La tradición de comer pernil se debe a que, en la época colonial, los cristianos se diferenciaban de los judíos comiendo cerdo. Esa costumbre se arraigó en Venezuela y ahora es un alimento típico de las fiestas de diciembre
Andreína Aponte
El pernil es tan infaltable en la mesa decembrina del venezolano que, incluso, se ha convertido en arma política. Un plato navideño no es plato navideño si no lleva si tajada de cerdo. Esto es algo que rompe con la tradición de países vecinos, en los que prefieren pavo o pescado. Pero, ¿por qué comemos pernil en diciembre?
Según la antropóloga y profesora de la Universidad Central de Venezuela, Ocarina Castillo, el cerdo llegó a Venezuela con los españoles.
“En todo el país se consume cerdo y si algo nos enseñaron los españoles es que el cochino se puede comer desde las patas hasta las orejas”, dice Ocarina.
Rubén Darío Rojas, periodista especializado y profesor de cocina venezolana, cita a Miro Popic al decir que el cochino llegó a Venezuela con los conquistadores. Para ellos consumirlo era una forma de rebeldía frente a los judíos.
Reafirmar la fe
Para el momento, en España había muchos judíos y como su religión no les permite comer cochino, consumirlo era una forma de manifestar que eran católicos.
Esa costumbre llegó a suelo venezolano, donde se sigue consumiendo cochino pero, además, en el marco de una celebración.
“En el siglo XIX solo se podían matar cochinos los sábados. De ahí la expresión ‘a cada cochino le llega su sábado’”, cuenta Rubén Darío Rojas.
Incluso había que pagar un impuesto especial cuando se mataba un cochino y señalarlo con una bandera blanca, para que la gente supiera que en esa casa se había matado un puerco.
El cochino no era un alimento que formara parte de la dieta diaria, sino que tenía una preparación especial que se reservaba para fiestas como, por ejemplo, la Navidad. De allí viene la vinculación del pernil en Navidad.
La presencia del cochino en la mesa navideña venezolana ha sido recurrente, no solo a través del pernil, sino también del pan de jamón, del jamón planchado y de la carne de cochino que se incluye en muchas hallacas. Así que, si a cada cochino le llega su sábado, a cada pernil le llega su Navidad.
El Estimulo