Durante más de 20 años el clan Chávez ha tenido en sus manos el poder político en Barinas. Y no están dispuestos a soltarlo. Pero entre ellos hay profundas diferencias sobre quién merece gobernar en la región y están enfrentados en una disputa que difícilmente quedará zanjada con las primarias del Psuv

Francisco Olivares

Uno de los protagonistas del conflicto que se ha hecho público entre dos hermanos de la dinástica familia Chávez en Barinas es Narciso “Nacho” Chávez, actual alcalde del municipio Bolívar. Su hijo, Hugo Chávez Terán, se enfrenta a su tío, Argenis Chávez, en competencia interna para aspirar a la candidatura a la Gobernación. Ambos contrincantes han desplegado sus “atributos” a la hora de competir por el cargo; ya no por las obras a favor de los ciudadanos, sino por la extrema intolerancia que anida en el chavismo cuando hay divergencias. En este caso ya no se puede aplicar aquella máxima que reza “todo queda en familia” para ocultar la esencia de esta sucesión que ha dominado la región llanera por 21 años.

No se trata de una divergencia de ideas en función de cuál camino es mejor para favorecer el desarrollo de la región, sino de una simple lucha por el poder y el acceso a sus privilegios.

La imagen que exhibe en este momento Barinitas, capital del municipio Bolívar, de uno de los bandos enfrentados, es una calle desolada, a unas cuantas cuadras de la Alcaldía, en la cual destaca un largo tubo fracturado que emerge en la vía rota por donde se derrama el agua que debería llegar a las viviendas del poblado que dicen representar. Una escena paradójica para esta gente que suele ser víctimas de las inundaciones por los ríos que las circundan.

El resto de la entidad llanera, en donde gobierna el otro oponente, no es diferente. Sufrió la expropiación de 700 mil hectáreas de fincas productivas, padece de interrupciones constantes del servicio eléctrico, escasez de gasolina y diésel, lo que dificulta trasladar los productos agrícolas, y muchas zonas viven bajo el azote de guerrilleros, grupos armados y colectivos que los extorsionan o están detrás de sus tierras.

El tío «corrupto»

Barinas resultó ser el estado en donde los Chávez dirimen sus diferencias sin tapujos: “Declaramos que en Barinas se va a ir tanto odio, tanto miedo desbordado y va a estar en Barinas nuevamente el amor en cada calle y el amor en cada comunidad. ¡Qué viva el amor y qué viva la patria libre!”, exclamó el joven diputado Hugo Chávez Terán, aspirante a candidato a la gobernación, luego de una trifulca entre seguidores de ambos bandos ocurrida recientemente: los partidarios del actual gobernador, Argenis Chávez, y de su sobrino, Chávez Terán, se enfrentaron a golpes en el complejo de la Misión Vivienda Ciudad Tavacare, donde coincidieron en una actividad de precampaña.

Como suele ocurrir cuando se producen eventos de opositores, al lugar en donde se encontraban los seguidores de Hugo Chávez Terán se presentaron grupos de los llamados “colectivos armados”, presuntamente ligados a la gobernación, según asistentes, para disolver el evento político. A la par de las golpizas e insultos, también salieron a relucir armas de fuego. Testigos aseguraron que hasta disparos aderezaron la trifulca.

El evento ocurrió frente a la mirada indiferente de los miembros del Destacamento 331 de la Guardia Nacional quienes evitaron ponerse de parte de alguno de los bandos, según reportes de los medios locales.

Desde las emisoras de radio regional Hugo Chávez Terán señaló al gobernador, su tío, de corrupto; mientras el mandatario regional lo descalifica por su inexperiencia y asegura que solo obedece las instrucciones de su padre, Narciso Chávez.

Los enfrentamientos protagonizados entre los hermanos Argenis Chávez, gobernador, y el alcalde Narciso Chávez, junto a su hijo, Hugo Chávez Terán, tienen una larga historia conflictiva que se desató mucho antes de esta disputa por la gobernación y que se profundizó con el arribo de Narciso a la alcaldía del municipio Bolívar. Es una lucha por el poder y el control de la entidad llanera.

Estas fuertes disputas durante la precampaña, que a veces terminaron en golpes como ocurrió entre chavistas en Charallave, estado Miranda, en descalificaciones como en Carabobo y Zulia, en Barinas cobran especial importancia por tratarse de la “cuna” de la revolución.

Hugo Chávez Terán es sobrino del “comandante eterno”, de quien obtuvo su nombre y apellido, por lo que su aspiración a lograr la gobernación de Barinas es un propósito que siente merecer: es representante de la tercera generación, en una región que lleva 21 años gobernada por dos generaciones de los Chávez. Su nombre y su sangre –eso cree- lo consagran como lógico heredero.

Su tío Argenis Chávez es la única barrera que se interpone a su aspiración. Luego de haber gobernado el estado desde 2017, aspira a estirar su gestión por dos o tres períodos adicionales tal como lo hizo su padre, el maestro Hugo de Los Reyes, quien fue gobernador desde 1999 hasta el 2008 en tres períodos; su hermano mayor Adán Chávez, quien ocupó el puesto desde noviembre de 2008 hasta enero de 2017 en dos períodos y ahora es el embajador en Cuba y responsable de la importante alianza con el castrismo.

Estos meses de precampañas dentro del chavismo han mostrado que dirimir las diferencias entre socialistas dialogando y sometiéndose al escrutinio del voto es un concepto que solo existe en los manuales del partido que claman tolerancia, autocrítica y respeto a las diferencias y que manifiesta que las campañas “deben ser amorosas, respetuosas, alegres y enaltecedoras de los valores del PSUV”. Promesas que como aquellas de la “máxima felicidad del socialismo” quedan solo para ser impresas en grandes pancartas en los eventos propagandísticos.

La pobreza como símbolo

El baluarte familiar de los Chávez tiene como centro a Sabaneta, ubicada a 25 kilómetros al noreste de Barinas. Es el símbolo de la revolución. La promoción de la figura humilde promovida por Hugo Chávez con las historias de su “precaria” infancia tiene como emblema la casa donde Chávez fue criado por su abuela paterna, Rosa Inés. Si bien el símbolo permanece en una calle de Sabaneta, el comandante eterno y sus herederos levantaron sus refugios en la entidad en fincas como “La Chavera”, “La Martinera”, “Santa Lucía”, o “La Malagueña”, y en algunos predios expropiados que maneja la gobernación.

La alcaldía de Sabaneta también contó con la jefatura de uno de los seis hermanos Chávez, Aníbal, desde 2004 hasta que falleció en 2016. Desde su militancia en el MBR200 tuvo conflictos políticos con sus hermanos y su carrera la vivió en ese refugio de Sabaneta.

Los hermanos enfrentados

Argenis, el menor de los hermanos, y Adán, el mayor, siempre estuvieron enfrentados por el poder político en Barinas. Una disputa que Hugo Chávez trataba de mantener a raya y en familia.

El conflicto se inició desde que Hugo llegó al poder. Argenis regresó de Caracas a su estado natal para ponerse al frente del movimiento político que comenzaba a florecer. Luego, como secretario de la Gobernación bajo la conducción de su padre, inició su poder regional y reiteradamente se le señalaba de adjudicar contratos a sus allegados y socios. Adán intentaba sacarlo de la gobernación; pero contaba con la protección de sus padres.

Al salir del cargo Hugo de los Reyes, Argenis vio truncada su postulación como gobernador cuando el presidente impuso a su hermano mayor, quien desmontó toda las operaciones establecidas por Argenis durante esos años incluyendo a sus aliados de confianza.

En 2011 Argenis fue designado como viceministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec, cargo que ocupó hasta la muerte de Hugo Chávez en marzo de 2013. Ese año fue designado por Nicolás Maduro como director ejecutivo de la Magistratura donde tuvo la responsabilidad de administrar los recursos del Poder Judicial hasta que logró la postulación para gobernador de Barinas, tras la salida de su hermano Adán.

La guerra actual

Narciso Antonio Chávez Frías es alcalde del municipio Bolívar, al noroeste de Barinas desde diciembre de 2017. Antes de que su hijo se lanzara a la precampaña interna, entre Narciso y el gobernador Argenis se habían generado conflictos de diversos orígenes. Uno de ellos estuvo vinculado al tema de las invasiones a fincas productivas en la región sobre predios previamente reconocidos por el Instituto Nacional de Tierras. El gobernador Argenis Chávez intentó detener a grupos de invasores que, según señalamientos de la Federación Campesina y las asociaciones de productores, eran promovidos desde la alcaldía Bolívar que dirige Narciso.

Uno de esos casos ocurrió en la finca “Paraíso”, ubicada en el municipio Barinas, donde se instalaron a la fuerza 35 invasores del grupo “Frente Campesino Aguas Blancas Las Vacas”: según las denuncias, dos de sus líderes seguían órdenes de la alcaldía de Bolívar.

Recientemente Argenis había declarado que no aceptaría más invasiones en Barinas. Según han denunciado Asobarinas y la Federación Campesina, los grupos están conducidos por Lesbia Solórzano, cabecilla de colectivos, a quien le atribuyen al menos 240 tomas de fincas. Según fuentes consultadas de la región esta activista se mueve a sus anchas por el estado y cuenta con apoyo de altos jefes del chavismo, entre ellos el alcalde de Bolívar. La realidad es que las invasiones no han cesado en Barinas y estos grupos colectivos siguen operando.

Solo el poder

En un escenario en el que la oposición unitaria no define su rol en este proceso electoral, de mantenerse la idea abstencionista de la mayoría opositora, solo participará la mitad del electorado en los comicios regionales. Ello favorecería el control de las regiones por parte del chavismo, a pesar del descontento generalizado en la mayoría del país.

Esta circunstancia deja sin efecto el hecho de que 84,1% del país piensa que es necesario un cambio político (Delphos), lo cual implicaría la salida del chavismo del poder. Al no tener un rival enfrente y no tener ni necesitar un discurso de ofertas sociales para la población que padece de una crisis humanitaria, en el chavismo crecen los grupos internos que se disputan el manejo del poder como prioridad. Un mecanismo para garantizar privilegios.

La ideología, las ofertas de cambio, el progreso o el sueño del mar de la felicidad socialista, solo han quedado como símbolo en el olvidado pueblo de Sabaneta de Barinas. La “guerra” de la familia Chávez es la punta de un proceso de deterioro que abarca todos los aspectos de la vida política y ética del país que muestra su epicentro en esa cuna de la revolución.