La data oficial de Venezuela reportada por OPEP revela una caída de 58.000 barriles por día en septiembre, mientras la organización estimó una baja de 25.000 bpd
Las cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) evidencian una fuerte contracción de la producción de crudo en septiembre. Según las fuentes secundarias de la institución, la caída fue de 25.000 barriles por día, en promedio, mientras que la información gubernamental es aún peor con un descenso de 58.000 bpd.
Según las fuentes propias de la OPEP, Venezuela produjo un promedio de 733.000 barriles de petróleo por día en septiembre, un bombeo que retrocede la extracción de crudo a los niveles del segundo trimestre del año y, además, representa el segundo mes consecutivo de descenso, luego de un tímido aumento de apenas 14.000 bpd en julio.
Las cifras del Ministerio de Petróleo, divulgadas en el informe de la OPEP correspondiente a octubre con datos de septiembre, indican una producción de 762.000 barriles por día, un retroceso significativo luego de haber sobrepasado la barrera de los 800.000 barriles diarios en los dos meses previos.
Fuentes del sector señalan que la capacidad de PDVSA para incrementar la producción de manera sostenida es escasa, debido a los problemas severos de infraestructura, deficiencia en los servicios y desinversión.
Ahora, la apuesta es un convenio con China para incrementar la producción y tratar de salir de la asfixia de las sanciones de Estados Unidos a la industria petrolera venezolana que impiden la llegada de inversiones y, además, fuerzan a vender crudo con elevados descuentos.
De acuerdo con los datos de la OPEP, Venezuela tuvo el peor desempeño de la organización en septiembre, seguida de Guinea Ecuatorial con una caída de la producción de 14.000 barriles diarios y Angola que retrocedió en 4.000 bd.
Venezuela, de haber sido uno de los mayores productores de la OPEP ha pasado a ser un actor secundario. En 2021, la OPEP le atribuyó una producción promedio de 554.000 barriles por día, que subió a 683.000 barriles en 2022 y, en los tres trimestres transcurridos de 2023, promedia 727.000 bpd.
La meta de alcanzar el promedio de 1.000.000 de barriles diarios sigue siendo esquiva.
Según la data oficial enviada a la OPEP por el despacho de Petróleo, el promedio de producción en el tercer trimestre fue de 797.000 barriles por día, una caída de 11.000 bpd en comparación con el trimestre anterior, cuando PDVSA reportó una extracción promedio de 808.000 bpd, el mejor trimestre en los últimos años.
OPEP: Un «taladro» activo en septiembre en Venezuela
En cuanto al registro de plataformas de perforación activas, Venezuela mostró en septiembre una reducción contundente, al pasar de 7 «taladros» activos en agosto -el mayor número desde 2020- a solo uno.
Según el registro histórico de la OPEP, Venezuela tenía 15 plataformas activas en 2020, un número históricamente bajo, para caer a 6 como promedio en 2021. Este número descendió a 3 hasta el tercer trimestre de 2023 cuando aumentó a 5 en promedio.
Este indicador revela claramente el estancamiento de la actividad petrolera en el país.
Por otra parte, el precio de referencia para el crudo marcador venezolano, el «Merey» de 16 grados API, fue de 75,51 dólares por barril, 7,03 dólares superior al reportado en agosto. Sin embargo, hay que recordar que, debido a las sanciones de EEUU, el crudo venezolano se vende con elevados costos de transporte y descuentos.
En perspectiva anualizada, el precio promedio del crudo nacional de referencia en lo que va de 2023 es de 62,62 dólares por barril, inferior en 22% a los 80,71 dólares del año pasado.
El Merey venezolano es el crudo de menor valor en la cesta OPEP, y en septiembre fue 19,09 dólares por barril inferior al promedio de la canasta que se ubicó en 94,60 dólares por barril.
Puesto en perspectiva, septiembre representó un severo frenazo para la industria petrolera venezolana justo cuando el presidente Nicolás Maduro promete que la producción promedio podría alcanzar 2.000.000 de barriles por día en 2024, debido a las alianzas que se han suscrito recientemente.
No es la primera vez que se apuesta por convenios internacionales para rescatar a la que sigue siendo la principal industria del país y fuente del mayor flujo de recursos para el Estado.
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