En Latinoamérica, muchos problemas comunitarios no pueden ser resueltos por los gobiernos locales, aunque haya voluntad y dinero. Consideremos el problema de los desechos sólidos o “basura”, como popularmente se le conoce, y una localidad específica, para facilitar el análisis. El problema de la basura en Ciudad Guayana es gravísimo; y, a pesar de estar hoy en manos privadas (Fospuca), no hay manera de resolverlo, a satisfacción de las partes interesadas. No se ha logrado involucrar a las comunidades, porque no existe cohesión social. En consecuencia, sugerimos crear un banco de capital social, que apoye a redes de emprendedores comunitarios (REC), involucrados en proyectos, tales como la recolección y el procesamiento de la basura.
El financiamiento y la asesoría técnica, requeridos para el tipo de proyectos que proponemos, se debe buscar a nivel internacional. Contamos con el componente principal, que es el recurso humano, pero tenemos que formar capital social. Son los habitantes de esas comunidades, los más interesados en ver el problema de la basura resuelto definitivamente. Además, un problema no resuelto debidamente siempre trae otro. La gente de los países desarrollados no concebiría ver, por ejemplo, en los basureros de cualquier edificio de una gran ciudad, aglomeraciones de gatos de la calle comiendo desperdicios; y, sucede que esa es la realidad de Ciudad Guayana, hoy en día. Advertimos que las organizaciones políticas no deben inmiscuirse en estos asuntos, para que las comunidades enteras se motiven a participar en los proyectos, colaborando todos.
La empresa privada (Fospuca, en nuestro ejemplo) tiene que actuar con responsabilidad social; es decir, ser una empresa socialmente responsable, de otro modo fracasará y dejará de percibir ganancias, con el negocio de la basura. La responsabilidad social empresarial (RSE), abarca lo económico, pero también lo ambiental y lo social. El negocio debe ser sostenible, porque debe estar guiado por la finalidad de hacer de Ciudad Guayana una ciudad inteligente y sostenible, a mediano plazo. Sin la formación del capital social ese propósito es sencillamente inalcanzable; y, esa es una tarea que también requiere del compromiso del gobierno local y las comunidades.
La intención es empezar a crear redes de REC en Latinoamérica, con miras a conformar una red de redes; sin embargo, se necesitan conocimientos y relaciones de todo tipo, para encontrar soluciones efectivas a la multiplicidad de problemas comunitarios existentes. Algunos países de nuestra región cuentan con “bancos de ideas”, para apoyar proyectos con potencial innovador, pero el componente relacional (capital social), realmente es prácticamente inexistente; por eso, es necesario crear un “banco de relaciones”, a gran escala, para apoyar proyectos comunitarios.
Una asociación internacional y un instituto para promover el capital social, tal como lo hicieron un grupo de profesores universitarios y empresarios, desde Nueva Zelanda: es el ejemplo que estamos dispuestos a seguir. Inclusive, conversaremos con ellos para explorar la posibilidad de una alianza estratégica para la creación del banco hispanoamericano de capital social, con el apoyo de la Tecnología Social SAI. La ejecución de proyectos, que conlleven la formación de capital social, va a necesitar no solo de financiamiento y asesoría técnica, sino también de un importante componente de investigación empírica, cualitativa y cuantitativa, de altísima calidad. Los invito a conocer el alcance de las iniciativas del Prof. Tristan Claridge, a través de su página web (2023): entrenamiento, consultoría e investigación, entre otros, son los servicios ofrecidos.
Referencia:
Institute for Social Capital’s website (2023): http://www.socialcapitalresearch.com/
Para descargar la versión más actualizada del libro completo (incluyendo todas las columnas publicadas a la fecha), haga clic en el siguiente enlace: Capital Social, José María Rodríguez, PhD. Además, para una introducción al tema, recomendamos ver el video CAPITAL SOCIAL: https://youtu.be/gRXjjZkCrzo.