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En memoria de la inolvidable Madre Rita María de Lourdes

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Ricardo Hospedales

El lunes 29 de mayo de 2023, se realizó un modesto y sencillo homenaje a la inolvidable Madre Rita María de Lourdes, en ocasión del 40º aniversario de su encuentro definitivo con Dios. La Celebración eucarística fue presidida por el Pbro. Ricardo Ramos, quien al momento de la homilía, leyó las palabras que Mons. Crisanto Mata Cova pronunció el 30 de mayo de 1983, en las exequias de la insigne consagrada.

También recordó a las religiosas Lourdistas fallecidas, que a lo largo de 86 años, prestaron servicios en esta ciudad y a los benefactores que apoyaron a estas religiosas; hizo mención especial de la Sra. Aida Sebastiani de Tomasi y Josefina Bello de Wulff, que hoy también se conmemoran sus defunciones.

Al concluir la santa Misa, los asistentes se dirigieron a la Gruta de la Virgen de Lourdes en la parte baja de la Capilla, donde reposan los restos mortales de Madre Rita; allí, dos niñas de la Escuela “Bolívar”, ofrendaron ante su tumba, un hermoso ramo de 40 rosas blancas (aporte de alumnas, exalumnas, docentes, peregrinos y benefactores de ésta hermana Lourdista). Seguidamente, el sacerdote entonó un sentido responso.

Después intervino la Prof. Lourdes Maestracci, vivamente emocionada, manifestó su complacencia por estar allí, testimoniando su agradecimiento a la Madre Rita, y a todas las religiosas que pasaron por esas instituciones. Destacó haber estudiado allí, cuando funcionaba en la casona del Libertador. Recordó a su pariente, Petrica Burgos (de Núñez) una de las primeras niñas del Orfanato y Escuela “Bolívar”, que durante su vida, al igual que otras muchas mujeres, se esmeró en retribuir todo el saber y afecto recibido por estas religiosas.

También habló la Prof. Consuelo Inés (exalumna, interna, docente y amiga del Orfanato y la Escuela “Bolívar”; y actualmente, benefactora de las Hermanas Lourdistas), sus palabras estuvieron dirigidas a los alumnos presentes, a quienes hizo una breve semblanza de la Madre Rita, y los invitó a conocer más de ella, al igual que de la Madre Enriqueta, fundadora de la Congregación Lourdista, para tener presente siempre, el sentido humano y cristiano que inspiró, y ha sostenido por años, la institución que hoy los alberga y los prepara para en el futuro. Para finalizar, se entonó el “Ave de Lourdes”, canto emblemático de ésta Congregación y los Peregrinos de Lourdes, compartieron un sencillo refrigerio con los presentes.

En las Crónicas Angostureñas, Américo Fernández escribió en 2004 lo siguiente:

De las cosas del mundo yo sé poco y no quiero saber nada”, exclamó la hermana Rita, fundadora del Orfanato de Ciudad Bolívar, cuando en 1981 cumplió noventa años, pues nació en Sinamaica el 23 de enero de 1891.

         Esta fue su respuesta sencilla y clara cuando le pedimos opinara sobre el acontecer político y social.

La hermana Rita, definitivamente, sólo sabía de Dios y de lo que se mueve a su alrededor motorizado por la oración y la fe. No sabía de más nada ni quería saber porque intuía que lo que estaba ocurriendo y estaría por ocurrir no lo soportan las almas que como ella se formaron dentro de los patrones de una época donde los valores morales y espirituales respondían a una concepción más austera.

         Ella se veía tranquila, con sus noventa años a cuesta que cumplió el día aniversario del derrocamiento de la dictadura perezjimenista, pensando en lo que le tenía reservado el Señor cuando pasara a mejor vida y en los niños del Orfanato que ella junto con otras cuatro hermanas de la Congregación de Nuestra Señora de Lourdes fundó el 7 de marzo de 1937.

En la gráfica vemos en el día de su inauguración, una escultura de la Madre Rita, levantada en su honor en el jardín de la Casa Hogar,  modelada por la artista María Teresa de Natera; David Natera, su madre  doña Mercedes Febres Alcalá de Natera y hermanos Maby y Luis Natera

         De esta noble y ejemplar institución sí quería ella hablar y habló con satisfacción aunque con acento humilde, pues es su obra, el fruto de sus esfuerzos y del esfuerzo y desvelos de la hermana Celina, Madre Superiora. Recordó que la idea fue del Obispo de Guayana Miguel Antonio Mejía que venía ejerciendo la Diócesis desde 1923.

         El Orfanato Bolívar que hoy se llama “Casa Madre Rita”, en su honor, se inició en la Casa San Isidro donde vivió el Libertador Simón Bolívar después de la Campaña de Guayana. Se inició con siete huérfanos y 100 externas y le sirvió de sede durante veinte años, es decir, hasta 1957 cuando fue trasladada a su sede propia construida durante la administración eclesiástica de Monseñor Juan José Bernal Ortiz y con las contribuciones de instituciones, pueblo y gobiernos del Estado Bolívar. 

Se trata  de un complejo que comprende internado, escuela y santuario para el Santísimo y la imagen del patrono San Isidro, fue diseñado por  el Padre Escudero, de la orden de los Paúles que además de sacerdote era arquitecto.  Todo el pueblo, tanto el de aquí como el de más allá del Orinoco, aportó su contribución para que el proyecto fuese una realidad religiosa, educativa y altruista en la que siempre se empeñó desde el momento inicial la Congregación de las Hermanas de Lourdes fundada por la Madre Enriqueta, o “Las Lourditas”, mejor conocidas, bajo la dirección de la Madre Rita, quien se consagró en cuerpo, alma y espíritu a la tarea que desde Caracas se había impuesto la congregación.

         La Madre Rita llegó al límite de su vida después de los ochenta años y quedó allí mismo sepultada desde 1984 que la sucedió la Hermana Mercedes Montilla acompañada de las Hermanas Ana Dolores Araujo, Alida Reyes,  Angélica Rojas, artista plástico, y Anselma Capriles,  periodista graduada.  Por supuesto hay que destacar la asistencia y permanencia desde la fundación del Capellán Máximo Gutiérrez y de la ex alumna Susmira Herrera, viuda del periodista  fallecido Ramón Aray Lefebres.