La filipina Maria Ressa, de 58 años, y el ruso Dimitri Muratov, de 59, obtuvieron el prestigioso galardón, que les reconoce su lucha por la libertad de expresión. En 120 años de historia que la Academia premia a la prensa
Los periodistas Maria Ressa, de Filipinas, y Dimitri Muratov, de Rusia, ganaron este viernes el premio Nobel de la Paz por su lucha por la libertad de expresión, anunció el comité noruego, reconociendo así por primera vez el papel de la prensa independiente.
Ressa y Muratov fueron galardonados “por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera”, dijo la presidenta del comité Nobel, Berit Reiss-Andersen, en Oslo.
Dimitri Muratov, de 59 años, es uno de los fundadores y jefe de redacción del periódico ruso Novaya Gazeta y “ha defendido desde hace décadas la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más difíciles”, subrayó el jurado.
Maria Ressa, de 58 años, experiodista de CNN y cofundadora de la página de información online Rappler, ha sido objeto en los últimos años de varias investigaciones, procesos judiciales y de un intenso ciberacoso. Rappler ha publicado artículos críticos contra el jefe de Estado, Rodrigo Duterte, incluyendo su sangrienta y polémica lucha contra el narcotráfico.
En 120 años de historia, el Nobel de la Paz nunca había reconocido la labor de una prensa independiente que fuerza a las autoridades a rendir cuentas y contribuye a luchar contra la desinformación.
La prensa por primera vez
“Nada es posible sin hechos”, dijo Ressa, tras recibir la noticia del Nobel. Esta periodista ya fue galardonada en abril con el Premio Mundial de la Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano 2021, creado en memoria del periodista colombiano Guillermo Cano asesinado en 1986.
“Los reportajes que nos ayudan a estar informados y a hacernos una idea de los asuntos de actualidad en tiempo real son esenciales para un buen debate público y para las instituciones democráticas”, subrayó recientemente el director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, Henrik Urdal.
Para los periodistas asesinados
Tras recibir la noticia del Nobel, Muratov quiso dedicarlo a su periódico y a sus periodistas asesinados.
Justo antes, el Kremlin saludó la “valentía” y el “talento” del reportero.
“Felicitamos a Dimitri Muratov. Trabaja sin cesar siguiendo sus ideales, manteniéndolos. Tiene talento y valentía”, declaró a los periodistas el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov.
Este año compitieron 329 candidaturas. Figuraban como favoritos la oposición bielorrusa y organizaciones dedicadas a proteger la libertad de prensa como Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Queda la incógnita de si los ganadores podrán desplazarse a Oslo para recibir el galardón tanto por la pandemia como por la situación en sus respectivos países.
El premio consiste en un diploma, una medalla de oro y un cheque de 10 millones de coronas (980.000 euros). Se entrega habitualmente el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel (1833-1896).
Después del premio de la Paz, el único anunciado en la capital noruega, los Nobel vuelven a Estocolmo. El lunes cierran la temporada con el galardón de Economía.
El Estímulo