El 4F de 1992, un grupo de militares se alzó contra el entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez. La intentona golpista, que fracasó, estaba encabezada por los llamados comacates. A 31 años de esta fecha, el oficialismo convocó a sus seguidores a marchar en Caracas para seguir «luchando por la independencia y soberanía de la patria»
«Compañeros, lamentablemente por ahora los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros acá en Caracas no logramos controlar el poder», dijo hace 31 años (4 de febrero de 1992) el expresidente Hugo Chávez Frías tras la intentona de golpe de Estado contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, encabezada por él y acompañada por otros cuatro comandantes.
Este sábado, desde el patio de la Academia Militar en Los Próceres, el mandatario Nicolás Maduro denunció que «unos pequeños grupos financiados por los gringos están pretendiendo dividir nuestro poderoso movimiento de unión cívico-militar».
Añadió que estas personas se están «disfrazando de chavistas» y, aunque no dio mayores indicaciones sobre quién o quiénes podrían ser estos individuos, agregó: «Fue ministro y terminó vendiéndole el alma al diablo y pretende confundir al pueblo».
Ante esta situación de engaño dentro de las filas del oficialismo, Maduro pidió al pueblo «desenmascarar y enfrentarlo con la verdad»; así como unir fuerzas para dar la batalla con el espíritu original del 4F de 1992; que a su juicio fue la fecha que «trajo el espíritu de rebeldía, la unión cívico-militar, y la dignidad nacional; que ha sido rescatado hasta nuestros días».
Nicolás Maduro también indicó que tras ese intento de golpe de Estado, el pueblo venezolano «despertó para rechazar el modelos neocolonial imperialista que se pretendía imponer a Venezuela».
«Nos alzamos contra el imperialismo norteamericano»
En horas de la mañana, desde el Cuartel de la Montaña, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y quien también participó en ese intento de golpe de Estado, dijo que en ese entonces, «nos alzamos, algunos sin saberlo, contra el imperialismo norteamericano, que era quienes gobernaban este país; este país había sido entregado al Fondo Monetario Internacional (FMI)».
También indicó que en esa época el pueblo venezolano estaba sumergido en la miseria que era provocada por la entrega de las riquezas del país a potencias y trasnacionales extranjeras.
Cabello aseguró que entre los años 1991 y 1992 en el país más de 90 líderes fueron asesinados como respuesta a políticas de gobierno de lo que ellos llaman la cuarta República y condenó que no se viera a la «OEA (Organización de los Estados Americanos) pidiendo la libertad de nosotros, jamás vimos a la embajada norteamericana pronunciándose sobre el estado de salud nuestro, preocupándose por el pueblo de Venezuela».
Pese a que no hay nada qué celebrar, varios dirigentes del oficialismo convocaron para este sábado 4F a sus simpatizantes a marchar en Caracas. La movilización fue denominada: «¡Gran Marcha 4F: Por ahora y para siempre!» para recordar la «fecha que partió en dos la historia de Venezuela» y también para «luchar por la independencia y la soberanía de la patria»; según expuso Cabello.
La marcha partirá desde dos puntos: Zona Rental, en las inmediaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y desde la avenida Nueva Granada, y llegó al patio de la Academia Militar en Los Próceres.
El golpe de Estado en contra del entonces presidente Carlos Andrés Pérez se fraguó en la clandestinidad por el Movimiento Bolivariano 200 (MBR-200), organizado desde el interior de las Fuerzas Armadas. Los golpistas iniciaron su rebelión a las 12 de la madrugada del 4F con un ataque al Palacio de Miraflores; sin embargo, los venezolanos no salieron a las calles a apoyar este golpe como pedían los militares alzados.
Las cifras oficiales dicen que tras esta intentona, 32 personas fallecieron; pero otras fuentes como el diario Últimas Noticias publicó en esos días que la cifra de muertos pasaba de 100. Por su parte, Fernando Ochoa Antich, quien era Ministro de la Defensa, relató que ese día se registraron 39 muertos.