“Estamos en pandemia con el sistema educativo y que se entienda que me refiero a las condiciones del sistema y no solo a las instituciones. Cuando hablamos de derecho a la educación es porque debe tener condiciones para garantizar educación para todos», dijo Olga Ramos
El presidente Nicolás Maduro anunció el regreso a clases para este año escolar, luego de haberse interrumpido hace año y medio como consecuencia de la pandemia. Todo esto en medio de un momento de crisis en los servicios públicos como el agua, electricidad, transporte; además de la baja tasa de vacunados contra la covid-19.
Con este panorama pareciera que el desafío más grande de la vuelta a clases no solo será la pandemia. El deterioro del sistema educativo ha sido progresivo y se ha agudizado con la crisis que vive el país.
Olga Ramos (@olgaramos), profesora y analista de políticas públicas en educación, miembro de la Asamblea de Educación, explicó que Venezuela está en pandemia con el sistema educativo, porque las carencias vienen desde antes de conocerse el covid-19.
“Estamos en pandemia con el sistema educativo y que se entienda que me refiero a las condiciones del sistema y no solo a las instituciones. Cuando hablamos de derecho a la educación es porque debe tener condiciones para garantizar educación para todos, estado de las instituciones, servicios públicos; además de equipamiento de las escuelas, recursos pedagógicos y docentes bien formados y pagados. A eso le sumas las medidas de bioseguridad, la combinación de todo es el desafío más grande”.
Para Ramos es importante ir corrigiendo las causas que llevaron al deterioro del sistema educativo. “No comenzó con la pandemia sino que se produjo desde antes. Esto significa que las desigualdades, además de la falta de aprendizaje y desaprendizaje, se han desarrollado de forma progresiva”.
La experta realizó una serie de propuestas para evaluar a los alumnos en su regreso a las aulas. “Tenemos que evaluar de manera profunda a cada estudiante, escuela por escuela. Puntualizar lo que sabe y lo que no, para tener claro si el estudiante tiene la formación correspondiente al año en que está y una vez que se haga, tiene que haber un programa de compensación de forma personalizada, para recuperar el aprendizaje perdido. También hay que evaluar a los docentes porque hay que saber si están capacitados para ayudar a los estudiantes”.
El 7+7 de la discordia
El gobierno nacional ya anunció que las clases se darán por grupos y en la semana de flexibilización. Esta modalidad trae otra serie de desafíos para los educadores, padres y representantes, además de los estudiantes.
“De las declaraciones oficiales rescato que se hable de flexibilización, incorporación y desarrollo progresivo. Pero creo que hay un menosprecio por el tiempo en que se debe desarrollar el proceso educativo y una subestimación de la exigencia de un sistema combinado”.
La educadora calificó como “empeño” la insistencia en el sistema 7+7. “¿Cuánto tiempo adicional requerirá que dure el año escolar para garantizar un aprendizaje efectivo con unas interrupciones como estas? ¿Piensan que la intermitencia no va a afectar al proceso de aprendizaje? Creo que hay que da una respuesta a la exigencia de un sistema combinado con un diseño pedagógico que sea para un aprendizaje real y no uno que certifique porque sí”.
Con información de El Estimulo