los productores. Para el 2018 afirmaba El Nacional el gobierno había expropiado más de 5 millones de hectáreas de tierras productivas, las mismas fueron entregadas a cooperativas campesinas que en menos de un año habían abandonado en estado ruinoso todas sus unidades de producción, La pagina termómetro nacional afirma que el 71% de la vialidad urbana del país se encuentra deteriorada y un 95% de la vialidad agrícola, y tampoco hace falta sólo leer, quienes tienen la necesidad de viajar por carretera pueden comprobar que los quinientos y tantos kilómetros que separan nuestra Ciudad de la Capital se podían recorrer en 6 o 7 horas sin grandes sobresaltos, hoy en día se duplicaron por el estado de las carreteras, sumado a la inseguridad donde te asaltan como a las diligencias del correo los apaches en el viejo oeste. La escasez de combustible es otro drama difícil de ocultar al punto que le toco al gobierno sincerar el precio del diesel principal combustible del transporte de personas y cargas a medio dólar el litro, lo que elevo automáticamente los costos de los productos y les sumó un incremento de hasta un 40% a los productos. A este rosario de tragedias se suma las alcabalas en las carreteras que más que sitios de control se transformaron en lugares de abusos, donde decomisan, retienen o extorsionan a los productores para que puedan continuar su ruta y escuchados de primera mano afirman que un cuarto de los productos se quedan en las alcabalas para poder llegar a su destino como peaje oculto que se transformo en un mal necesario y obligado. Ante este oscuro panorama hay que ser bien caradura para realizar esas peregrinas afirmaciones que sólo la balanza comercial con otros países puede desmentir y dejar en feo a quien no necesita mucha ayuda. Seguiremos conversando. [email protected]