La Iglesia católica comenzó este lunes la conmemoración, con una caravana por Caracas, de la memoria litúrgica y nacimiento, hace 157 años, del beato José Gregorio Hernández, en la cual los feligreses pidieron el fin de la pandemia del Covid-19
Desde el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria, en Caracas, se realizan este lunes y martes distintas actividades religiosas para conmemorar el 157 aniversario del natalicio y primer año litúrgico del beato José Gregorio Hernández.
Este lunes 25 de octubre, la imagen de José Gregorio Hernández recorrió parte de la capital en una caravana que finalizó en la autopista Cota Mil, con peticiones por el fin de la pandemia. Así también se dio inicio a la campaña “Beato José Gregorio Hernández Universal”, la cual estará activa hasta el 2022, y tiene como objetivo seguir recabando testimonios de fe, con miras a lograr su total santidad.
Se tiene previsto que para este martes, se celebren seis misas a la que podrán asistir 150 personas, para mantener las medidas de bioseguridad.
«Estamos en este momento tan complicado del virus del Covid-19 y queremos pedirle a Dios a través del beato José Gregorio Hernández el fin de la pandemia y también como víspera de la fiesta litúrgica», explicó el párroco Gerardo Barrachini a las afueras de la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos del beato.
La actividad comenzó desde esa congregación y siguió por distintos puntos hasta un mirador ubicado a pie de la montaña que rodea a la capital venezolana, conocida como Ávila o Guaraira Repano, donde el cardenal venezolano Baltasar Porras ofició una misa.
Porras agregó que este martes habrá otra eucaristía en La Candelaria y que lo mismo se replicará en todas las diócesis del país, al ser la primera celebración litúrgica del beato José Gregorio Hernández.
Además, afirmó que se organizarán otras actividades, tanto en Venezuela como en el exterior, tras recibir la solicitud de canarios en el país caribeño de realizar una procesión con las reliquias del beato y pedir por los habitantes de la isla de La Palma (Canarias, España), afectados por la erupción de un volcán que ha causado, desde el pasado 19 de septiembre, millonarios daños materiales.
Sobre una posible canonización, el cardenal señaló que es un proceso que se está llevando a cabo y que ya se han presentado varios casos de posibles milagros que están en estudio.
¿Quién fue José Gregorio Hernández?
Desde el momento de su muerte en 1919, se le ha descrito como un hombre excepcional, de gran humildad y corazón, que decidió ayudar desinteresadamente a los desposeídos.
Nació el 26 de octubre del año 1864, en la localidad de Isnotú, estado Trujillo al occidente del país, en el seno de una familia pequeña y humilde siendo el primero entre seis hijos entre Benigno María Hernández y Josefa Antonia Cisneros.
Sus estudios de medicina los realizó en la Universidad Central de Venezuela, de donde egresó en el año 1888, con el título de Doctor en Medicina. Para entonces José Gregorio ya era hombre versado, hablaba distintos idiomas; entre ellos el francés, alemán e italiano, también tenía conocimientos en teología y filosofía.
Esta preparación le abrió las puertas para continuar sus estudios en Microbiología, Patología Bacteriología Y Fisiología experimental, en Europa.
Su devoción por los enfermos y desfavorecidos
Su vocación de servicio la cultivó desde muy joven, de allí que cumpliera con disciplina su formación como médico.
Tras se regreso a Venezuela, se instaló en Caracas, desde donde comenzó atender enfermos en un consultorio que instaló en su propia residencia ubicada de San Andrés a Desbarrancado, en la parroquia La Pastora.
“En la mañana se levantaba para ir a misa “y luego visitaba a sus enfermos, regresaba a su casa, tomaba un descanso breve, se iba para la universidad a formar nuevos médicos, nuevos servidores de la salud y formó una escuela”, señala el escritor, José Francisco González Cruz.
En este sentido, hay una parte de la historia de su vida que en este momento sería ingrato no mencionar, y fue su intenso trabajo durante la pandemia de Gripe Española, en 1918.
El beato
Su entrega permanente para con sus pacientes y obras de caridad, lo han hecho merecedor hoy en día de una devoción que traspasa las fronteras.
Su nombre fue puesto a la orden de la Iglesia católica con el calificativo de “médico de los pobres”, no obstante su don de empatía y su modo de vivir en valores de humildad, hicieron que trascendiera las barreras de las clases sociales para convertirse en el “médico de todos”.
En 1949 comenzó el proceso para su canonización de la mano del entonces arzobispo de la capital venezolana, monseñor Lucas Guillermo Castillo.
Tras varias décadas se cumplió el deseo de sus fieles y luego de que el Papa Francisco aprobara el decreto que reconoce el milagro atribuido al venerable Doctor José Gregorio Hernández, beatificado el pasado 30 de abril.
El Universal