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Diagnosticada trastornada mental: Comunidad Moscú en San Félix teme que liberen a mujer detenida por presunto secuestro de niños

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Aunque en un video en redes sociales la mujer, sometida por una comunidad de San Félix, habría confesado secuestrar a menores de edad, autoridades policiales de Ciudad Guayana no tienen registro de denuncias de niños desaparecidos.

Ciudad Guayana. Luego de investigaciones policiales y practicarle una evaluación psiquiátrica en Upata, municipio Piar del estado Bolívar, se diagnosticó con “desequilibrios mentales” a una mujer señalada de presunto secuestro de niños. Por tal motivo, no fue imputada por ese delito que la mantenía detenida desde el 13 de septiembre, y la trasladaron a un centro de salud mental.

Ese día se difundió en redes sociales un video donde María Pinto, de 32 años, “confesó” haber secuestrado al menos a seis niños para dárselos a otras personas. Sin embargo, la “confesión” la hizo mientras habitantes de la comunidad del sector Moscú II en San Félix, la amarraron a un poste de la calle El Progreso y la agredieron.

La detención la hizo la Policía Nacional Bolivariana, cuyos funcionarios se encargaron de la investigación. 

El caso preocupó a los vecinos del sector Moscú. A Pinto no solo la señalaron de secuestro de niños, sino que el objetivo era un supuesto tráfico de órganos.

Una foto de Facebook 

Los vecinos entrevistados por Crónica Uno dijeron no haber participado en el linchamiento a Pinto. Pero sus testimonios coincidieron en que esta acción contra la mujer fue luego de reconocerla por una publicación en Facebook.

Secuestraron a una niña del sector La Granja que, gracias a Dios, apareció el mismo día y no le hicieron nada. A la señora la reconocieron porque publicaron una foto en Facebook que decía que ella era la que andaba secuestrando niños”, contó una vecina.

La alerta en Facebook tenía relación con la desaparición de una niña de seis años del sector La Granja, también en San Félix, municipio Caroní. 

En conversaciones con la abuela, la niña jugaba frente a la casa y al rato se percataron de su ausencia. Según su testimonio, eso ocurrió el jueves 7 de septiembre y apareció el sábado 9 de septiembre. La hallaron en el sector Palo Grande, cuando una amiga de la familia la reconoció y se la arrebató a María Pinto. Además, la denuncia se hizo en el Centro de Coordinación Policial La Victoria.

En este organismo, la versión fue que la madre de la niña acudió para notificar su desaparición, pero horas más tarde avisó que ya había aparecido. Sin embargo, no hubo denuncia formal del caso. Tampoco tienen registro de otros casos similares. 

Versiones encontradas

En otros organismos policiales también negaron tener denuncias formales de niños desaparecidos.

Por otra parte, trascendió que la mujer era conocida de un tío de la niña del sector La Granja, a quien llevó hasta la vivienda.

La Policía también descartó la versión de los vecinos del sector Moscú sobre el hallazgo de otros elementos que presuntamente demostraban su culpabilidad. No hubo registro fotográfico de ello por parte de los vecinos y los funcionarios dijeron que solamente encontraron en el bolso medio paquete de chupetas.

Aún así, se abrió la investigación ante la preocupación de la comunidad.

“No queremos que la suelten porque en la comunidad hay más niños que adultos. Y si es verdad que está loca, entonces que la encierren en un manicomio porque sigue siendo un peligro”, dijo otra de las habitantes del sector Moscú II.

La evaluación psiquiátrica se hizo a partir de la versión de miembros del consejo comunal del asentamiento campesino Los Caratales, donde Pinto dijo que había otros niños secuestrados, indica el parte oficial. No obstante, los funcionarios no hallaron nada inusual en el lugar.

Los del consejo comunal fueron quienes manifestaron que Pinto tenía problemas mentales y que deambulaba por el sector. Confirmaron que días antes había llevado a una niña y dieron parte a las autoridades.

La comunidad de Moscú II pidió a las autoridades investigar los hechos y mayor seguridad para el sector, donde estiman que viven más de 500 menores de edad.

Crónica Uno / Jhoalys Siverio @Jhoalys