Se activa el Comando de Campaña que a escala nacional, tiene la tarea de organizar y promover la participación de todos los venezolanos en el referéndum consultivo, que legitimará la decisión irrestricta de defender y proclamar como nuestro, un territorio “en reclamación”, el ensayo imperial que no tiene una década, ni dos, sino más de 100 años gestándose.
Oro, diamante, minerales y agua dulce, son definitivamente amenazas sobre las que pisamos los venezolanos y las venezolanas, sin duda, una mina que observa con interés aquel poderío imperial que en 1899, de manera inconsulta, decidió que Guyana debía pertenecer a la zona Esequiba de Venezuela.
No podemos reclamar algo que nos pertenece. No vamos a renunciar a un territorio que está definitivamente en nuestro mapa, ni el pueblo que habita en él dejará de ser venezolano, por la sencilla razón de que el Esequibo huele a petróleo, y esto atrae a un agudo olfato imperial que continúa ejerciendo presión para que el gobierno guyanés (porque el venezolano no afloja), consienta la usurpación de las aguas territoriales por parte de una empresa del norte, ligada a la comercialización petrolera.
En la lucha por la recuperación del Esequibo no existen barreras políticas, ni diferencias partidistas. Es un llamado que trasciende cualquier ideología y une a todos los venezolanos en defensa de lo que nos pertenece como nación. Dejamos de lado nuestras discrepancias y nos unimos en un propósito común: proteger nuestros derechos territoriales y salvaguardar nuestro patrimonio.
La situación del Esequibo es un tema que va más allá de cualquier gobierno o administración, y el hermano, presidente Nicolás Maduro, lo ha demostrado, al ratificar su compromiso con la justicia social del pueblo venezolano, y muy en especial al de Guyana.
Es un reclamo histórico que ha sido sostenido a lo largo del tiempo; unamos esfuerzos en una sola voz para exigir la restitución de esta zona estratégica; es una demostración de la madurez y la unidad del pueblo venezolano, nuestros intereses como nación están por encima de cualquier diferencia política. Reconocemos que la defensa de nuestro territorio es una responsabilidad compartida, y que únicamente juntos podemos lograr resultados positivos.
Al dejar a un lado cualquier discrepancia, enviamos un mensaje claro y contundente: estamos dispuestos a luchar por lo que nos pertenece, sin importar nuestras tendencias políticas. Es una muestra de que somos capaces de unirnos en momentos cruciales y actuar como una sola fuerza.
Es una lección, la reclamación del Esequibo nos enseña que no hay distinción de partidos, ni colores políticos cuando se trata de proteger nuestros derechos como venezolanos y nuestra soberanía. Esta causa nos une en un propósito común y demuestra nuestra capacidad de dejar de lado las diferencias para luchar por lo que es legítimamente nuestro. Juntos, podemos lograr la recuperación del Esequibo.
Seguiremos la lucha histórica por hacer prevalecer nuestro principio de independencia y autodeterminación, no permitiremos injerencias extranjeras, y mucho menos la mutilación de nuestro territorio.
