En un país hundido en la depresión económica, donde los ingresos reales de los trabajadores están totalmente desfasados en el tiempo, el litro de diésel o gasoil pasa valer lo mismo que en un mercado externo normal. Se prevé un fuerte impacto en los precios de alimentos, tarifas de transporte y pasajes.
El gobierno venezolano decidió poner fin al subsidio total del combustible diésel o gasoil y pasó a cobrarlo a precio internacional de $0,50 por litro a partir de este lunes 25 de octubre, informaron transportistas y clientes finales, ante la falta de una declaración oficial de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA.
Hasta ahora el gasoil para carga y transporte era oficialmente gratis para los clientes finales. Pero, como es un bien sumamente escaso que no arroja dividendos al Estado, prospera un mercado negro manejado por militares y policías, parecido al que funciona en torno a la gasolina subsidiada.
Es decir, era regalado pero para los agentes del Estado que se han enriquecido con su distribución.
Aparentemente el aumento se está cobrando en ciertas estaciones de gasolina seleccionadas, pero hasta ahora no ha quedado claro el criterio oficial de selección.
En todo caso, al igual que sucede con la gasolina, se prevé que ese precio se convierta en referencia y marcador en el mercado negro.
El régimen chavista socialista tampoco ha explicado cómo quedarán los pasajes del transporte público, pues la mayor parte de los autobuses y mini buses funcionan con estos motores diésel.
Regalado pero muy cara
En Venezuela la mayor parte del mercado de gasolina es atendido desde junio de 2020 por estaciones de servicio a precio internacional, que cobran el litro a 0,50.
La notoria escasez nacional de gasolina ya se extiende también a Caracas, donde son evidentes las largas colas en las gasolineras tanto a precio internacional como las subsidiadas.
En estas últimas, el litro cuesta 0,10 céntimos de bolívares. Eso supone que para llenar un tanque de 40 litros, tras un espera de al menos un día y hasta una semana en algunas localidades, oficialmente solo hay que pagar un dólar. Aunque en la práctica los conductores están obligados a pagar más que eso en sobornos a quienes controlan las bombas.
El diésel en Venezuela ya se ha vuelto escaso y las colas de camiones de carga pesada se extienden todos los días por largos kilómetros alrededor de las gasolineras. Muchos transportistas quedaron sorprendidos por el anuncio en medio de esta espera, y sin dinero para costear el nuevo valor de un tanque.
Llenar un tanque de una “gandola”, como llaman en Venezuela a los camiones de varios ejes (tractomulas, en Colombia), costará entre $60 para un camión pequeño de 3,5 toneladas de carga, a hasta $600 para los grandes, calculan transportistas.
Sorpresa y más inflación
La mañana del lunes 25 de octubre muchos conductores y dueños de transporte de carga fueron sorprendidos por el anuncio del nuevo precio del gasoil en las estaciones de servicio en el centro del país.
Los despachadores de las estaciones de gasolina les informaron que, a partir de esta fecha, tendrían que pagar $0,50 por cada litro de gasoil, un combustible que permanecía a precio subsidiado.
“Llenar una gandola con un tanque de 600 litros va a significar 300 dólares. Si a esto le sumamos los costos de los peajes, tendremos que aumentar los fletes”, se quejó un transportista que debió movilizarse a una gasolinera a llevar el efectivo para surtir su vehículo de carga en Valencia.
Hasta la semana pasada, la situación era otra.
El mismo transportista de carga debía permanecer hasta tres días en una fila para que le despacharan su cupo de 150 a 200 litros de gasoil.
“Aunque no tenía costo, debíamos darle al militar o a quien organizara la cola y que estuviera a cargo unos 20 dólares o llevar productos alimenticios para los bomberos y así nos despachaban un poco más”, agregó.
Los costos de este incremento sustancial se verán reflejados en un aumento de precios de los productos que trasladan desde la zona central, especialmente en Puerto Cabello, hacia otras regiones del país.
“Movilizar una gandola de Puerto Cabello a Caracas y volver serían quizás unos 600 dólares, pero hasta Los Andes podría ser el doble, o más. El problema no es solamente el aumento a precios dolarizados, sino además el hecho de tenerlos que pagar en dólares en efectivo. Si al menos dejaran que uno pagara en bolívares al cambio del día. Esto es un riesgo para los propios conductores porque cuántos dólares en efectivo tendrán que manejar”, dijo este transportista que prefirió mantener su nombre bajo0 reserva, desde una estación de servicio ubicada en la Variante Bárbula-San Diego en Carabobo.
A la espera
“Nos enviaron una circular, pero ni los contactos de Pdvsa nos sabían explicar si el aumento era para todas las estaciones o solo las que manejan precios dolarizados”, mencionó el encargado de una estación al sur de Valencia que agregó que esperaban mayores datos para clarificar la novedad.
Algunos analistas prevén que este aumento del precio del diésel tendrá un impacto directo en la actividad agropecuaria.
Según Fedeagro, el gremio de productores agrícolas, el sector requiere entre 15.000 (2,4 millones de litros) y 17.000 barriles por día de diésel. En picos de siembra se puede llegara una demanda de 30.000 bpd (4,7 millones de litros).
Pero, ante la escasa oferta esta demanda está insatisfecha, por lo que el mercado negro ha estado boyante.
“Se necesita diésel no solo para el campo sino para el transporte, las industrias. Es un momento donde el gasto del diésel es mayor y Pdvsa no puede abastecer la demanda, entra en auge un mercado negro donde el diésel se paga en $2 y la gasolina en $3”, dijo recientemente Celso Fantinel a Fedecámaras Radio.
(Con información de Tibisay Romero, desde Valencia)
El Estímulo