En las prospectivas para el último semestre del año, el director del Centro de Estudios Políticos de la Ucab prevé que se mantendrá un escenario de autoritarismo

Por Gabriela González 

La Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y su Centro de Estudios Políticos, a cargo del profesor Benigno Alarcón, presentaron este 29 de julio, los escenarios políticos que podrían presentarse para finales de año. Lo primero que adelanta es que para el último semestre del año se mantendrá lo que llama «escenario de autoritarismo».

De cara a las elecciones regionales del 21 de noviembre, Alarcón señala que «la estrategia del Psuv consiste en dividir a la oposición para poder ganar la elección».

Según Alarcón, el gobierno ha dividido a la oposición en una «legal», representada por quienes hoy participan en el Parlamento electo en 2020 y una «ilegal» representada por partidos y dirigentes inhabilitados. La primera, explica Alarcón, estaría  controlada por el gobierno que busca sustituir a la oposición liderada por Juan Guaidó. «Para ello, aplica la estrategia de dispersión del voto o abstención del voto opositor sustituyendo a una oposición mayoritaria por una minoritaria», comenta el analista.

Dilemas

Los últimos procesos electorales se han caracterizado por una constante: el dilema del elector de ir o no. Alarcón señala que se vota si la persona siente que tiene por quién votar.

La dirigencia política no se escapa. Como ejemplo habló de Henrique Capriles quien, a su juicio, tiene una enorme presión por parte del gobierno para participar. «Su dilema es si mantenerse con unidad o jugar aparte. Él está inhabilitado y posiblemente el gobierno esté condicionando la suspensión de la medida a cambio de su participación», dijo.LEE TAMBIÉN

Gobernador de Nueva Esparta propone primarias para no ir divididos el #21Nov

El denominado G4, conformado por los principales partidos opositores, también enfrenta un dilema: ir o no. Si se va a un terreno de elecciones sin condiciones es necesario una estrategia y recursos que le permitan una relativa competitividad, señala Alarcón y agrega que «no tener condiciones obliga a pelear mucho más por conseguirlas pero no es excusa para no ir». 

Por otro lado, sostiene que son muchos los casos de una transición por vía electoral sin condiciones pero no es cualquier elección y se requiere de una preparación.

Considera además que, si la oposición tuviese recursos y estructura y va unida, podría derrotar al gobierno pero, si no la tiene, podrá ganar en ciertos lugares.

La observación internacional también presenta un dilema. Y es que la misión técnica de la Unión Europea (UE) está terminando su informe y tendrá que decidir si envían o no una misión electoral a Venezuela.  El problema es que sería una misión que llegaría en septiembre y básicamente se habrá perdido la mitad del proceso por lo que no sería una misión propiamente ya que los tiempos no dan, acota.

¿Qué estamos viendo?

Para el gobierno no es una posibilidad cooperar con la oposición, según refiere Alarcón. Sus objetivos son la legitimidad mediante elecciones multipartidistas pero no competitivas y el levantamiento de sanciones. De no llegar a acuerdos en las negociaciones, lo mejor para el chavismo es mantener el status quo, explica Alarcón.