«El tiempo y los ríos no corren hacia atrás».
Yasunari Kawabata.
Upata, 25 de diciembre de 2023.
Américo De Grazia.
¡Adón fué un hombre integro! humilde, honesto… leal.
Nació en Sacoroco a orillas del Orinoco deltano, de origen zambo y criado en San Félix donde al crecer, se desarrolló como trabajador siderúrgico. Tenía una memoria prodigiosa, era elocuente, asertivo y sagaz. Amante de la música y del cine; era
fanático de los leones del Caracas, un archivo ambulante sobre estadísticas deportivas en béisbol, fútbol, boxeo, olimpiadas.
Un dirigente sindical, político a tiempo completo, concejal en Cd. Guayana, diputado en el Edo. Bolivar, una buena pluma solo superada por su verbo; excelentísimo compañero de ruta y fundador de Guayana Libre.
Durante los 7 meses que estuve asilado en la embajada de Italia en Caracas, y los 557 días en el destierro, estuvimos comunicados directa y bidireccionalmente sin intermediarios. Hacíamos análisis, debates, balance e inventario de todos los escenarios, aciertos o errores de todos los tiempos, sobremanera con el firme propósito de aportar e incidir en la inminente e impostergable tarea, de desplazar del poder; a esta banda criminal que nos ocupa; una gran gesta con los escasos recursos materiales y abundantes recursos inmateriales que hemos tenido a nuestro alcance; de él, nace la máxima: «anticipar eventos para construir escenarios». Nuestros debates fueron articulándose para una narrativa propia, dotándola de estrategia, desatando nudos paradigmáticos de cómo salir del agujero negro dónde nos había inducido el régimen con la «estrategia abstencionista» que asumimos con arrogancia, hasta convertirla en «zona de confort», eximiendo al ciudadano de protagonismo y delegando en terceros la responsabilidad de decisión y acción, generando un profundo desencanto colectivo que contribuyó por inercia a la diáspora venezolana.
Nos costó romper los atabismos que pesaban como fardo en la nueva ruta emprendida, sobremanera cuando tuvimos que concluir y reconocer la ineficiencia del partido, en especial cuando ésta sacrificó la calidad política como epicentro de la organización, para postrarse al servicio del líder. Fue entonces cuando concluimos que la búsqueda de los iguales es un concepto del pensamiento totalitario y excluyente, en consecuencia improcedente, puesto que lo democrático es, esencialmente hacer sinergia con los diferentes para lograr propósitos superiores. Hacíamos ejercicios diarios sobre distintos errores que han impedido la salida de la tragedia chavezmadurista.
Así comenzamos a desafiar obstáculos y vencer miedos, a cuestionar y cuestionarnos con propósitos de enmienda.
Vimos el proceso transformador pasar frente a nuestras narices, vimos como se pasó de nadar contracorriente, a surfear en las olas del oportunismo ramplon, pidiendo la vida y que le den un siglo, con tal que no pase nada. Fué duro reconocer que en nuestros clásicos compañeros de ruta,
había más interés en ocupar una embajada en la «república de los cocos» o ser incluidos en la nómina de AirTm, que salir de Maduro y desalojar a Miraflores del régimen ocupante. Vimos quemar en la hoguera de la vanidad, la máxima que reza: «cuando nos toque escoger entre los intereses del partido o el movimiento, inclinemosnos por el movimiento»… al final, no fue ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario, la balanza terminaba siempre favoreciendo lo conveniente para el lider.
El 19 abril del 2021, en el marco de las mega elecciones regionales, acordamos irrumpir, salir de la inercia asfixiante y desesperanzadora, romper con el abstencionismo, desafiar al régimen, convertir el 21N en unas elecciones plebiscitarias contra Maduro, presentarnos con una tarjeta de UNIDAD, reponer una dirección política, convocar a primarias antes del 8 de agosto, construir una vanguardia, capitalizar todas las fuerzas, exigir condiciones electorales sin arrugar, diciendo incluso: «pongan a Diosdado en el CNE, que los vamos a derrotar». Esa gesta contribuyó a allanar el camino que hoy estamos recorriendo con MCM, no obstante ese desafío desató a todos los demonios… propios y extraños, y, Adón sabiamente me prestó otra de sus sabias palabras al concluir ese proceso con una derrota: «pudieron matar al mensajero, pero el mensaje llegó».
Hoy, transitamos nuevamente la ruta electoral, y él ha trascendido de plano, pero su mensaje, su ejemplo cabal y lo que representa, vive en todos y nos acompaña con su legado perenne.