La crisis del combustible se ha agudizado hasta tal nivel que ciertamente estamos al borde del colapso total del transporte
La paralización amenaza no solo a la movilización de la gente sino a la producción y transporte de alimentos y medicinas
La crisis de producción y distribución de combustibles avanza, progresa y se agudiza cada día más en el país denunció el líder ecologista Rómulo Dommar. Todo comenzó con la desnaturalización de la industria petrolera llevándola de ser una empresa sería, eficiente y sumamente solvente a ser el respaldo financiero de una suerte de orgía de derroche que repartía por el mundo lo necesario y hasta lo más superfluo, todo aquello que le sirviera a la claque gobernante para irradiar el “socialismo del siglo XXI”. Luego vino el desmantelamiento de las refinerías: dejaron de hacerles mantenimiento, dejaron de repararlas y hasta las desmantelaron (como el caso de la de Caripito en el Estado Monagas que fue a parar a Cienfuegos para que Cuba pudiese procesar el petróleo venezolano). Entonces-continuó Dommar-no puede ser de extrañar que PDVSA esté a borde de la muerte. La crisis se fue agravando, no se produce al mismo ritmo ni a los mismos precios que antes, la credibilidad del régimen (y sus actos) nos mantienen fuera del sistema financiero mundial así que los correctivos necesarios lucen esquivos y fuera de nuestro alcance. Por lo menos en el corto plazo.
Hemos estado presenciando como la crisis se come a nuestra industria petrolera, como cada día es más cuesta arriba poder reponer combustibles en nuestros vehículos, ya sea los de uso personal, los de transporte de bienes y personas así como la maquinaria necesaria para las labores productivas; hemos sido víctimas de la desaparición de la gasolina y/o gasoil en nuestras estaciones de servicio, nos aumentaron el costo del combustible, nos han venido racionando el acceso a este tan necesario bien. Y hoy por hoy vemos como la crisis nos arrinconó hasta el extremo de sólo disponer de 2 estaciones de servicio en todo el estado. Estaciones que también despachan bajo racionamiento y a precios internacionales.
Así las cosas, es obvio que necesitamos de medidas extraordinarias para salir del atolladero en el cual estamos metidos: la primera opción sería, indudablemente, que el régimen de Maduro tuviese un heroico acto de honor y, por el bien de la nación, renunciara. Como esta opción parece ser solo una utopía, entonces deberemos buscar soluciones más realistas como un pronto y acelerado acuerdo entre la cúpula gubernamental y el mundo democrático donde avancemos aceleradamente en la ruta hacia el restablecimiento de la democracia, la reinstitucionalización del país, el respeto a los derechos humanos, la atención a las necesidades básicas de la gente por el lado gubernamental y al levantamiento de las sanciones por parte del mundo democrático. Únicamente así podríamos comenzar nuevamente a capitalizar los fondos y la tecnología necesaria para relanzar nuestra industria petrolera.
Mientras tanto, es importantísimo que PDVSA y la FANB entiendan que para el buen manejo, el mejor manejo de la crisis es necesario la participación activa de la gente en la elaboración y desarrollo de un plan de contingencia que permita democratizar el acceso al combustible, garantizar las prioridades y combatir toda la organización delictiva y la corrupción que se ha creado alrededor de esta crisis.
Estamos realmente al borde del colapso total del país, continuó el Secretario General del Movimiento Ecológico de Venezuela, Venezuela casi está cuadripléjica. Este es un país cuyo transporte (de personas, alimentos, medicinas e insumos para la producción) depende del transporte terrestre movido por combustibles fósiles. Si continúa avanzando la crisis de los combustibles comenzaremos a vivir situaciones de verdadera hambruna y tragedia sanitaria.