El sábado en la noche fue frustrante para quienes seguimos como un deporte de masas los concursos de belleza, y no es para menos, somos en ese renglón, la Argentina en el futbol o los Estados Unidos en el Basquet o Beisbol, los favoritos habituales y esto no quiere decir que en los otros países no existen mujeres bellas, nada que ver, sólo basta ver las preciosas Ucranianas que sufren su guerra en silencio, las diosas de ébano africanas, las delicadas y sensuales asiáticas, en fin no hay un rincón en el mundo donde no existan bellos ejemplares de la raza femenina, y entonces ¿Qué hace especiales a las mujeres de esta tierra? Les daré mi humilde opinión como padre, esposo, abuelo, amigo, amante y cuanto oficio amoroso me toco desempeñar y aun desempeño en mi tránsito terreno. Lo hago desde el ejemplo particular, tengo una hija de año y medio de edad, es por razones lógicas la menor de otras tres que juntos casi hacen una decena de hijos que Dios me regalo. Esta hija vino en un momento inesperado, cuando ya me encontraba paseando niet@s, pero también en un momento de calma y reposo espiritual que me ha permitido vivir la paternidad de una manera nunca antes vivida con mi rebaño de hijos, la acelerada vida moderna nos roba momentos espectaculares y uno más preocupado de producir fortuna o disfrutar la vida deja las pequeñas cosas creyendo que son insignificantes por otras que verdaderamente lo son. Dicen por ahí que uno aprende a ser padre cuando realmente es abuelo y yo creo que es verdad, con mi pequeña hija he vivido experiencias conmovedoras y divertidas que nunca viví antes, por ejemplo nunca había cambiado unos pañales, tampoco peinado una niña, bañado mucho menos y son experiencias que apenas me ha tocado vivir, allí me he percatado que la mujer de estas tierras tiene el gen de la belleza y ustedes me preguntaran ¿Cómo es eso? Bueno nacen bellas, así de simple. Desde su tierna infancia existe una fuerza interior que les dice que son bellas, a mi hija hay que preguntarle veinte veces al día ¿Quién es la niña más linda del mundo? Para que responda alzando ambos brazos ¡¡Yo¡¡ y no es sólo eso, ustedes me creerían si les digo que las niñas venezolanas hacen pasarela de manera natural, tu les ordenas en una escuela a sus cinco años que desfilen en el salón y todas, pero todas caminan haciendo pasarela en línea recta, hombros erguidos y vista frontal sin que ningún Osmel Souza les haya dado una pequeña inducción. ¿Saben lo que escogió de regalo de navidad esa piojita que apenas balbucea? Maquillajes infantiles y luego que la bañan y le cambian el pañal se sienta en su cuna a pintarse sus uñas, peinarse y maquillarse como que va para una banquete, queda como un payaso borracho pero no hay manera de quitarle la paleta de pinturas porque los gritos se escucharían a kilómetros. Su sitio preferido es el espejo, sabe posar para las fotografías, no le gusta andar sucia ni mal vestida y así han sido todas mis hijas y mis nietas, y así son todas las niñas nacidas en esta tierra bendita, crecen seguras y confiadas que son la raza escogida y que para ser bella no es suficiente con serlo sino hay que sentirlo y como eso no hay como la mujer venezolana. El sábado en la noche nos quitaron otra corona pero no nos hace mella. Seguimos sabiendo que la ganadora fue la nuestra y eso es suficiente para conservar en alto nuestra autoestima.
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