El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, decretó este jueves el estado de excepción a nivel nacional por 60 días tras el asesinato el miércoles del candidato presidencial Fernando Villavicencio, víctima de disparos de presuntos sicarios a la salida de un mitin electoral en Quito
La información fue confirmada por el ministro del Interior, Juan Zapata, quien aseguró que el ataque fue perpetrado por sicarios que, además, hirieron a otras personas.
Por el momento, las autoridades no han dado una información oficial o más detalles del suceso que ocurrió al terminar la tarde en las afueras de un coliseo donde Villavicencio había congregado a simpatizantes en el marco de la campaña electoral de cara a los comicios del próximo 20 de agosto.
Villavicencio, identificado como un acérrimo detractor del expresidente Rafael Correa (2007-2017), se movilizaba con protección policial ante amenazas que había recibido semanas atrás.
Según medios locales, agentes especiales investigaban la posibilidad de la colocación un artefacto explosivo en el coliseo de una unidad educativa en la que el candidato cumplía una acción proselitista.
Violencia
El asesinato de Villavicencio se dio en un momento en que el país sufre una escalada de la violencia por la acción de bandas criminales.
A diario se reproducen múltiples informaciones de asesinatos, matanzas, extorsiones, ataques con explosivos, entre otros delitos, que han sembrado terror entre los ecuatorianos que sufren de este tipo de hechos violentos desde hace algo más de dos años.
Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de muertes violentas de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes, la gran mayoría asociada, según el Gobierno, al crimen organizado y al narcotráfico, que ganó fuerza en la costa y ha convertido a los puertos en grandes trampolines para la cocaína que llega a Europa y Norteamérica.
Vale mencionar que, la lucha contra la criminalidad ha sido una de las principales promesas de los candidatos que aspiran a suceder en la presidencia al conservador Guillermo Lasso.
Además de Villavicencio, para los comicios presidenciales se habían inscrito el ambientalista Yaku Pérez, la correísta Luisa González, el experto en seguridad Jan Topic, el exvicepresiente Otto Sonnenholzner, el político Daniel Hervas, el empresario Daniel Noboa y el independiente Bolívar Armijos.
Estado de excepción
En un mensaje a la nación tras una larga reunión del comité de seguridad del Estado, Lasso ratificó que las elecciones generales extraordinarias se celebrarán el próximo 20 de agosto, como estaba previsto, pero con un despliegue de militares en todo el territorio nacional como parte del estado de excepción.
«Ante la pérdida de un demócrata y de un luchador, las elecciones no se suspenden. Estas se tienen que realizar, y la democracia se tiene que fortalecer. Esta es la mejor razón para ir a votar y defender la democracia, la vida y la integridad de la familia ecuatoriana y el futuro del país», dijo el mandatario.
Producto de la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador por el auge de la delincuencia y la violencia del crimen organizado ya había decretado actualmente un estado de excepción desde finales de julio, también por 60 días, en las provincias de Manabí y de Los Ríos, así como en el municipio de Durán, del área metropolitana de Guayaquil.
Las declaratorias de estados de excepción son una medida recurrente por parte de Lasso para aplacar picos de criminalidad.
Desde hace más de dos años se han vuelto una tónica habitual en Ecuador las noticias de asesinatos a manos de sicarios o de matanzas a cargo de bandas criminales, una situación que el Gobierno vincula principalmente con el crimen organizado y el narcotráfico, que se ha hecho fuerte en la zona costera del país.
El mandatario, que decretó también tres días de luto nacional por la pérdida de Villavicencio, afirmó que el atentado «es un crimen político que adquiere un carácter terrorista».
«No dudamos que es un intento de sabotear el proceso electoral. No es coincidencia que se produzca a pocos días de la primera vuelta presidencial», señaló Lasso.
«A quienes buscan amedrentar al Estado, no vamos a retroceder, el Estado está firme y la democracia no claudica ante la brutalidad de este asesinato. No le vamos a entregar al poder y las instituciones democráticas al crimen organizado, aunque esté disfrazado de organizaciones políticas», añadió.
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