Gregoria Díaz @churuguara
El aspirante a regir la máxima cúpula empresarial del país, Carlos Fernández, espera que en los encuentros que sostienen representantes de Juan Guaidó y Nicolás Maduro se alcancen consensos definitivos para lograr la recuperación del país. Confía en que se incorporen a las reuniones sectores como las ONG, sindicatos, magisterio, academias, entre otros.
Maracay. Durante un encuentro celebrado con el empresariado aragüeño, el aspirante a la presidencia de Fedecámaras, Carlos Fernández, dijo que espera que en las negociaciones que realizan personeros de Juan Guaidó y el gobierno de Nicolás Maduro se incorporen amplios sectores del país.
“Nosotros creemos en la negociación, es nuestra esencia. Por eso estaremos muy atentos para que sea sincera y con la intención de buscar soluciones. Debe ser una negociación profunda, que no solo aborde temas puntuales, sino las razones que dieron origen a los problemas e insatisfacciones de la sociedad venezolana”, aseguró Fernández.
Durante el encuentro, los empresarios abordaron amplios temas que afectan la operatividad de la industria y la empresa nacional, tales como las fallas en el sistema eléctrico, la urgente necesidad de una vacunación masiva contra la COVID-19 y el desabastecimiento de combustible para la movilización y distribución de bienes y servicios.
El actual primer vicepresidente del organismo empresarial señaló la conveniencia de que a las negociaciones políticas que se llevan a cabo en Venezuela se incorporen las ONG, sindicatos, magisterio, academias, entre otros, para que, una vez se logren los acuerdos, se canalicen los consensos que permitan retomar las senda del desarrollo y la inclusión social en el país.
Proponemos que hay que desmontar la visión punitiva del hecho económico, que la empresa debe ser protagonista para la recuperación material de la sociedad y que el rentismo se acabe. Se necesitan acuerdos, estímulos, apoyo, respeto y seguridad jurídica a la libre iniciativa económica”, sentenció.
Fernández indicó no saber si el gobierno de Nicolás Maduro ha entendido la necesidad de los cambios profundos que se requieren, pero de lo que sí dijo tener certeza es de la situación en la que está el aparato productivo.
Ellos aducen razones distintas a las nuestras. Pero esta es la oportunidad de demostrar, para que se convenzan, que ha sido el modelo que impera lo que ha llevado al país a la situación económica en la que se encuentra y no otros factores externos”, señaló.
El candidato a presidir Fedecámaras no duda de una recuperación económica a mediano plazo, de lograrse los mínimos consensos políticos que pide la sociedad venezolana.
“Si nos dejan trabajar en la distribución de combustible, en 30 días tendremos al país abastecido; lo que pasa es que en la legislación venezolana prevalece el monopolio que le reserva al Estado la comercialización del mismo. Si nosotros estuviéramos operando las refinerías, no estuvieran en el estado en que están. Si pudiéramos exportar combustible estamos seguros de que todos los rincones del país estarían abastecidos”, afirmó.
Sobre la propuesta del empresariado nacional de importar 750.000 vacunas quincenales en ocho bloques con el objetivo de vacunar a tres millones de personas en cuatro meses, el candidato a presidir Fedecámaras sostiene que a la fecha aún no reciben una respuesta oficial, aunque cree que más temprano que tarde la propuesta será acogida.
“Se trata de un derecho humano y una condición necesaria para que el país retome la normalidad”, aseguró.
Empresas confiscadas y expropiadas deben ser privatizadas
En el encuentro de empresarios, el actual presidente de Conindustria y candidato a primer vicepresidente de Fedecámaras, Adán Celis, señaló su esperanza de que en Venezuela haya condiciones electorales en las que la voluntad popular se respete y la gente sepa que no solo vota, sino que elige.
Por ello, reiteró la propuesta democrática como la única vía para lograr consensos y activar el desarrollo nacional, el cual, a su juicio, pasa entre otras cosas por privatizar todas aquellas empresas e industrias confiscadas y expropiadas que hoy están en manos del Estado.
Considera que son “empresas ineficientes, improductivas que solo están para mantener gente ganando un sueldo mínimo y una carga para el Estado” que podría destinarse a educación, salud o a traer vacunas.
“Las últimas cifras que pudimos obtener, aproximadamente en el 2019, señalan que a esas empresas en manos del Estado se destina casi 9 % del presupuesto nacional, mucho más que lo destinado al Ministerio de Educación”, explicó.
De allí que el empresario plantea un proceso de privatización de estas empresas, con licitaciones transparentes y un marco jurídico fuerte, robusto, para que los inversionistas tengan garantías mínimas.
Celis cree que debe haber un cambio estructural en el país, porque resulta muy complicado ejercer la actividad económica en un país inmerso en un conflicto y clima político tan inestable.
Sobre la situación actual de la industria nacional, Celis calculó que de las 2000 industrias que aún quedan en el país después de 20 años, entre 10 % y 15 % debió cerrar durante la pandemia por la COVID-19.
“A lo largo de 20 años de políticas desacertadas, hemos perdido más de 10.000 industrias y más de 400.000 empleos”, señaló Adán Celis.