Durante su entrevista con Crónica.Uno, Delsa Solórzano aseguró que aspira a crear un país de oportunidades para toda la población. Aseguró también que espera poder dirigir al país durante la transición a la democracia, alertando que es “mentira” que los problemas del país se van a solucionar en un solo día tras la salida de Maduro del poder.
Caracas. Delsa Solórzano es una política que ha sido constante en la lucha por los derechos humanos y por la libertad de los presos políticos durante su período como diputada de la República, en la Asamblea Nacional electa en el 2015.
Ahora, como aspirante a la presidencia en las elecciones primarias de la Plataforma Unitaria, Solórzano busca conseguir el apoyo de la población aprovechando su manera de hacer política, la cual, dijo, “debe ser humana” y no “mecánica”.
Entre sus planteamientos de cara a tomar el poder está promover leyes ante el Poder Legislativo que generen la confianza necesaria para que empresas extranjeras inviertan en el país. Esto además de recuperar la noción de que el gobierno debe generar oportunidades para que sus ciudadanos se puedan desarrollar en la vida. Insistió que además de ser liberal, cree que el gobierno debe asegurar salud y educación de calidad para todos los ciudadanos.
A continuación, la entrevista completa de Delsa Solórzano para Crónica.Uno:
¿Hasta ahora cómo siente Delsa Solórzano que se ha llevado a cabo el tema de la Primaria y cómo le ha estado yendo?
—Tiene dos aristas, por un lado están los aspectos técnicos y cómo se dio el proceso para tener una primaria en Venezuela. Lo primero fue un debate interno en la Plataforma Unitaria con distintas posturas de organizaciones políticas donde algunas ni siquiera querían que hubiera una primaria porque tienen unos criterios distintos; y otras no solo insistíamos en la primaria como el único mecanismo real de participación para la gente para poder elegir quién es la persona que va a luchar por elecciones, porque para mí la cosa es más compleja que ser el candidato o la candidata.
Esa fue la primera etapa del proceso, Encuentro Ciudadano fue muy firme en cuanto a la necesidad de escoger a la persona abanderada a través de la primaria organizada por la sociedad civil, presionamos por una Comisión de Primaria y se acordó por unanimidad luego de largos debates porque había quienes propusieron que fuera por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
De hecho, nosotros habíamos propuesto una primaria a dos vueltas para garantizar una mayor legitimidad de la persona abanderada. Esa propuesta nuestra fue derrotada así como las otras fueron aceptadas. Luego en cuanto a esta etapa, que yo no diría que es de campaña, técnicamente la campaña no ha comenzado; en el caso del partido, es un contacto de formación con la gente, siempre estoy en la calle, no lo hago porque estoy poniendo mi nombre en la primaria sino porque es parte de mi actividad política cotidiana. Te puedo decir que no tengo cómo darle las gracias a la gente por el cariño, el afecto, por no perder la esperanza e incluso por ser un poco esa gasolina que uno necesita para seguir adelante.
Qué tanto se apoyan Delsa Solórzano y Encuentro Ciudadano en esta energía de la gente y cómo siente que el partido se ha desempeñado hasta ahora?
—Más allá del partido, que evidentemente es fundamental y es el núcleo de organización de todo esto, yo me sustento en la gente. Simplemente lo necesito. Necesito ese contacto directo, esa cercanía con la gente, la política es un acto humano, qué pena con quienes lo ven como un acto mecánico, ¿sabes? La típica campaña de tener que ir a la calle a hacer algo porque sí, para mí, la política es un acto humano que hacemos por otros seres humanos y yo necesito ese contacto, para mí es algo imprescindible, por eso siempre me ven en la calle a lo largo de 24 años. Además, eso te permite dejar pegada la oreja en la tierra y saber lo que sufre el país, entendiendo que la pobreza rural y la urbana son distintas, que las necesidades de la gente del municipio Sucre del estado Miranda son distintas a las necesidades de la gente de Capatárida en Falcón y estas, a su vez, distintas a las de Tucupido en Guárico y que no es verdad que la escasez de la gasolina es igual en Bolívar que en Táchira, Lara o Trujillo.
Ese día a día con la ciudadanía creo que es imprescindible para el ejercicio de la política que debe estar al servicio de la gente y no al revés. Y luego, Encuentro Ciudadano, que es el partido más joven de la Plataforma Unitaria y de las fuerzas democráticas, cuando nosotros fundamos el partido nadie apostaba medio por la organización, por varias razones. Hoy es Día Internacional de la Mujer (entrevista del 8 de marzo), todavía hay mucha discriminación.
De hecho, voy a volverlo a contar para que a ese periodista le dé pena: cuando estábamos fundando Encuentro, un periodista me llamó a preguntarme si iba a fundar un partido de mujeres; yo le pregunté si esa pregunta se la había hecho al último partido que se había fundado antes de nosotros, estoy segura de que no le preguntaron si iba a ser un partido de hombres.
¿Cuáles son las principales fortalezas y cuáles son las debilidades de Delsa Solórzano como candidata?
—Una de las primeras fortalezas es que tenemos un programa de gobierno, que además tenemos más de cuatro años trabajándolo, porque hay que entender que cuando se sale de un sistema antidemocrático o cuando se pasa de un proceso de conflicto a uno de paz, como por ejemplo Colombia (…), ese período que viene inmediatamente es transición.
No es verdad que mañana cae la dictadura y mañana mismo hay agua, luz, volvieron los venezolanos, se acabó el problema con el salario, eso no es verdad, hay que construirlo porque en Venezuela no hay un sistema de justicia, porque hay que reestructurar la administración pública, hay que liberar presos políticos, todo eso hay que construirlo y eso se llama transición.
El programa de gobierno nuestro está construido sobre esas bases, evidentemente, de ahí surge el área productiva, la petrolera, lo económico, la salud, la educación, etc. ¿Cuál creo yo que es la debilidad de los programas de gobierno en general? Que yo siendo, y lo digo con sinceridad, tal vez hay muchos candidatos que no entienden esto, por ello ponemos a la orden de la Unidad nuestro plan de gobierno. Yo espero ganar la primaria, pero lo que estamos haciendo no es por mí, es por el país.
A propósito del Día Internacional de la Mujer ¿Qué puede decir Delsa Solórzano sobre lo que es ser una mujer que aspira a la presidencia en un país que históricamente ha sido gobernado solo por hombres?
—Es muy difícil. A veces uno se siente con un enorme peso sobres los hombros porque ves a las mujeres en la calle luchando al mismo grito de aquellas mujeres en honor al cual hoy se conmemora el Día de la Mujer: pan y paz.
Hoy seguimos exigiendo pan y paz las mujeres en la calle, hoy las mujeres en Venezuela no tienen igualdad, no es cierto, por eso de mí no escuchan “Feliz Día de la Mujer”, eso no me lo van a escuchar a mí. Yo les reconozco a las mujeres el trabajo y su lucha, las mujeres tenemos la vida más difícil, de eso no se habla, parece no importarle a nadie pero es la verdad.
En Venezuela todavía hay discriminación por razones de género. En Venezuela la brecha salarial es una realidad, las mujeres hacen cuatro veces más trabajo por el mismo salario que recibe un hombre por una parte del trabajo que hace una mujer. Se dice que las “mujeres son multitareas”, dicen eso, “es que sirven para todo”, eso es una excusa, sí somos multitareas, claro, podemos con todo porque somos así, pero no es una justificación para que te paguen menos por hacer el doble de trabajo que los demás y eso pasa en el país.
Mira, yo soy presidenta del Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición, y si alguna cosa encontramos año tras año en las encuestas es que el hambre en Venezuela tiene rostro de mujer, en el hogar venezolano quien come menos es la abuela, si hay abuelo y abuela, come menos la abuela porque “el hombre necesita más fuerza”, si hay hombre y mujer en la casa, come el hombre que sale a trabajar y la mujer pasa hambre; si hay niño y niña en la casa, privilegian la educación del niño entre otras cosas porque a la niña le viene la menstruación una vez al mes y esa semana que pasa la niña con la menstruación la pasa en la casa porque no hay dinero para comprar el paquete de toallas sanitarias, esas cosas pasan en nuestro país hoy.
Como diputada se destacó por su trabajo en apoyo a presos políticos, siendo presidenta ¿cómo abordaría este tema, la justicia y reparación, y con los funcionarios responsables?
—Ayer alguien me preguntaba cuál sería mi primer decreto: la libertad de los presos políticos, eso para mí no tiene duda, es así. Hay que establecer un mecanismo de transición, eso tiene que ser inmediato, ojalá mañana, sin esperar tanto, no hubiera presos políticos, ojalá los liberaran ya.
Hoy hay presos políticos que están en aislamiento, no diré nombres porque los vuelven a castigar. Hay familiares de presos políticos que están pasando trabajo, que cuando regresan a casa no tienen comida en la nevera. ¿Quién resarce a la víctima? Debe hacerlo el Estado, que es el mismo que está causando el daño y ojo, diferenciando el Estado del Gobierno.
Algún día espero que en Venezuela podamos debatirlo a profundidad. Ahora bien, todos los mecanismos de reparación están asociados a los procesos de justicia transicional y eso tiene que llevar a dos cosas: la reconciliación nacional y al establecimiento de la memoria histórica para que no se repitan hechos como los que estamos viviendo; ahora, nada de esto es posible sin justicia, yo me refiero a justicia y no a venganza, que son cosas distintas. Hay que hacer justicia, la justicia transicional establece mecanismos para esto, pero todo el que haya cometido un crimen de lesa humanidad tiene que responder ante la justicia, lo contrario es impunidad.
De presidente ¿cómo sería la relación con el pueblo chavista que pudiera interpretar la aplicación de justicia como persecución a sus dirigentes?
—Yo no creo en la persecución política. A usted lo persiguen cuando usted es inocente y no ha hecho nada. Yo no quiero un país así, un país así es el que tenemos hoy y queremos cambiar las cosas. Ahora bien, el que cometió un delito tiene que responder ante la ley por ese delito, son cosas distintas.
También quiero distinguir al pueblo, a la ciudadanía con distintos colores de camisa, de los jerarcas que además los utilizan para sostenerse en el poder, los que dijeron que era bueno tener hambre y estar desempleado, mira las consecuencias hoy, ese pueblo que creyó en una ilusión ¿los voy a condenar porque yo nunca creí en eso? Yo nunca fui chavista, más allá de las guerras sucias que hay por ahí, nunca fui chavista.
Un amigo mío me decía cuando (la oposición) éramos minoría, porque en su momento fuimos minoría, Chávez fue mayoría cuando llegó, yo era una estudiante cabeza caliente y mi amigo me decía: “Delsa, hay que entender que hoy no tenemos la mayoría pero que hay que trabajar en ese pueblo chavista para que entiendan que este sistema es un error y va a llevar a la pobreza porque si no, nunca seremos mayoría, sino que seremos los mismos cada vez más molestos”.
Es así, hoy la mayoría que somos en el país, los que creemos en el cambio democrático es porque estamos: los que siempre hemos sido opositores al régimen y los que alguna vez no lo fueron. Hoy todavía hay un pueblo chavista ¿No se les va la luz? Hace dos días hubo un bajón de luz que me quemó la nevera en la casa, es una cosa loca pero pasa aquí. ¿cuando se me va la luz solo se me va a mí? Bueno a los enchufados no porque tienen planta eléctrica. La escuela es la misma para todos, la escuela sin agua, sin pupitres, es la misma para el que se puso la camisa roja, para el que la tiene azul o amarilla. Tenemos la obligación de trabajar por un Estado de derecho para todos por igual, incluyendo a los que piensen diferente.
En lo económico ¿Qué medidas tomaría Delsa Solórzano y cuáles serían sus principales medidas para resolver la crisis?
—Entender la separación de poderes es fundamental. A veces se escucha gente hablando como si fueran candidatos a alcalde o a diputado a la Asamblea Nacional y yo soy candidata a la presidencia. Hay que entender las funciones de un presidente que tiene que sustentar su gobierno en la separación de poderes y sus competencias. En el marco de esas competencias tiene la capacidad de promover leyes al Poder Legislativo que tiene que ser independiente y debe debatir las leyes conforme a las reglas parlamentarias.
Creo que hay que generar seguridad jurídica para la inversión privada en Venezuela ¿Cómo se genera? Con leyes, y en ese sentido no puedo evitar mi cultura parlamentaria, fui una de las diputadas que más leyes produjo en la Asamblea de 2015. Hoy las seguimos produciendo y están en el banco legislativo, tenemos más de 300 proyectos de ley para esta etapa de transición que buscan generar seguridad jurídica, porque si la economía se sustenta en la confianza ¿de dónde sale esa confianza? No es un hecho etéreo porque no es una confianza humana, es una confianza que se tiene que sentar en una base real y son las reglas claras de juego.
Tiene que haber un Estado que garantice la propiedad privada y la libre empresa, ahora una que tenga reglas y que con base en esas reglas se garanticen derechos laborales, nunca vamos a tener empleo productivo si no hay una empresa que también sea productiva. Hoy emprender e invertir en Venezuela es una aventura, tú no sabes si mañana le da un ataque de caspa a la dictadura y te quitan lo que produjiste y te hacen cosas como lo que le hicieron en una oportunidad a una empresa de cereales (Kellogs) que le quitaron la fábrica y además siguen usando su marca y sus cajas, eso es una barbaridad.
¿Quién puede invertir en un país así? Quedan algunas empresas aquí, algunas, muy pocas. Algunas de las que están invirtiendo, ojo no se puede generalizar, pero cuando se ven esas inversiones burbuja ¿eso de quién es? Porque ves por todos lados restaurantes gigantescos y comercios gigantescos y que quiebran a los tres días ¿eso qué es? Y todo amparado por el régimen para generar la ficción, como la quieren generar con esos muñecos de Inteligencia Artificial, que Venezuela se arregló. Venezuela no se va a arreglar hasta que no haya un cambio de sistema. Luego, yo no creo en la Venezuela rentista, el rentismo nos trajo hasta donde estamos hoy, a la esclavitud.
¿Y en lo social qué proyectos le gustaría apoyar y desarrollar?
—Hay cosas que como las perdimos hace tanto tiempo, 24 años son dos generaciones, las hemos ido perdiendo de manera progresiva y es como el cuento de la rana en el agua fría que calentaron el agua poco a poco hasta que hirvió. Generar oportunidades es esencial, me dirán que es retórica y no. Yo estudié en una escuela pública, en un liceo público y en una universidad pública y cuando llegas a la maestría en la Universidad Central de Venezuela es cuando empiezas a pagar una cosa simbólica. Se puede decir que el Estado le dio a una niña como yo la misma oportunidad de estudiar, de tener una carrera universitaria, título de tercero y cuarto nivel, que a un niño que viniera de un colegio privado.
Eso es igualdad de oportunidades, tener igualdad de oportunidad en la educación, que no importa si estudiamos en un colegio privado o una escuela pública. Yo soy liberal, pero en lo que sí se tiene que meter el Estado necesariamente, obligatoriamente, es en salud y educación (…) Uno ve las cosas en la perspectiva que te afecta a ti, si uno va a un hospital como pacientes y no hay insumos es un horror, pero ya va, es que el médico no tiene salario digno tampoco. Entonces tienes médicos que hacen labor patria. En Falcón una médico me decía que su familia había hecho un gran sacrificio para que estudiara Medicina, era una familia humilde y preciosa, esa gente humilde, venezolana, que le echa pichón a la vida y me dijo que se estaban haciendo vaca para que pudiera ir al hospital porque el sueldo no le alcanza para el pasaje, y que cuando llega al hospital no hay insumos. La moneda tiene siempre dos caras, una es la cara del médico que no tiene cómo sanar y eso es responsabilidad del Estado.
¿Por qué Delsa Solórzano es la mejor candidata a la presidencia?
—Porque uno. Porque articulo. Porque creo realmente que es necesario que el talento de la Venezuela de bien se sume para reconstruirla. Porque tengo un programa de gobierno real, no soy populista, de mí no van a escuchar lo que quieren oír, sé que es completamente anticampaña, pero yo soy así, de mí no van a escuchar lo que quieren oír sino lo que es. Estoy cansada de que me vendan fantasías, que me digan que la cosa es para mañana y entonces uno cree que hay algo por detrás que uno no conoce, pero no, estoy cansada de que me mientan. Porque tengo un gran equipo de trabajo y porque así como he cuidado a mi hijo como madre venezolana, dándole amor y criándolo en dictadura, quizás al principio como el hombre de La vida es bella, luego entendí que había que decirle a los niños las cosas reales para que él vea las cosas como son y lo que enfrenta su madre. Con ese mismo amor quiero cuidar a Venezuela.
Crónica Uno