De los 10 casos, 7 están al sur de Maturín; otros 3 de Anzoátegui no están precisados. Los casos de la capital de Monagas fueron detectados a través de la prueba PCR. La organización recomendó en Twitter la vigilancia y la vacunación
Jesymar Áñez Nava | El Pitazo
Maturín.- Al menos 10 casos de fiebre amarilla fueron reportados por la organización Médicos Unidos de Venezuela (MUV) durante la tarde de este sábado, 2 de octubre, entre los estados Monagas y Anzoátegui. El reporte fue dado a conocer por la organización en su cuenta de Twitter @MedicosUnidosVe.
La organización precisa que, de los 10 casos, 7 fueron detectados en el estado Monagas y otros 3 en Anzoátegui, donde no fue especificada la ubicación de los afectados. En el caso de Monagas, todos los casos se ubican en la zona sur de Maturín, que es la capital del estado ubicado al oriente de Venezuela.
Médicos Unidos de Venezuela reportó que un afectado fue detectado en la población rural de Caratal de El Tigre, que está situado a cuatro horas de la zona rural, el equivalente a 154 kilómetros. En esa misma localidad fue detectado un caso de fiebre amarilla en dos monos, uno araguato y otro capuchino.LEE TAMBIÉN
16 estados siguen en alto riesgo de transmisión de fiebre amarilla
Los otros seis casos están en la población rural de Amana del Tamarindo, a 95 kilómetros o el equivalente a 45 minutos de Maturín. En ese mismo poblado otros dos monos araguatos presentan la enfermedad. Los siete casos fueron detectados a través de la prueba PCR.
La organización recomendó en Twitter la vigilancia de los síndromes febriles íctero hemorrágico, la vacunación en áreas de alto riesgo, así como la vigilancia de epizootias, que la Real Academia Española define como una enfermedad que “acomete a una o varias especies de animales por una causa general y transitoria, y que equivale a la epidemia en el ser humano”.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), la fiebre amarilla es causada por un virus que se transmite por la picadura de mosquitos y es común en Sudamérica. Los síntomas aparecen entre los tres y seis días desde que se produce la picadura.