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Medición del capital social en las comunidades, urbanas y rurales. Por José María Rodríguez, Ph.D.

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El Banco Mundial creó una herramienta, muy útil, para la medición del capital social (estructural y cognitivo), a nivel de la micro (individuo) y meso estructura social (incluye a las organizaciones locales y las redes informales); particularmente provechoso para el diseño e implementación de proyectos de desarrollo (Grootaert & Van Bastelar, 2002), permitiendo la recopilación de datos demográficos y socioeconómicos. El capital social, creado a esos niveles, contribuye a mejorar el funcionamiento de las instituciones del Estado y a la buena gobernanza (nivel macro de la estructura social), con relaciones eficientes entre los entes gubernamentales y la sociedad civil.

El alcance del “Cuestionario Integrado para la Medición de Capital Social” (en inglés: Integrated Questionnaire for the Measurement of Social Capital) de Grootaert, C. et al. (2004) incluye a los  grupos, redes de asociaciones horizontales y verticales, valores y la confianza mutua. Además, la aplicación repetida del instrumento, al comienzo y durante la ejecución del proyecto, permite su monitoreo y evaluación continua. Otro aspecto a considerar, para el éxito de iniciativas sobre medición de capital social comunitario, es la participación en actividades realizadas de manera  colectiva y no individualmente, por parte de los integrantes de la comunidad, lo cual puede variar de un país a otro. El estudio debe adaptarse a las preferencias de los miembros de la localidad.

Es curioso, pero en zonas rurales, al norte de India (lo mencionamos sólo a modo de ejemplo),  las enfermedades de los cultivos son controladas con el esfuerzo de la comunidad, pero no así la cosecha. Entonces, de acuerdo a lo recomendado por el Banco Mundial, en ese contexto, se debe estudiar el comportamiento social y las redes que intervienen controlando enfermedades, por tratarse de una actividad realizada por un colectivo. Por el contrario, como cosechar se hace individualmente, no sirve para los propósitos de la investigación. Estudiando la organización de la comunidad, in situ, es la única manera de determinar cuáles son esas actividades apropiadas..

En el otro extremo, está la medición de capital social en zonas urbanas y podemos ejemplificarla con los informes que la Fundación Toronto realiza en esa metrópolis de Canadá. A otra escala, cabe destacar estudios en comunidades urbanas de variados tamaños, en países en vías de desarrollo, en América Latina, y países muy pobres, en Africa. En todas estas situaciones deben hacerse las adaptaciones a las herramientas utilizadas, tomando en cuenta las variaciones de tipo histórico, social y cultural. Igualmente, con respecto a la selección cuidadosa de métodos cualitativos y cuantitativos pertinentes, para cada contexto (familiar, comunitario e institucional).

Con la Tecnología Social SAI, podemos analizar la información recopilada con el “Cuestionario Integrado para la Medición de Capital Social” (Grootaert et al., 2004), contenida en los siguientes  módulos: 1. Grupos y redes (tamaño, diversidad y utilidad); 2. Confianza (generalizada y en tipos específicos de personas) y  solidaridad; 3. Acción colectiva (alcance, tipo de actividades emprendidas colectivamente y disponibilidad para participar) y cooperación; 4. Información y comunicación (acceso); 5. Cohesión social (sociabilidad) e inclusión (en todos los ámbitos); y, 6. Empoderamiento (capacidad de tomar decisiones) y acción política. En resumen, se trata de una herramienta poderosa que puede y debe ser adaptada, según las exigencias de la realidad.

Referencias:

Grootaert, C. & Van Bastelar, T. (2002). Understanding and measuring social capital: A multidisciplinary tool for practitioners.
Grootaert, C. et al. (2004). Measuring social capital: An integrated questionnaire.

Para descargar la versión más actualizada del libro completo (incluyendo todas las columnas publicadas a la fecha), haz clic en el siguiente enlace: Capital Social, José María Rodríguez, Ph.D.