Pruebas en poder de EE. UU. demostrarían que el colombiano y sus socios usaban los mercados CLAP, destinados a los menos favorecidos, para enviar y blanquear cientos de toneladas de cocaína
Alex Saab y su socio Germán Rubio o Álvaro Pulido entraron al radar de Estados Unidos por los presuntos fraudes y sobornos que rodearon el programa bandera de Venezuela para la construcción de viviendas a personas de bajos recursos.
La acusación por estos hechos incluía un indicment por ocho delitos de lavado de activos, pero los verdaderos problemas para el poderoso barranquillero estarían por comenzar.
El FBI tiene en curso una investigación que revela cómo se habrían hecho millonarias operaciones de narcotráfico a través del programa social más importante de Venezuela: el que lleva mercados a más de cinco millones de personas.
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Noticias Caracol conoció evidencias que demostrarían cómo los comités de distribución de alimentos, conocidos como los CLAP, habrían sido usados para alimentar un negocio ilegal de envío de cocaína desde Venezuela hacia México y blanquear sus ganancias ilegales.
Aviones cargados de cocaína
Una fuente que colabora con Estados Unidos reveló cómo aviones C-130 Hércules y Shaanxi y-8, adscritos a la Aviación Militar Bolivariana, salen cargados de cocaína desde la base aérea de La Carlota, rumbo a Veracruz, en México.
La carga de cocaína es descargada y reemplazada por las cajas CLAP.
Estos vuelos aterrizaban de vuelta en Puerto Cabello y la Guaira, en Venezuela. Los mercados contenían en muchas ocasiones alimentos vencidos, en mal estado y de mala calidad. Aun así, las cajas y otros alimentos eran transportados en carros de valores, como si fueran oro blanco.
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Según la investigación estadounidense, algunas cajas CLAP eran almacenadas en bodegas de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, cuya administración estaba en cabeza de militares retirados adeptos al régimen. Sobre algunos pesan cuestionamientos por sus nexos con actividades de narcotráfico y tráfico de combustible.
Roberto Deniz, reconocido periodista e investigador venezolano en el exilio, ha investigado a fondo este entramado criminal. “Eso se convirtió en un reparto de contratos por cientos de millones de dólares a gente muy cercana al poder. Entre ellos, estos señores Saab y Pulido, que fueron los grandes beneficiarios del negocio de los CLAP. No fueron los únicos, pero sin duda ellos se llevaron el pedazo más grande de la torta. Ellos básicamente registraban esas empresas en Hong Kong, Turquía, más recientemente en Emiratos Árabes Unidos. Son empresas de papel que no tienen ningún registro. Esas empresas no tienen estructura, no tienen ni siquiera oficina, no tienen casi empleados”, señaló Deniz.
En las bodegas, las cajas eran alteradas para cambiar los productos, no llegaban cada quince días sino cada tres meses a las familias, se revendían a un mayor precio de lo que valían, se negaba su acceso a los simpatizantes de la oposición.
Los investigadores se han encontrado hasta empresas en México que fueron suplantadas como las supuestas proveedoras de toneladas de leche en polvo que en realidad nunca se negociaron con Venezuela.
Cajas marcadas con logos del ELN
En zona de frontera, las cajas llegaban marcadas con los logos del ELN . Las autoridades norteamericanas tienen pistas para establecer cómo este grupo guerrillero estaría participando de la distribución. Producto de estas investigaciones, aparece en el radar el nombre del actual ministro de Comercio Exterior de Venezuela, José Gregorio Vielma Mora, como presunto enlace entre Nicolás Maduro e integrantes de ELN.
Esta semana, el Departamento de Justicia publicó el indicment en contra el ministro Vielma Mora porque siendo gobernador del Estado de Táchira habría recibido sobornos para abrirle la descomunal puerta de los CLAP a las empresas de Alex Saab, un negocio redondo que le habría representado contratos por 1.600 millones de dólares.
Mediante una operación inusual, Vielma Mora, siendo el gobernador del estado de Táchira en el 2016, pudo negociar la compra de 10 millones de cajas CLAP traídas desde México con la empresa Group Grand Limited, de Alex Saab.
“Era una operación muy rara porque siendo que el Estado venezolano tenía muchas empresas estatales que se dedicaban a importar, de hecho hay una gran centralizadora de las importaciones públicas que se llama Corpovex, fue muy raro que este contrato se firmara a través de la Gobernación del Táchira porque una gobernación no tiene estos recursos, fue de 340 millones de dólares”, señaló Deniz.
Registrada en Hong Kong, Group Grand Limited se constituyó como la principal firma en una red global de sociedades fachada que habrían sido utilizadas por Alex Saab y por Álvaro Pulido para facilitar la corrupción a través de los CLAP. Hasta el año 2017, estuvo en la dirección de esta firma el actor Shadi Nain Saab, hijo de Alex Saab. Y desde México despachaba Emannuel Enrique González Rubio, hijo de Álvaro Pulido.
En la telaraña de compañías fachada, fueron desmanteladas por la Fiscalía en Barranquilla seis empresas. Todas estaban ubicadas en este mismo edificio y aparecían con un único representante legal: Julio César Ruiz Mestre. Este hombre afronta un juicio por lavado de activos, enriquecimiento ilícito, exportaciones ficticias y estafa.
Otras dos empresas que están en la mira son HSC Capital SAS e Inversiones y Logísticas JKF SAS, cuyo representante es Juan Carlos Figueroa. Y Venedig Capital SAS cuya gerencia la tenía Amir Luis Saab Morán, hermano de Alex Saab. Este, también era suplente de gerencia de otra firma sospechosa.
Además de Vielma Mora, Estados Unidos acusó a Álvaro Pulido, a su hijo Emmanuel Rubio González, a Carlos Rolando Lizcano y a Ana Guillermo Luis.
Hasta ahora Alex Saab es la cabeza de una lista de mercaderes del hambre, pero sus problemas pueden terminar como los de un capo del narcotráfico.
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